Vɪᴇʀɴᴇs

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• POCHE •

Calle respiraba pesadamente al lado de mi, estábamos las dos acostadas en su cama, y ella estaba dormida, y yo la observaba. Calle es la mujer más hermosa que yo haya visto, de pies a cabeza esta mujer era perfecta, y me sentía tan afortunada de tenerla así enfrente a mi, completamente desnuda. Comencé a darle beso en el hombro, para poder despertarla, aunque no quería hacerlo, tenía que irme.

- Calle... despierta... por favor... - dije entre cada beso.

- ¿Qué pasa? - preguntó adormilada.

- Tengo que irme linda - respondí antes de darle un beso en la frente.

- No te vayas por favor - dijo girándose para abrazarme.

- Calle tengo que irme, tengo que ayudarle a mi abuelo con el taller - trate de levantarme pero ella no me dejó.

- ¿Y si mejor me das un beso? - dijo acercándose a mi rostro, y yo uní nuestros labios.

Nos envolvimos en un beso lento, pero aún así logró que la temperatura de mi cuerpo subiera otra vez, y al parecer a ella también, ya que de un momento para el otro, ya estaba sentada en mi regazo. Comencé a besar su cuello mientras que con mis manos tomaba su cadera.

- ¿¡Calle estás aquí!? - un grito a lo lejos hizo que ambas nos sobresaltáramos, yo cayendo al piso como la última vez.

- Cámbiate rápido Poche - dijo susurrando mientras tomaba su ropa y comenzaba a ponérsela, claro hice lo mismo.

- Calle, ¿Estás aquí hija? - preguntó mi padre desde afuera de mi habitación.

- Si papá, salgo en cinco minutos - respondió Calle mientras se abrochaba el pantalón.

- Te esperamos en la sala cariño - contestó el señor German antes de marcharse. Mierda.

- ¿Por dónde voy a salir Calle? - pregunté antes de terminar de colocarme mi camisa.

- Por la ventana del baño, ¿Ya estás lista? - me preguntó quitándole el seguro a la puerta.

- Si, ya estoy lista - respondí acercándome a ella.

Ambas salimos de la habitación con mucho cuidado, mirando hacia todos lados. Llegamos hasta el baño, y mientras yo cuidaba que yo hubiera nadie cerca, Calle abría la ventana.

- Mira, vas a bajar por esos ladrillos que sobresalen de la pared, y ya cuando estés un poco abajo, vas a tener que saltar, y ya por último vas a brincar ese muro, y ya estás afuera de la casa, ¿Si? - me explicó un poco nerviosa. Yo asentí con una sonrisa divertida.

- Nos vemos Calle - le di un beso en los labios, para después salir con cuidado por la ventana.

- Avísame cualquier cosa... Ten cuidado - me dijo cuando vio que casi resbalaba.

- Tranquila - contesté mientras bajaba poco a poco. Está un poco alto para saltar desde acá.

- Poche... -

- ¿Qué pasa? -

- Te amo... - gire rápidamente para verla, pero gracias a eso, ahora sí respaldé, cayendo de espaldas.

- Ouch - me quejé mientras me retorcía en el húmedo césped.

- ¿Estás bien? - preguntó exaltada pero bajito.

- Si, no te preocupes - respondí guiñándole el ojo - Calle -

- Dime - dijo recargándose en la ventana para poder escucharme mejor.

SkyfallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora