Capítulo 31

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Capítulo 31

* * * P.V.A * * *

Me siento incómoda mientras avanzo rápidamente por el patio de Suzuran, sintiendo todas las miradas de los chicos clavarse en mí, preguntándose quién soy y qué hago allí.

Yo intento ignorar aquello, centrándome en encontrar a Genji en aquel lugar, mientras me dirijo a rodear el edificio para acceder a la zona trasera, donde el patio continúa extendiéndose, pero me detengo un instante al escuchar mi nombre en boca de mi hermano.

Miro fugazmente a Tamao correr hacia mí, pero pronto paso de él, y continúo con mi camino. Estoy enfadada con él por lo del último día. No quiero me arruine el día, para uno feliz que tengo.

-¡Airi, espera! ¿Qué haces aquí? Te he dicho que no es buena idea que aparezcas por aquí, puede ser peligroso. –Empieza a regañarme tras cortarme el paso poniéndose delante, pero pronto su expresión cambia cuando observa bien mi cara, compungida en una mueca de enfado y reproche.

-Déjame en paz, estoy buscando a Genji. No he venido a verte a ti.

Intento apartarlo con un pequeño empujón, pero él me sujeta de los brazos, deteniéndome.

-¡Eh, eh! ¿Qué coño te ha pasado en la cara? –Pregunta serio, sujetando mi barbilla para examinarla mejor. Yo aparto el rostro para que me deje.

-Nada que te importe, Tamao. ¿Has visto a Genji? Tengo que hablar con él.

-Oye, no me ignores. –Me dice con tono amenazante–. Eso es de un puñetazo. ¿Quién te ha pegado? –Como no le respondo, cambia de tema. –Airi, joder... Lo siento, ¿vale? Me pasé, estaba cabreado por lo de la pelea. ¿Ha sido Shun?

Suspiro con exasperación mientras alejo la mirada, vislumbrando a Genji pasar a lo lejos junto con dos tíos. Mis pocas ganas de hablar con Tamao sobre todo lo que tenemos pendiente se desvanecen al verlo.

-Tamao, ocúpate de tus cosas. –Le digo fríamente, recordándole sus propias palabras para que pruebe de su medicina, alejándome deprisa en dirección a Genji. Con un suspiro de alivio veo de reojo como él se aleja, volviéndose a meter dentro del edificio principal.

Cuando estoy lo suficientemente cerca de el trío de chicos como para no tener que gritar, nombro a Genji, haciendo que los tres se giren extrañados de mi voz. El rostro del grupo es un poema, pero sobre todo el de Genji.

-Ahora os pillo, chicos. –Informa él haciendo que su colega el de la cicatriz, y el del pelo raro, se vayan tras mirarnos muy extrañados. Cuando estamos solos me mira fijamente y habla, percatándose de que nadie nos mira. -¿Qué haces aquí? Creía que tenías claro que no debes venir a Suzuran. No es lugar para chicas.

-Venga ya... ¿Y qué van a hacerme? Sois unos exagerados.

Genji alza la mirada viendo como un grupo pasa a nuestro lado, murmurando a ceño fruncido al vernos allí parados. Acto seguido me agarra de un brazo y me conduce rápidamente a un lugar más discreto, alejado del edificio donde no hay nadie.

-¿A qué has venido, Airi? ¿No se supone que estás evitando a tu hermano?

-Me da igual mi hermano. Quería hablar contigo... ya sabes, por lo de anoche.

Veo que automáticamente al escuchar eso aleja sus ojos de mí, poniéndose algo tenso. No hay necesidad de reaccionar de esa forma, joder. Se supone que somos adultos.

Inspiro con fuerza y comienzo a hablar, dejando las cartas sobre la mesa mientras lo miro.

-Nos hemos acostado y eso me desconcierta un poco por tu actitud. Me gustas mucho, Genji, y quiero estar contigo porque siento algo fuerte por ti. Quiero que me digas la verdad de lo que piensas sobre esto de una vez.

I wanna changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora