Capítulo 78

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Capítulo 78

* * * P.V.S * * *

El patio trasero está en silencio mientras un grupo importante observamos la pelea entre Genji y Rindaman. El sonido de los quejidos y los golpes suenan con fuerza entre aquel mutismo y expectación.

Por unos momentos la emoción de que Genji va a conseguir vencerlo se apodera de nosotros al ver que le da al grandullón un par de buenos puñetazos, y recula tambaleándose peligrosamente, pero cuando Genji se acerca para seguir con su camino hacia la conquista total de Suzuran, Rindaman lo sorprende alzándose raudo para devolvérselas.

Genji se levanta del suelo todo lo rápido que puede tras dos ganchos brutales, pero Rindaman lo agarra de la camiseta para retenerlo y golpea su estómago con la rodilla, para volver a derribarlo de un puñetazo. Oigo el murmullo de alguien a mis espaldas susurrar un joder, haciéndose a la idea de que eso ha tenido que doler pero bien.

A pesar de que se levanta dando tumbos, visiblemente mareado y jodido, Genji trata de avanzar y sobreponerse para seguir, aunque es evidente que la pelea le va a ser imposible y como siga lo va a dejar hecho polvo. Hay que hacer algo, Genji no es de los que se rinden aunque sepa que está perdido, y eso es algo muy peligroso.

-Ya es suficiente. –Digo tras avanzar hacia él, deteniéndolo mientras lo sujeto de un hombro por la espalda.

Él intenta pasar de mí, pero lo retengo con fuerza mientras Rindaman nos mira serio con aquella nula expresividad que tiene, y habla tras unos segundos.

-Buen intento, pero no es suficiente. Vas a tener que cambiar de estrategia si quieres ganarme. Al final todo se reduce a lo mismo; eres tú el que tiene que adaptarse al mundo, y no al revés.

El tío coge y se larga tras aquella frase, recordándole a Genji algo que le ha costado mucho aprender. Que necesita de los demás para ser el mejor, lo que le ha llevado a tener que cambiar radicalmente su forma de enfrentar la vida, y por lo que sé por Airi, en muchas facetas.

Lo agarro para que no se caiga, y lo ayudo a caminar hacia nuestro rincón del lado contrario, dejándolo en uno de los sofás mientras Tokio y Makise se acercan.

-Genji, ¿por qué sigues intentando vencer a Rindaman? ¡Ya tienes Suzuran, la gente te respeta!

Él alza la vista hacia Makise con una mueca de dolor mientras se lleva la mano a la brecha sangrante de su ceja izquierda.

-Hasta que no lo venza, no lo habré conquistado del todo. Me marcho. –Susurra mientras se levanta con esfuerzo.

Ninguno decimos nada mientras lo vemos alejarse con desgana y dificultad, aunque esta vez no lo he visto tan abatido como en el pasado, donde una derrota era algo fatal para su impaciencia.

-Bueno, yo también me marcho. Adiós.

Tras que Makise se despida, Tokio no tarda en decirme que también se marcha porque tiene cita con el médico para ver cómo va. Le digo que ya me contará, y lo observo marcharse después de que sonría asintiendo levemente. Tokio también ha cambiado en este tiempo, está más seguro de sí mismo.

Saco el tabaco y enciendo un cigarro, levantándome tras darle una profunda calada mientras me dirijo a la salida del instituto, pensando en todos los cambios que han arrollado nuestras vidas.

El sonido de mi teléfono me distrae, y pronto se forma una sonrisa en mi rostro cuando veo que es un mensaje de Ruka, diciéndome de quedar esta noche después de que termine en el bar. Le contesto mientras sigo avanzando, ya en el patio delantero, y cuando alzo fugazmente la mirada para ver que tengo delante, observo a lo lejos a Airi.

I wanna changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora