43• CALLE •
- No me hagas esto Poche - no podía creer lo que estaba diciendo, ¿Un ultimátum?, ¿Qué le pasa?
- No Daniela, esta es mi última palabra y espero que ahora seas tú la que se ponga en mi lugar, nos vemos en la tarde - respondió antes de dejarme sola.
Vi como se marchaba lejos de mi, y por alguna razón eso me destrozó, y me dio un mal presentimiento.
- ¡Calle! - grito Johann desde la camioneta. Olvidé por completo que ellos estaban ahí.
Camine rápidamente hacia ellos. No disimule para nada mi descontento con la situación, ¿Qué hace este con mi padre? De verdad Poche tenía razón, no conoce la dignidad.
- ¿Qué haces? - le pregunté molesta al acercarme a mi ex.
- Nada linda, solo que tu padre me invitó a su casa, ¿Tiene algo de malo? - contestó haciéndose el inocente. Nunca en mi vida me habían dado tantas ganas de golpear a alguien en mi vida como en este momento.
- No tiene nada de malo, ¿Verdad? - preguntó mi padre mientras me miraba directamente a los ojos, haciéndome estremecer. Yo negué con la cabeza - Vámonos entonces - dijo caminando y subiéndose a la camioneta.
- ¿Qué te pasa Johann? -
- ¿Qué? Tu papá me invitó, además es una gran oportunidad para poder hablar de nuestra relación - dijo antes de también subirse a la camioneta, dejándome con los puños apretados del coraje.
El transcurso a mi casa, no dije ni una sola palabra, mientras que mi padre y mi ex hablaban de lo más normal. Maldito Johann, es que de verdad hay que ser un desgraciado como para recurrir a esto. Él sabe que jamás podría negarme a algo que me pida mi padre, y él se iba a aprovechar de eso, lo sabía perfectamente. Ahora mi corazón latía fuerte, ¿Qué voy a hacer? Mi padre quiere que vuelva con Johann, y Poche ya me dio a elegir entre ellos dos.
¿Cómo podría decidir esto? Era mi felicidad y el amor, o mi familia y mi futuro. Debería mandar todo a la mierda, ¿Pero serviría de algo? No lo creo.
Al llegar, bajé rápidamente con la intención de llegar rápido a mi habitación y poder hablar con Poche sobre lo de hoy, de verdad necesitaba que me entendiera, pero para mí maldita desgracia, mi papá entró antes a la casa, y me pidió sentarme junto a Johann en la sala mientras que él hacía un par de llamadas, así que no me quedó opción.
- ¿Cómo estás Calle? - me preguntó el castaño mientras intentaba tocarme el cabello. Obvio me aparte.
- No entiendo por qué no te queda claro que no quiero nada contigo Johann, ya fue, por favor supéralo - dije molesta. Esto ya estaba comenzando a cansarme.
- ¿Por qué no quieres regresar? - preguntó, pero no parecía estar molesto y eso se me hizo bastante extraño.
- Solo no quiero y ya -
- ¿Crees que soy estúpido Calle - si lo creo - ¿Crees que no sé qué no quieres regresar conmigo por Poche? - sentí que todo al rededor se había quedado congelado. Comencé a sudar frío, incluso creo que comencé a temblar. Mi corazón estaba apunto de salirse de mi pecho, ¿Será que ya lo sabe todo?, ¿Sabrá que lo engañé desde el primer día, y que preferí estar con ella antes que con el? Mierda, mierda, mierda.
- ¿De... de que hablas Johann? - pregunté nerviosa, evitando a toda costa mirarlo a los ojos.
- Calle, sé que ella te está pidiendo que no estés conmigo... - el aire regresó por fin a mis pulmones al escuchar eso. Era obvio que jamás llegara a pensar eso, su ego de hombre jamás se lo permitiría.