48• POCHE •
Abrí lentamente mis ojos, sintiendo la luz que entraba por la ventana en mi cara.
Pude ver a mi abuelo sosteniendo un globo, y a Valentina con un cupcake con una vela. Una sonrisa apareció en mi rostro.
- Feliz cumpleaños Pochesita - dijo Valentina mientras se acercaba a darme un beso en la mejilla.
- No puedo creer que ya tengas dieciséis - dijo mi abuelo antes de acercase a abrazarme.
- Gracias - dije con una gran sonrisa cuando Vale me entregó el cupcake.
Mi abuelo prendió la vela, y antes de soplarle, Vale me interrumpió.
- Deja te tomo una foto Poche... sonríe... listo - dijo después de ver el flash en su pequeña cámara.
Sin esperar más, sople la vela y después se la quite para comerme el cupcake, obvio mi abuelo me regañó.
Esa fue mi rápida mañana, después de despertar, me bañé y me cambié, después desayunamos juntos los tres, como hace mucho no lo hacíamos.
Andi y Lauren llegaron un poco más temprano de lo normal, muy animadas.Solíamos estar de muy buen humor cuando se trataba del cumpleaños de alguna de las tres, era como una ley no escrita, claro fue una promesa que nos hizo jurar Evelin...
Caminábamos muy felices por el pasillo del colegio, riéndonos y bromeando entre las tres.
- ¿Que les párese si el viernes hacemos una fiesta por tu cumple? - preguntó Andi mientras me abrazaba por los hombros.
- ¿Una fiesta? - pregunté sorprendida. Sabía que ella ya tenía todo planeado.
- Claro, tenemos que festejar tus dulces dieciséis Poche - respondió burlona.
- Eso eso.... o que te quieres emborrachar - dijo Lauren casi en un susurro.
- Por las dos razones, ¿Qué tiene de malo? - respondió Andi con una sonrisa. Ambas la miramos mal - ¿Vamos a festejar, no? Entonces no le veo nada de malo que nos divirtamos chicas -
- No puedes seguir así Andi... - dijo Lauren preocupada.
- Ese es mi asunto... el viernes a las ocho paso por ustedes - y sin más que agregar, se marchó dejándonos solas.
- Está muy mal Poche, ¿Deberíamos hacer algo? -
- Cuidarla, es lo único que podemos hacer - respondí.
- Podemos hablar con Emilia... -
- Andi nos mataría Lauren, solo hay que estar al pendiente pero sin meternos en sus problemas con Emilia, ¿Si? - dije rápidamente. Lauren solo asintió.
Pasaron las horas, muchas personas me felicitaron, y aunque solo me interesaba una persona, que por cierto no había visto. Pero no había prisa, la hora del descanso llegó, así que camine lo más rápido por el pasillo, para poder ser la primera en la mesa, así tal vez tuviera una pequeña oportunidad de verla a solas.
Antes de entrar a la cafetería, alguien me tomó del brazo, impidiéndome seguir con mi camino. Al girar, mis ojos se conectaron con los de ella.
- Hola -
- Hola Calle -
- Feliz cumpleaños Poche... - dijo antes de abrazarme.
Ambas nos quedamos unos segundos así, no se sentía como un abrazo de felicitación, más bien era algo que ambas necesitamos desde hace mucho, como si estuviéramos recargando pilas. Como todo, el abrazo se tuvo que romper, ya que alguien carraspeó detrás de mí.
- Lo siento por romper su momento de reconciliación, pero allá viene Johann, y quisiera ahorrarles el drama - nos interrumpió Emilia con una sonrisa - Feliz cumpleaños Poche - dijo antes de abrazarme. Esté a diferencia del de Calle, fue rápido.
- Gracias -
- Vámonos a la mesa ya, ¿No? - dijo antes de irse, y Calle y yo no dijimos nada más, solo la seguimos.
Calle iba enfrente de mí, y me fue imposible no verle el trasero. Sé que aunque lo intentemos, no podríamos ser amigas, la tensión entre ambas nos jugará en contra, y yo estaba dispuesta a dejarme llevar.
En la mesa, ya estaban Andi, Lauren y Camila. Agradecía el echo de que nadie más estuviera.
Cuando llegamos las tres, Calle y Emilia se sentaron junto a la ojiverde y la castaña, yo me senté al lado de Andi.
- ¿Entonces irás? - le preguntó Andi a Camila, quien asistió rápidamente.
- ¿De qué hablan? - preguntó Calle curiosa.
- De qué el sábado, haremos una fiesta, y están todos invitados - respondió Lauren con una animada sonrisa.
- ¿Todos? - preguntó Emilia con una ceja levantada.
- Si... - contestó Andi cabizbaja.
- Ahorita que lleguen los demás, los invitamos - dijo Camila sonriendo.
Y así fue, una vez que todos estuvimos juntos, Andi los invitó, pero no con el mismo ánimo, al parecer las cosas con Emilia seguían aún muy mal. Calle y yo por el contrario, estábamos mejor, no hablamos, solo intercambiábamos miradas disimuladas, y una que otra sonrisa. Sé que ella aún quiere todo conmigo, se le nota en sus ojos, esos jamás mienten.
Mi día fue rápido y tranquilo, todos me felicitaron y también aceptaron a ir a la fiesta, lo cual no me terminaba de agradar, ya que tanto Sebas como Johann irían, lo menos que quiero es algo incómodo. Entre otras cosas, el día del partido cambió, ya no será el 3 de noviembre, si no el 2, ósea el viernes, me emocionaba pero me ponía muy nerviosa de solo imaginarme en el campo, aunque también sabía que todo estaría bien, tengo un grandioso equipo.
Andi, Lauren y yo ya estábamos llegando a mi casa, y es que según ellas, me querían dar un regalo.
- Vamos a tú habitación Poche - dijo Lauren dando pequeños brincos como una niña pequeña.
- Cálmate Lolo - contesté entre risas.
- Es que ya quiero darte tu humilde regalo -
- ¿Humilde? - pregunté aún riendo.
- Si por qué somos pobres - dijo Andi bajándose del carro.
Las tres entramos a mi casa, que por sorpresa estaba sola. Esperaba encontrar a Valentina y a mi abuelo aquí, pero no le di vueltas al asunto, solo camine hacia mi habitación.
Me lancé a mi cama de espaldas, y esperé paciente como Andi sacaba de su mochila un pequeño libro azul.
- ¿Qué es? - pregunté curiosa.
- Ábrelo - respondió Andi mientras me lo entregaba.
Al hacer lo que Andi me pidió, una sonrisa se plasmó en mi rostro, al vernos a nosotras cuatro con seis años en una foto, la primera foto que nos tomamos de echo. Habían demasiadas fotos de nosotras cuatro, en la escuela, en la calle o en alguna casa de las cuatro. Al lado de cada foto, estaban nuestros nombres, y la fecha en que se tomó esa foto.
Era increíble como en cada foto, había una gran historia.Sentí una punzada en mi pecho, y las lágrimas amenazaron con salir, al llegar a la última foto en donde salíamos junto a Evelin, antes de lo ocurrido. Pase la página después de unos segundos, y ya solo éramos las tres, justo como ahora.
Miré a mis mejores amigas, quienes me miraban con una sonrisa, aunque en sus ojos había una pizca de tristeza. No quise preguntar, no quería ponernos tristes, además de ley tenemos que estar del mejor animo.
- Me encantó... - dije abrazando el libro contra mi pecho.
Ellas solo se acercaron a mí para abrazarme.
Era increíble lo que estas chicas me hacían sentir, era un sentimiento de amor y protección. Las amaba con todo mi corazón, estoy segura que cuando todos me falten, ellas siempre estarán, sin importar nada más.
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