Capítulo 65
* * * P.V.A * * *
Miro el reloj mientras salgo del tren rápidamente, observando que aún no son las cinco de la tarde, con lo que suspiro con alivio al saber que Narumi debe estar en su casa y voy a poder pillarlo.
Hace un semana que prácticamente no hablamos, y es algo que me extraña mucho. Normalmente, y aunque él esté ocupado, suele llamarme o darme conversación cuando lo hago yo al no poder quedar, pero desde hace días siento que está raro y evita que pasemos tiempo juntos, excusándose en que tiene mucho lío.
Los pensamientos sobre que puede que sepa algo o lo sospeche han estado atormentándome por días, hasta que he sido capaz de henchirme de valor y presentarme ante él para averiguar qué sucede, y de paso contarle la verdad de una vez. Si sigo callándome no sólo voy a volverme loca, sino que él acabará sabiéndolo por otro medio y todo será mucho peor para él.
Mientras me voy acercando a la puerta de casa de Narumi siento que el nudo en mi garganta es más denso, y amenaza con cortarme el habla y la respiración, con lo que tengo que luchar contra ello fuertemente, repitiéndome con fervor que tengo que hacerlo y dejar de ser tan cobarde. Además, se lo debo. Tengo que hacerlo por él, y aguantar todo lo que me diga, porque lo merezco.
Llamo a la puerta todo lo firme que soy capaz, agarrándome las manos mientras intento tranquilizarme inspirando con fuerza, cuando al poco tiempo alzo los ojos y encuentro a la madre de Narumi, recibiéndome con una alegre sonrisa.
-Hola, Airi. Pasa, por favor. –Me saluda, dejándome paso hacia el interior. Tras una reverencia entro dándole las gracias.
-Gracias, señora Taiga. ¿Está Narumi en casa?
-Sí. Tienes suerte, aún no se ha ido a su entrenamiento. Está arriba en su habitación. ¿Quieres tomar algo?
-No se moleste, de verdad. Mi visita será breve. –La sonrío tras descalzarme, volviendo a darle las gracias para después ponernos en marcha hacia el interior.
La joven mujer alza la voz para avisar a su hijo de mi llegada, y me dice que suba y no dude en pedirle cualquier cosa que necesite. Vuelvo a dar las gracias cortésmente y subo las escaleras despacio, sintiendo que voy a desmayarme en cualquier momento ante lo que se me viene.
Antes de que llame él abre la puerta, y una torcida sonrisa aparece en su rostro tranquilo, lo que me hace relajarme un instante. Al menos no parece enfadado si lo está, eso hará las cosas más sencillas.
-Vaya, ¿cómo tú por aquí? Creía que estarías estudiando. –Dice mientras me deja pasar y cierra la puerta, diciéndome con un gesto de mano que me siente en la cama.
-Hoy lo llevo bien, y como hacía días que no nos veíamos, he decidido pasarme y ver qué tal te va, aunque sólo tengamos unos minutos. Sé que tienes que irte dentro de poco. –Agrego, explicándome.
-Bueno, las cosas van bien. –Agrega con indiferencia, sentándose en la silla de su escritorio, mirándome-. He estado ocupado en el instituto estos días. Ha habido alguna que otra novedad.
-¿Entonces todo está bien? ¿También entre nosotros? –Pregunto con miedo cuando él asiente. Un silencio nos envuelve por un minuto antes de que responda con una sonrisa.
-Claro, ¿es que ha pasado algo?
Trago con disimulo mientras sostengo su mirada, vislumbrando que en su sonrisa hay algo irónico que le hace reír, pero ya no sé si es mi paranoia o qué. En fin, ahí voy...
-No ha pasado nada entre nosotros, pero quiero hablarte de algo.
-Bien, adelante. Te escucho.
Inspiro y bajo la mirada un segundo para volver a juntar valor, cuando mi primera palabra es interrumpida por el sonido de su móvil. Joder, qué sufrimiento.
-Discúlpame un segundo. Tengo que responder. –Dice velozmente, saliendo del cuarto mientras descuelga y deja la puerta entornada.
Me llevo las manos a la cara a la vez que suspiro mientras trato de eliminar la tensión antes de que me explote la cabeza, volviendo a inspirar mientras me levanto de la cama y paseo por el cuarto, escuchando de fondo la voz de Narumi. Pronto pongo atención en oír lo que dice cuando intenta hablar en voz baja.
-No hagáis nada hasta que yo llegue, no tardaré mucho. Hay que pillarlo por sorpresa. No, da igual que estén sus amigos, o se largue de Suzuran. No quiero que nadie que no sea yo le diga nada sobre lo de Airi. Quiero disfrutar de ese momento mientras se traga los dientes.
No puede ser, no puede ser... ¿Está hablando de lo que creo? Dios mío, tengo que hacer algo.
Mi mente se detiene en cuanto la puerta se abre y aparece Narumi de nuevo. No puedo evitar que un escalofrío me recorra de pies a cabeza mientras observo su tranquilidad. ¡Se supone que lo sabe!
-Bueno, ¿qué ibas a decirme? No me gustaría ser descortés –agrega tras un silencio-, pero tengo que irme ya.
-Podemos hablar luego.
Él asiente después de que logre escupir mi frase con toda la calma que puedo. Narumi asiente y se levanta a la vez que yo, y me acompaña en silencio hasta la puerta de la entrada. Cuando abre para que salga me mira a los ojos con una mueca seria antes de que me aleje de su porche.
-Te veré dentro de un rato.
No puedo fingir en esta ocasión, simplemente lo miro durante unos segundos antes de largarme veloz, sabiendo ahora que lo sabe todo, y que me espera a mí también en Suzuran, donde ya estarán sus amigos esperando para hacerle algo a Genji.
* * * P.V.G * * *
Miro hacia el cielo cuando siento que una gota acababa de caerme encima, y observo que los nubarrones del atardecer confirman mi pensamiento mientras sigo caminando para salir de Suzuran por la parte posterior, rodeando el gimnasio.
Saco un cigarro y lo enciendo mientras ando por el descampado de detrás de nuestro colegio, enmarcado entre árboles y algún edificio de trabajo, cuando vislumbro que de frente aparecen varios tíos con el uniforme de Housen.
Los tíos se acercan mirándome fijamente, y pronto me doy cuenta de que por detrás también han aparecido otros tantos, formando un grupo de alrededor de 15. Me paro y me giro a la nueva horda al ver que al frente va Taiga con cara de pocos amigos.
-¿Qué quieres? –Pregunto tras tirar el cigarro, mirándole cuando todos se detienen a unos metros de mí.
-Enseñarte un poco de respeto y educación, con un método que hará que no olvides que tirarte a la chica de otro tío está mal.
Le mantengo la mirada todo lo indiferente que puedo para que no note mi sorpresa al descubrir que sabe aquello, y me dice que me he buscado problemas con el tío equivocado, antes de que sus esbirros calvos se abalancen sobre mí.
Me da tiempo únicamente a dar un paso y evitar que el primer tío que tengo delante no me dé un puñetazo, pero siento como me agarran los de detrás y me tiran al suelo, empezando a darme patadas mientras lucho por levantarme y evitar que me den una paliza.
Cuando consigo ponerme de pie y derribar a unos cuantos a puñetazos, ya muy cabreado, veo como aquel sentimiento se magnifica al ver a Taiga a unos metros contemplar como me linchan, con cara de satisfacción. Un segundo después estoy en el suelo otra vez tras una vorágine de puñetazos y patadas.
Pongo todas mis fuerzas en luchar contra el dolor de mi cuerpo y levantarme del suelo, que empieza a humedecerse por la fina lluvia, y miro a Narumi mientras trato de que mi voz suene firme.
-Venga, ya puedes venir tú a por mí, cobarde. No querrás que tus calvos sean los que se lleven el mérito.
Me esfuerzo por sonreír con sorna, viendo como su cara se compunge por la rabia y empieza a caminar con decisión hacia mí, con lo que me pongo recto y trato de ser capaz de esquivar su puño, pero aunque lo consigo con el primer golpe que va directo a mi cara, me trago el segundo.
La lucha entre nosotros es mucho más feroz. La rabia de los dos es palpable prácticamente, y la simple idea de perder contra él me hace cabrearme más, pero siento como mi cuerpo empieza a fallarme, y vuelvo a tragarme su puño dos veces más, cayendo al suelo cuando de pronto la voz de Airi suena a gritos pidiéndole que pare.
![](https://img.wattpad.com/cover/353190035-288-k956763.jpg)
ESTÁS LEYENDO
I wanna change
FanfictionGenji intenta hacerse con el liderazgo de Suzuran en el último año luchando contra Serizawa, y todos los problemas que se van sumando, descubriendo que unir a los cuervos es más difícil de lo esperado, sobre todo, cuando tendrá que lidiar con sus se...