Aʟɢᴏ Mᴀs Vᴀʟɪᴏsᴏ

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• POCHE •

Hace seis años atrás...

Mi abuelo cada vez estaba más enfermo, y eso me preocupa. No tenemos suficiente dinero como para poder ir a un buen hospital. Pasaba todo el día trabajando para poder mantenernos a ambos. Durante la mañana trabajo junto a Tomás en un bar, y de ahí me voy al taller y no salgo hasta que mi abuelo o Tomás me obligan. Ahora mismo estoy aquí, dándole los últimos retoques a un coche.

- ¡Buenas tardes!, ¿Hay alguien aquí? - se escuchó la voz de una misteriosa mujer. Asome mi cabeza por entre los carro, la logré ver, supongo que es otra cliente.

Dejé todo de lado y tomé un trapo para poder limpiarme las manos mientras caminaba hacia ella.

- ¿En qué le puedo ayudar? - pregunté sin levantar la mirada.

- ¿María José? - preguntó y esta vez si la miré - Soy Mafe, la madre de Daniela - dijo con una sonrisa.
Yo sin poder salir de mi transe, no pude contestar, ni siquiera respirar. Lo primero que pensé fue en que algo le había pasado a Calle.

- ¿Está todo bien? - pregunté en cuanto pude recuperar aire en mis pulmones.

- Si, solo quería platicar contigo, ¿Estás ocupada? - preguntó con una sonrisa.

- Eh... - dije echándole un vistazo al coche. Realmente si tenía algo que hacer, pero la curiosidad fue más grande - No, claro que podemos hablar - termine de hablar con una sonrisa.

- ¿Ya comiste? Hay una cafetería cerca por aquí - contestó de forma amable.

- Si... - claro que no había comido nada, pero no tenía dinero.

- No eres tan buena mintiendo como Daniela - dijo en tono burlón, provocando que me sonrojara - Vamos, yo invito - sin más que agregar, salió del taller. Yo avergonzada la seguí.

Ambas subimos a un coche negro, bastante lujoso, y después de unos minutos de completo silencio, llegamos a la cafetería, que se miraba muy linda, supongo que era nueva.

- Vamos - dijo Mafe con una sonrisa una vez que estuvimos fuera del coche. Las dos caminamos hacia el local, y nada más entramos, no dirigimos hacia una mesa, donde ya estaba el menú - ¿Qué vas a ordenar? - preguntó mirando la carta.

- Un... - dije concentrada en el menú, ya que estaba buscando lo más barato del lugar - Un café - dije con una sonrisa dejando la carta en la mesa.

- ¿Un café? - preguntó con una ceja levantada.

- Si, es que no acostumbro mucho a comer en las mañanas - no era del todo falso, aveces no me alcanza para desayunar, prefería que lo hiciera mi abuelo.

- ¿Segura? - preguntó no muy convencida. Yo solo asentí.

- ¿De qué quería hablar? - pregunté nerviosa.

- Sobre Daniela - respondió de lo más normal.

- ¿Qué pasa con ella? - pregunté rápidamente.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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