I wanna change

Capítulo 45

Capítulo 45

* * * P.V.S * * *

Las últimas palabras de Genji aún siguen resonando en mi cabeza después de varios días, en los que no he salido de mi asombro, ni sé qué pensar sobre todo lo que ocurre a mi alrededor.

Fuera está lloviendo de forma débil, pero continua, y sentado sobre una mesa observo caer las gotas con la mirada perdida, absorto en mis pensamientos. ¿Debería decirle algo a Airi, o callarme?

Se me parte el alma al verla de ese modo, y ahora al saber que en realidad piensa cosas que no son, siento el impulso de decirle lo que Genji me ha confesado para que deje de sufrir, pero por otro lado creo que no es buena idea. Podría volver a buscarlo, albergar esperanzas de tener algo con él. Pero eso no ocurrirá porque pasa del asunto, y sé que mi hermana no podrá ignorar aquello, volviendo a acercarse a él, condenada a seguir en aquel bucle autodestructivo.

Fijo la vista en el patio delantero de Suzuran y veo que Genji está luchando contra Rindaman mientras Makise y Chutan lo observan apretando los puños, viendo como poco a poco la esperanza se deshace a cada golpe que Genji recibe. No va a ganarlo en absoluto.

Finalmente Rindaman lo golpea con tanta fuerza dos veces más que lo tira al suelo de espaldas, haciendo que ruede sobre sí mismo y no tenga fuerzas para levantarse. Cuando el grandullón se marcha, Genji aún sigue tendido en la arena mojada, esta vez boca arriba.

Sus amigos se acercan y lo ayudan a levantarse, y puedo vislumbrar algo que me choca en él. Sus ojos no parecen reflejar enfado ni frustración; parece triste, abatido.

Genji se deshace del agarre de Makise con desgana, y empieza a avanzar en solitario hacia el patio posterior mientras ignora las palabras de sus amigos, y continúa arrastrando los pies en busca de la soledad.

Ahora no puedo evitar pensar en que quizás su actitud en Suzuran se deba en parte a lo de mi hermana, y eso hace que de pronto al pensarlo, sienta compasión por él en lugar de odio y asco.

Me levanto de la mesa y camino fuera de la clase buscando un cigarro para centrarme en otra cosa hasta que pueda entender este tema, encontrándome con Tokio al bajar la escalera y llegar a la primera planta.

Cuando llega a mi lado me palmea en un hombro y empieza a hablar mientras seguimos andando hacia el exterior.

-Genji ha vuelto a perder contra Rindaman. Sigue con su misma estrategia. Eso nos dará tiempo para recuperar la primera posición.

-Lo he visto desde arriba.

-¿Y por qué están tan serio? Es una buena noticia.

Inspiro el humo del cigarro y lo expulso con un suspiro, deteniéndome en mitad del camino hacia nuestro rincón con sofás del patio trasero para mirar a Tokio y responder. Necesito aliviar esta incomprensión y sorpresa de mi interior.

-Tenías razón. Genji me dijo el otro día que en realidad le gusta mi hermana, y si se comportó así con ella es para que le dejara en paz.

-¿En serio te lo ha contado? –Dice con asombro mientras asiento.

-Me he dado cuenta desde que lo sé, de que está jodido. Cuando llegó al instituto no se comportaba así. Pierde el control y se rinde fácilmente. Alguien tan orgulloso no haría eso.

-Ya te lo dije. ¿Ahora que va a pasar?

-Sigo pensando lo mismo, Tokio. –Respondo convencido antes de volver a fumar. -A pesar de todo no es un buen líder. No me dejaré guiar por él.

-Ya, eso lo sé. Me refiero a que vas a hacer con el mal rollo que tienes con él. –Vuelve a hablar ante mi silencio, sonriendo levemente. –Lo odias menos y lo entiendes, Tamao. Es absurdo que mantengas esta situación de fulminarlo hasta con la mirada por todo.

-Sé que tiene razón, y que no puedo ni siento lo mismo después de saber la verdad y ver en sus ojos que está jodido verdaderamente, pero tampoco voy a dejarme ganar ni seguir pensando que lo ha hecho de culo. Además, fuera del tema de Airi, no puedo ablandarme porque es mi rival. Vuelvo a la tierra cuando la voz de Tokio habla de nuevo cuando casi hemos llegado a los sofás.

-¿Se lo vas a decir a tu hermana?

-No. Es lo mejor.

Él guarda silencio mientras yo fumo, pensando en que es lo correcto y ella logrará olvidarse de Genji, aunque una parte me dice que quizás sería mejor decir la verdad y que no se siga sintiendo como una mierda.

Dejo el tema en mi mente cuando llegamos a nuestro rincón, ahora cubierto por unas lonas que los Mikami instalaron para no mojarnos, y me siento frente a Tokaji, los hermanos y Tsutsumoto, quien por fin regresó del hospital. Ellos continúan hablando tras un breve saludo.

-Izaki va a luchar contra Genji, siempre ha tenido ansias de poder. Ya veréis como nos traiciona. –Dice Tokaji tras exhalar el humo de su cigarro, haciendo que Tokio intervenga.

-Creía que eras tú el que hacía tratos con él. –Comenta con ironía refiriéndose al asunto del rapto de mi hermana, haciendo que alce la mirada hacia mí fugazmente.

-Nunca me he fiado de él. Te traicionará, Serizawa.

Miro a Tokaji durante unos segundos, pero no me concentro en lo que me dice, mi mente está a otras cosas y no le doy importancia al hecho.

-Puede que tengas razón, siempre ha querido ser el líder y vencer a Tamao. –Agrega Tokio. -Si Izaki quiere irse al bando de Genji que se largue, no le necesitamos. Lo destruiremos igual que al resto.

-Eso es, enseguida os cagáis. –Dice Takeshi, y entonces tomo la palabra cuando me preguntan qué pienso del tema.

-No hay de qué preocuparse. Todos sois libres de ir donde queráis y ser fieles a quien queráis. No tengo intención de luchar contra Genji. Ha ganado, pero no liderará a los cuervos nunca.

Se hace un silencio sepulcral tras mi comentario, y todos se miran con discreción, algo asombrados de mi decisión. Sé que esto traerá problemas y muchos no estarán de acuerdo, pero visto lo visto, seguir peleándonos no nos va a llevar a nada concluyente. Al final la actitud de Genji lo echará del primer puesto.

De pronto, alguien que corre hacia nosotros cae llevándose la valla de alambre que nos rodea. Todos miramos al lugar, y nos quedamos flipando de ver a Noboru Kawanishi, el anterior líder de Suzuran.

Un segundo más tarde aparece una masa de tíos vestidos con el uniforme de Housen, y entonces todos nos levantamos y caminamos hacia ellos, mientras Kawanishi se levanta rápido del suelo.

-Estáis en nuestro territorio. –Comento cuando estamos todos parados, frente a frente. El tío más importante del grupo habla.

-Lo sabemos. Sólo queremos que nos entreguéis a Kawanishi. Ya no es de los vuestros, Serizawa.

-Marchaos de aquí. Recordad que estamos en tregua.

El mismo tío vuelve a hablar, mirándome fijamente.

-No es más que un asesino de mierda y tenemos una cuenta pendiente.

-No es el momento, y menos el lugar. –Le digo seriamente, y él responde desafiante.

-Está bien. Defendedlo si es lo que queréis, pero ateneros a las consecuencias.

Acto seguido todos se largan. Vamos a tener problemas con Housen fijo, justo lo que necesitaba ahora mismo, más problemas.

Suspiro con resignación antes de darme la vuelta y mirar a Kawanishi, quien se adelanta a hablar.

-Lo siento.

-¿Cuándo te han soltado? -Pregunto ignorando su disculpa, mientras el resto sigue en silencio, mirándolo fijamente.

-Hace unas horas. Lo siento, de verdad.

Acto seguido él se larga rápidamente, dejándonos a todos contemplándolo en silencio.