Fᴜᴇɢᴏ

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                                𝟷𝟶

Daniela duró unos minutos buscando a María José por toda la casa, solo faltaba el patio trasero, y y fue ahí donde la encontró, sentada en el suelo al lado de un árbol, y al acercarse pudo verla con más claridad, tenía su mirada perdida y un cigarro en su mano, eso le sorprendió a la chica de los ojos avellana, se supone que ella es una persona que le gusta el deporte, así que nunca se imaginó que la chica fumara.

- ¿Si sabes que fumar mata verdad? - preguntó una vez que estuvo cerca de la chica.

- Tranquila no es tabaco - dijo tranquila sin mirarla.

- ¿Que? - preguntó sorprendida Daniela, ya decía ella que ese olor no era como los cigarros de su tío.

María José no respondió, solo palmeó
el suelo, dándole entender a Daniela que quería que se sentara a su lado.

- ¿Me das un poco? - aquella pregunta hizo que Poche la mirara sorprendida, se espero todo menos eso - Siempre he querido saber que se siente estar drogado - María José no sabía si aceptar o no, no quería que ocasionarle problemas, pero también quería que la chica saliera un poco de su rutina, así que por qué no. Le estiró el porro a Daniela y está lo acepto con una gran sonrisa, que contagió a Poche.

La chica de los ojos avellana lo puso en su boca, para después inhalar poco a poco el humo hacia sus pulmones, provocando que la chica torciera varias veces.

- Cuidado - dijo riéndose Poche, antes de estirar su mano para quitarle el porrito a Calle.

- Poche - habló Daniela cuando acabo de toser.

- Mandé - respondió dándole una jalada a su cigarro.

- ¿Te puedo besar? - preguntó y ahora la que se ahogaba era la peliazul, y Daniela rio a carcajadas.

- Claro... que puedes - respondió una vez que se calmó. Daniela se acercó despacio a Poche, y ambas cerraron los ojos esperando el contacto con sus labios, pero la voz de alguien llamando a la más alta, las detuvo.

- ¡Amooor! - se escuchó la voz de Johann a lo lejos, y eso hizo que Daniela pegara un salto alejándose de la peliazul.

- ¿Vamos? - sugirió Calle después de suspirar molesta, y la chica de cabello azul asintió.

Durante toda la fiesta, el grupo de amigos se la pasó bailando y cantando, algunos ya andaban pasados de tragos, como por ejemplo Emilia y Andi, y todos los chicos, María José se sentía un poco embriagada, y sobra decir que Daniela ya le había pegado el efecto de la marihuana, y parecía no importarle absolutamente nada, ya que cuando se escuchó por los altavoces, "Downtown", Calle y Poche bailaron muy provocativas, ambas chicas aprovecharon al máximo esa oportunidad de tocar un poco el cuerpo de la otra, aunque no pudieron terminar la canción por qué Johann separó a Calle de la peliazul, llevándosela lejos de donde todos se encontraba bailando.

- ¿Qué carajos fue eso Daniela? - Preguntó molesto el chico. Ambos ya estaban en el auto de Johann camino a la casa de los Calle.

- ¿A qué te refieres? - preguntó la chica mirando al frente, se sentía tan bien y no quería que el chico le arruinara la noche.

- ¡A ese puto baile Daniela! - Grito exaltado el chico golpeando su volante.

- Fue solo eso amor, un baile - dijo tranquila Daniela, aún sin mirarlo. El chico suspiró.

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