Capítulo 4

15 1 0
                                    

Capítulo 4

* * * *P.V G. * * * *

No lo entiendo. No entiendo que ese idiota de Makise no termine por rendirse y entregarse a mi causa. ¿No ve que jamás podrá ser el líder, que con una clase no hará nada nunca? Joder... Menudo idiota.

Esta noche estoy cabreado, envuelto en el asco al encontrarme con un obstáculo cuando todo estaba yéndome bien en Suzuran. No sé qué hacer para que Makise se rinda, y no dejo de pensar en el tema, al encontrarme con la imagen de mi padre regodeándose en mi humillación si no conquisto el instituto. No puedo fallar, tengo que ser mejor que él.

El móvil me distrae de mi espiral de frustración, y siento un leve alivio al escuchar la voz de Ken al otro lado. Es un gran tipo, a pesar de que lo conozco poco, pero es algo que puede palparse de lo evidente que es.

-Hola. ¿Cómo vas? –Le saludo, pasando a fumar para esperar la respuesta.

-Bien, mañana estaré de vuelta en la ciudad y nos pondremos a tope con tu conquista. ¿Cómo lo llevas? ¿Has avanzado en estos días?

-He conquistado varias clases sin problemas, pero me he atascado con una. Una importante, además. El jefe es poderoso y su gente fiel.

-¿Te has enfrentado a ese tío ya?

-En esta semana le he derrotado tres veces, la última ayer. No le importa porque aún así le siguen.

-Con ese tío entonces luchar no te servirá de nada. Hay que conquistarlo por otros medios, saber si tiene una debilidad... Chuta podrá informarnos de todo eso y trazaremos un plan.

-No sé... –Respondo sin mucho ánimo, bebiendo después con brusquedad.

-¡Claro que sí, Genji! Confía en mí, de verdad. Nos veremos mañana en el bar a las 5. Tengo que colgar.

-De acuerdo, adiós.

Guardo el teléfono de nuevo en el bolsillo del pantalón y medito en las palabras de Ken. Espero que tenga razón, porque si no, esto va a alargarse más de lo posible, y es algo que no puede ocurrir.

Cuando vuelvo a inclinar el vaso para hacer más pequeña la incertidumbre, escucho a mi lado una voz que me resulta conocida, descubriendo que la chica del otro día está en la barra, pidiendo de nuevo whisky.

La miro casi de reojo mientras bebo y se gira en ese instante, como sintiendo mis ojos en ella. Sonríe levemente y comienza a hablarme. Esto va de mal en peor.

-Hola, Genji. ¿No estás con tu amigo Ken? –Pregunta con una sonrisa, no comprendiendo si está burlándose de mí. Yo sigo mi táctica, como cuando conocí a Ruka, e intento ser lo más borde y desinteresado en ella que me es posible, respondiendo con un tono seco y poco amable, sin mirarla.

-Está de viaje.

-¿Qué te ha pasado?

La miro al escuchar su tono preocupado y sorprendido, vislumbrando como se acerca a mí hasta quedar a escasos centímetros, observando mi cara con interés. La verdad es que acabo de flipar tanto con su reacción, a pesar de haber intentado que me aborreciera, que no sé ni qué decir.

Antes de que mi cerebro encontrase las palabras más escuetas y el modo más asqueroso de pronunciarlas, ella habla de nuevo.

-Bueno, es obvio por las heridas que te has pegado con ganas. No me lo digas... eres de Suzuran.

-Qué te importa a ti.

-Realmente nada... Sólo supongo que como no conozco a nadie en la ciudad, salvo a ti y a Ken, mi parte sociable se preocupa por conservaros cerca, y no en el hospital.

Ella vuelve a sonreír y yo vuelvo a no entender a las mujeres. ¿Por qué es así conmigo cuando estoy intentando echarla? Igual le mola este rollo de que sean un cabrón con ella. Decido beber otra vez para evitar decir nada como si me fuera la vida en ello, comprobando con dolor que la herida de mi labio inferior me advierte de que he hecho algo que la ha jodido.

Cuando dejo el vaso me toco y veo como un poco de sangre en mi dedo informa de que algún punto, grapa, o como coño se llame lo que llevo, se ha movido. Airi se acerca de nuevo al observar la escena.

-Esas grapas cutres suelen levantarse cuando están en sitios con tanta actividad. Déjame, te la colocaré de nuevo.

-Está bien. No hace falta. –Me apresuro a decir, aunque inútilmente porque ella ya está de nuevo encima de mí.

-Lo siento si te hago algo de daño. Aunque podrías tocarte alguno de los moratones que tienes para olvidarte del dolor. –Se burla con una sonrisa mirándome a los ojos, haciendo que evite su mirada tras un segundo. Me hace sentir incómodo, de una forma extraña.

-Oye... ¿Sabes lo qué haces? –Le pregunto con un tono relajado, olvidando la rudeza.

-Tranquilo, tengo bastante práctica en estas cosas... tuve que ayudar muchas veces a mi hermano para que mis padres no le pillaran, así que en vez de ir al hospital compraba de esto en la farmacia. Espero poder decir pronto que sé porque soy médico, y no contar esas historias.

Contemplo como se ríe ante la añadidura, descubriendo que estudia medicina y tiene un hermano. Me sorprende que sin conocerme de nada, y tras ver como soy, me trate con tanta dulzura. Siento como sus manos me rozan cuidadosamente y siento su aliento por la cercanía consiguiendo que me encuentre cada vez más incómodo, incluso algo nervioso. Espero que termine pronto, tengo que salir de aquí.

-Bueno, ya está. Intenta tener más cuidado, Genji.

-Gracias. –Digo con velocidad, tratando de parecer normal y no alterado.

-Oye, ¿podrías darme un cigarro? No he conseguido comprar hoy.

La miro un segundo mientras contesto con un lacónico "sí ", sacando la cajetilla y dándoselo cuando aparece Ruka a mi izquierda, saludando al acabar su actuación.

-Hola, Genji ¿Quién es tu amiga?

Intuyo por su sonrisa maliciosa que viene a intentar joder un poco, como de costumbre, para que hable sobre mí. No sé da por vencida.

-Ruka, ella es Airi.

Ambas se saludan muy cortésmente, y Airi le dice que la ha visto un par de veces y lo hace muy bien. Comienzan a intercambiar un par de frases protocolarias mientras yo me levanto y pago a Ushiyama lo que le debo.

-Tengo que irme, chicas. Nos vemos. –Me despido con mi típica indiferencia, poniéndome la chaqueta y abrochando la cremallera hasta arriba, comenzando a alejarme de la barra ante la mirada de las dos. Es entonces cuando empiezo a pensar en que tengo un problema.

No me conviene hacer amistades ni formar lazos de ningún tipo fuera de Suzuran que me distraigan. Debo centrarme en mi único objetivo y pasar de tías, a pesar de lo que mi instinto me pide. Además, al final lo único que se puede conseguir con todo eso son problemas... Paso, paso claramente de cualquier relación.

I wanna changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora