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• CALLE •
5 días después
Viernes, 26 de Octubre
No he cruzado ninguna palabra con Poche desde que terminamos, y era lo mejor. La he visto muchas veces estos días, pero he mantenido mi distancia, no quería volver a caer y lastimarla.
Sé que ella se muere de ganas al igual que yo por volver a estar juntas, pero ¿Tiene algún sentido? No lo creo.
Ya lo había decidido, necesitaba poner en orden mi vida, y pensar en mi, y en el futuro que me esperaba. Había bajado ligeramente mis calificaciones, así que ya tenia algo en que ocupar mi cabeza.
Estaba por terminar mi trabajo de inglés, era algo sencillo, tenía que escribir un ensayo sobre algún presidente de los Estados Unidos. Según la profesora, tendremos una presentación en unos días, pero las parejas serán al azar, así que hay una posibilidad de que pueda hacerlo con Camila.
- Calle... - me llamó mi mejor amiga, quien estaba sentada al lado de mi.
- ¿Mande? - respondí sin mirarla, estaba muy concentrada en mi ensayo.
- No levantes tu mirada - dijo y como si fuera en automático, fue exactamente lo que hice.
Ahí estaba ella, junto al escritorio de la profesora, quien le estaba hablando, pero ella solo me miraba sin ponerle la más mínima atención.
- Siéntate allá atrás, junto a la Majo - dijo la mujer indicándole donde sería su lugar.
Poche sin dudarlo, caminó hacia donde estaba Majo, no sin antes lanzarme una mirada que no pude descifrar.
Bajé mi mirada de nuevo hacia la hoja que estaba en mi escritorio, comenzando a escribir de nuevo.
- ¿Estás bien Calle? - me preguntó Camila un poco preocupada.
- ¿Por qué no lo estaría? - pregunté indiferente.
- Solo preguntaba... no deja de mirarte - dijo aumentando mis ganas de girar hacia atrás y mirarla, pero no lo haría, tenía que ser fuerte.
Camila no dijo nada más, sabía que era lo mejor. Mejor nos dedicamos a acabar de hacer nuestro trabajo, en completo silencio.
Después de unos largos minutos, la clase por fin terminó. Me lavaré rápidamente junto a Camila, y caminamos en dirección al pasillo, pero antes de salir, una mano me detuvo.
- ¿Me vas a ignorar siempre? - me preguntó a Poche. Por primera vez desde que terminamos, la vi de nuevo directamente a los ojos, y me dolió ver tristeza en ellos.
- ¿Está todo bien amor? - preguntó Johann que había llegado a mi rescate.
- No, todo bien - contesté soltándome de su agarre y caminando de la mano con el.
Sabía que de igual manera la lastimaba, pero después de las amenazas de Johann, no me queda de otra que hacerlas cosas de esta manera.
Me dolía en el alma que la mano que estaba sosteniendo, no fuera la de ella.
Todas las miradas estaban en nosotros, algunas sorprendidas y otras no tanto. Era la primera vez que caminábamos de la mano frente a todos desde que volvimos.
Así fue hasta que llegué a mi siguiente clase, sin darle explicaciones ni despedirme, entre al salón, dejando solo a Johann.
"Espero y no te equivoques Daniela" era lo que me repetía mi conciencia a cada minuto.
Geografía definitivamente era mi materia favorita, pero no era algo tan difícil como para mantener mi cabeza ocupada, así que tendré que resignarme a no dejar de pensar en la peliazul.
No sé cuánto pase perdida en mis pensamientos, pero ya era hora de ir a la cafetería, con mi maldito novio y con mi hermosa ex novia, todo un desastre.
Camine sin ganas, esperando cruzarme con Camila, y así fue, pero no venía sola, si no que todas estaban con ella, incluyéndola a ella.
- Hola chicas - las saludé en cuanto me acerqué. Todas hicieron lo mismo.
Me senté al lado de Camila, quien estaba junto a Lauren, y para mi desgracia, frente a mí estaba Poche.
Clave mi mirada en la mesa, no iba a ceder a su insistente mirada.
- ¿Lograste acabar con el ensayo Calle? - me preguntó Camila. Yo solo asentí - ¿Y tú Poche? - no escuché respuesta de la chica, pero no le di importancia.
- ¿Seguirás sin hablarme? - me preguntó Poche.
Todas se quedaron calladas, y podía sentir las miradas de todas en mi.
- Calle - me llamó. Esta vez si la miré.
- ¿Qué se te ofrece María José? - pregunte sin expresión.
- ¿María José?, ¿Desde cuando me dices así? - me preguntó indignada.
- Desde hoy - respondí.
- ¿Qué carajos te pasa? -
- No, aquí la pregunta - dijo Johann apareciendo de la nada, y recargándose en la mesa - ¿Cuando dejarás de molestar a mi novia? - preguntó molesto.
- No te metas, este no es tu problema - respondió Poche también molesta.
- Lo que sea con mi novia, es conmigo, ¿Entendiste? -
- Por Dios Johann, ¿Qué acaso no tienes dignidad? - preguntó Poche con una sonrisa provocadora, y por la cara de él, lo estaba logrando.
- ¿Estás celosa? - preguntó con una sonrisa irónica - Estás celosa de mi, por qué Calle es mi novia, ¿Cierto? - dijo después de ver la cara de molestia de Poche.
- Para ya Johann - dijo Emilia mirándolo de mala manera.
- Solo quiero que responda a mi pregunta cuñadita, ¿Qué tiene de malo? - respondió el muy cínico.
- Johann... - trate de llamar su atención, pero no me hizo caso, ni siquiera me miró.
- Responde, ¿Estás enamorada de mi?, o peor aún... ¿De Calle? - preguntó acercándose un poco más a ella.
- ¿Quieres que te lo diga? - preguntó Poche mirándolo con superioridad.
- Me encantaría saberlo -
- De ella, desde el primer momento en que la vi, me enamoré como una estúpida - respondió dejándonos a todos congelados.
Nadie dijo nada, fue un silencio incómodo, pero poco me importó. Mi mirada estaba clavada en ella, no podía creer lo que había echo, si antes habían pocas posibilidades de volver a intentarlo, ahora no.
Me levanté molesta, y salí echa una furia de la cafetería, aguantándome las ganas de llorar.
Quería huir, alejarme de todo y de todos. Quería vivir mi vida, ser yo misma, sin esperar aceptación alguna de los demás. Aunque no me engañaré, me encantaría que en esa vida estuviera ella, pero ahora lo miraba muy difícil, seguramente Johann se las ingeniara para que eso jamás suceda, además yo ya estoy cansada de luchar por algo que nunca va a cambiar.
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