Capítulo 46

9 1 0
                                    

Capítulo 46

* * * P.V.G * * *

Siento que comienza a llover mientras camino hacia el patio trasero de Suzuran, tratando de aparentar indiferencia hacia todo, pero lo cierto es que por dentro estoy bien jodido.

Me siento totalmente expuesto y débil ante Serizawa, cosa que debía ser al revés, sabiendo que tengo aún camino por recorrer.

Todavía no sé por qué le confesé aquello la semana pasada, pero lo hice y ahora no sé cómo mirarle a la cara sin sentirme gilipollas.

Aprieto la mandíbula mientras avanzo más rápido para tratar de dejar aquellos pensamientos atrás, y centrarme en la pelea que voy a tener en unos minutos contra Rindaman. Ese cabrón es más fuerte de lo que me imaginaba, y cada derrota hace que me cabreé más y me sienta frustrado al no avanzar en ninguno de los problemas que tengo.

Cuando llego a la parte de atrás del instituto veo a lo lejos a Serizawa hablando con un tío que no he visto nunca. Parece más mayor que nosotros, tiene el pelo muy corto y no viste el uniforme. La cara de ambos es muy seria, pero lo que realmente me llama la atención es ver que desde el otro lado, un grupo de unos diez tíos se acercan a ambos. Todos van vestidos con un uniforme de instituto blanco.

Me acerco cuando veo que esos tíos encaran a Serizawa y al desconocido. Todos empiezan a vacilarse, y la tensión es evidente. Escucho antes de llegar al lado de Tamao lo que dice el único tío que no va rapado.

-Serizawa, ¿por qué proteges a ese mierda? Nos estamos empezando a cansar de esto, y ya sabes lo que ocurrirá.

-¿Qué pasa? –Interrumpo entrando en escena con calma, observando a los tíos de blanco. Tamao habla pronto sin perder la mueca seria.

-Genji, no te metas en esto.

-Relájate, enano. –Agrego mirándolo desafiante para hacerme respetar, cuando el tío con pelo y un par de dientes de oro habla.

-¿Dejas que este te hable así? ¿Al líder de Suzuran? ¿Quién eres tú?

-Soy Genji Takiya, el líder de Suzuran. –Respondo con firmeza mientras le miro a los ojos y él se ríe.

-¿El líder? ¿Tú? No me creo que alguien como tú sea el que haya ganado a Serizawa.

Lo miro unos segundos notando como la furia me domina, y al instante me abalanzo sobre él propinándole un puñetazo en el pómulo, intentando después golpearlo de nuevo cuando Tamao me separa velozmente. Cuando estamos de nuevo separados, el tío habla de nuevo.

-Este tío acaba de romper la tregua. Los dos institutos estamos de nuevo en guerra, Serizawa. Y tú, Noboru. Ya te encontraremos por ahí. –Dice con enfado para después darse la vuelta y largarse con su séquito. No entiendo nada de lo que dice. ¿Qué tregua?

-¿Sabes lo que acabas de hacer? –Habla Serizawa, interrumpiendo mis pensamientos.

-¿El qué? ¿Quién es este tío? –Añado mirando al desconocido, que dice que lo siente y que no volverá y se larga. Tamao vuelve a hablar sin contestarme.

-Por tu culpa ahora Suzuran vuelve a estar en guerra contra Housen. Siempre haces lo que te da la gana sin pensar en el grupo, por eso no te seguirá nadie aunque nos ganes a todos. Ser el número uno implica ser responsable.

Sus palabras me ha golpeado duramente, y me quedo reflexionando a ceño fruncido mientras lo observo alejarse. Joder, vaya mierda. Lo peor de todo es que tiene razón.

Con cabreo meto las manos en los bolsillos y me doy la vuelta, alejándome de allí y olvidando los planes que tenía organizados. Maldigo por dentro mi suerte, y pienso en cómo averiguar que pasó con esa gente y el tío que hablaba con Serizawa.

                                          *                         *                         *                           *

Fumo mientras observo el ir y venir de Ushiyama detrás de la barra. Esta noche el bar está lleno.

Sigo esperando pacientemente a que Ken llegue y pueda conseguir información sobre ese instituto y lo ocurrido en el pasado, pero parece que se está retrasando un poco.

Unos minutos después, el hombre llega a mi lado sin que me dé cuenta, y palmea levemente mi espalda, sentándose al lado izquierdo.

-¿Qué tal, Genji? ¿Cómo van las cosas por Suzuran? –Pregunta mientras hace una señal a Ushiyama para que le sirva lo de siempre.

-Igual. Va a ser complicado hacerse con el control, ya sabes lo que hay.

-Lo vas a lograr. No te desanimes. –Dice con jovialidad mientras yo vuelvo a llevarme el cigarro a los labios, no muy convencido. Tras un breve silencio, voy al tema que me preocupa.

-Oye, Ken. ¿Sabes quién ocupaba el puesto de líder en Suzuran antes que Serizawa y yo?

-Sí. Noboru Kawanishi. Acabó en la cárcel cuando mató al líder del instituto Housen. Ambos siempre han sido rivales, ya sabes... pero aquello hizo que todo se desmadrara. Se esperaban muertes en cualquier momento.

-¿Por eso hicieron una tregua?

-Sí, eso es. Oye... ¿Por qué me preguntas esto? –Dice tras una pausa, mirándome extrañado, y al ver mi cara vuelve a tomar la palabra con asombro y algo de miedo. -¿Has tenido problemas con esa gente?

-He roto la tregua esta mañana al pegarme con uno de esos tíos. El tal Kawanishi estaba allí y ellos le perseguían. Serizawa lo salvó.

-Mierda... –Susurra Ken, perdiendo la mirada en las botellas de en frente.

-Ahora no sólo tengo a los cuervos en contra, también a esos calvos.

-Vale, vale. Vamos a resolver esto. –Agrega tras salir de su abstracción, mirándome. –Pero, Genji: debes tener mucho cuidado, y no sólo con la gente de Housen, son con los propios tíos de Suzuran. Ahora mismo los has metido en un buen lío. Debes solucionarlo o lo perderás todo.

Aprieto la mandíbula mientras asiento levemente, sabiendo que tiene razón. Tengo que arreglar mi propia mierda, aunque no sé por dónde empezar.

Ken se disculpa mientras se levanta para ir al lavabo, dejándome pensativo.

Agarro mi vaso y lo vacío de un trago, girándome hacia el lugar del escenario para contemplar a la muchedumbre divirtiéndose, ajena de problemas. Igualito que yo.

Cerca de la puerta del local diviso a Ruka, quien mira el reloj cuando un segundo después, aparece Airi en el garito y la saluda con alegría.

Ambas se ponen a hablar y se introducen en el interior, quedándose en la parte alta, frente al escenario donde un grupo toca una canción lenta y algo moñas.

Nuestras miradas se encuentran cuando las dos paran de hablar, y Airi lleva la vista a la barra. De pronto la mueca de su rostro ya no es tranquila ni alegre. Se pone seria y me mira unos segundos, en los que yo mantengo su mirada. Me pregunto si su hermano le habrá dicho algo o piensa hacerlo... no, claro que no. Serizawa sólo quiere que desaparezca de su vida.

Unos segundos después veo que las dos se giran hacia atrás para recibir a un tío que acaba de llegar. Es el que vi la última vez dándose el lote con Airi.

Ahora distingo mejor sus facciones, además de ver que es alto, y tiene perilla y bigote. No sé por qué, pero empiezo a sentir calor por dentro: el calor de la ira.

Los tres hablan animadamente hasta que Ruka se marcha, y Airi vuelve a posar los ojos en mí unos segundos, pero el tipo la distrae agarrándola de la cintura para que lo mire, y entonces se besan con ganas.

Unos minutos después se separan y se alejan del lugar, volviendo a la planta baja mientras conversan animadamente y yo he dejado de existir para Airi. De pronto me siento como un puto gilipollas, con lo que me levanto apagando el cigarro bruscamente, y me dispongo a largarme cuando Ken vuelve y a ceño fruncido me pregunta.

-Genji ¿Qué pasa, dónde vas?

-A casa. –Le suelto fríamente, de una forma borde y me encamino hacia la salida dejándolo muy rayado.

I wanna changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora