I wanna change

Capítulo 77

Capítulo 77

* * * P.V.A * * *

Cierro mi taquilla del vestuario del supermercado tras cambiarme y guardar el uniforme, dejando atrás un día de trabajo normal, donde no he tenido excesiva tarea ni que cruzarme con mi jefe más de lo necesario, algo que hace que el día haya mejorado visiblemente.

Pensar en el camino de vuelta a casa hace que me dé una pereza enorme todo, a pesar de que hoy será una noche tranquila y me iré a dormir nada más llegar, pues no tengo nada que hacer ni he quedado con nadie, así que me aferro a ese pensamiento y me dirijo a la salida trasera del lugar mientras me deshago la coleta que tanto odio llevar.

Salgo a la calle, y al instante el frío me golpea, y trato de despedirme de los compañeros que salen a la vez que yo con una sonrisa, distinguiendo a unos metros a quien parece Genji hablando con alguien que me tapa una de mis compañeras de trabajo.

No puede ser. ¿Estoy tan cansada que estoy flipando? Ese no puede ser Ken, él...

Aún sin poder moverme ni apartar la vista de él, contemplo como los dos se acercan a mí hasta quedar a un par de metros, y es cuando el silencio nos envuelve mientras nos miramos.

-Hola, Airi. –Susurra Ken con su típica sonrisa, pero algo oscurecida por un deje de pena. Siento que mis ojos se llenan de lágrimas ante tanta conmoción y alegría.

-Ken. Tú estabas muerto... –Susurro tras un largo silencio, cuando las palabras logran escapar de mi garganta engarrotada.

-Debería estarlo. Es una larga historia. Lo siento mucho.

No aguanto más aquella sensación, y tras una nueva sonrisa de aquel tranquilo y renovado hombre, corro para poder abrazarlo mientras rompo a llorar por tenerlo de nuevo aquí.

Ken me abraza mientras palmea mi espalda tras unos minutos, tratando de tranquilizarme después de pedirme de nuevo disculpas.

-Tranquila, Airi, de verdad ¡Genji, ayúdame! –Reclama mientras sigue dándome palmaditas en la espalda, pero entonces me aparto bruscamente buscando a Genji con la mirada.

-¿Tú sabías algo de esto? –Pregunto con enfado, clavando mis ojos en los suyos. Ken se apresura a hablar.

-Genji no sabía nada de la verdad hasta que hoy he aparecido en el hospital para evitar que mataran a su padre. Fue el mismo chico que intentó matarlo a él, yo lo conozco y es bueno. Voy a cuidar de él para que encuentre su sitio. Tendremos que escondernos por algún tiempo más hasta que las cosas se calmen, pero quería poder despedirme de ti.

-Vas a volver algún día, ¿verdad? –Le pregunto con voz de nuevo relajada, asimilando que aquello es lo mejor para que siga vivo.

-Claro que sí. De todas formas, os llamaré de vez en cuando para ver que todo sigue bien por aquí. –Agrega tratando de sonreír sin demostrar tristeza-. Cuidaos, chicos. Me ha alegrado mucho veros, y saber que estáis así de bien, ¡y juntos por fin!

Le devuelvo la sonrisa mientras siento que las lágrimas vuelven a escapar de mis ojos al verlo alejarse despacio, aún mirándonos. Antes de que se dé la vuelta, alzo levemente la voz para despedirme.

-Ten mucho cuidado, Ken.

Él asiente varias veces tratando de verse alegre, para después cruzar rápido la calle y salir de nuestro campo de visión, y siento que aquel nudo en el pecho sigue igual de tenso que al principio. Aún no puedo creerlo.

Me giro para mirar a Genji, quien aún sigue con la vista clavada en el mismo lugar, y lo cierto es que no tengo ni idea de qué decir. Todo está agolpado en mi cerebro.