— ¿Estás buscando esto?
Su rizada cabeza aparece en mi campo de visión. Después es su cuerpo entero y ya está completamente materializado frente a mí, con el bendito mechero en una mano y la otra metida dentro del bolsillo de su saco. Su estado es enfermizo: con las bolsas por debajo de los ojos muy marcadas y el cabello grasiento. Lo más seguro es que yo también me encuentre igual de sucia.
De sus labios se esboza una media sonrisa que no le llega a los ojos; estos, por el contrario, tienen la expresión más seria que jamás haya visto. Estiro el brazo (aún con el cigarrillo colgando de mis labios) para coger el encendedor, pero éste rápidamente cierra la palma de su mano y con ello, el objeto queda fuera de mi vista.
—Te arrepentirías —esa sonrisa desagradable se acentúa aún más antes de pasar por mi lado para apoyarse en la baranda más cercana—. No ahora, pero si más tarde, cuando no puedas dejarlo.
—Porque estás aquí, ¿Harry?—me acerco a él lentamente, pues no puedo evitar sentir miedo de su reacción, después de ver como golpeaba despiadadamente a Louis.
Su silueta contra la baranda, los viejos edificios de fondo y el cielo encapotado conforman lo que sería el escenario perfecto para un suicidio adolescente; él podría subirse sobre la baranda de hierro y extender sus brazos como un pájaro para después lanzarse al vacío y convertirse en nada.
—Quería venir a ver como estaba—responde dándome la espalda. Una bocanada de humo se extiende sobre su cabeza para fundirse en el cielo, como el humo que expenden las locomotoras en su andar. Suelto una carcajada— ¿Qué?
— ¿Estas de broma o algo?—por fin, quito el cigarrillo de mis labios, pero lo guardo en el bolsillo de mi chaqueta para otra ocasión.Hay miles de personas que podrían ofrecerme un mechero. Hasta la cajera de la cafetería—. Casi lo matas y ahora, ¿ahora vienes a ver como esta? No tienes sentido.
—Se llama remordimiento y evidentemente es algo de lo que tu careces—se vuelve hacia mí para comenzar a acercarse lentamente. Debe de haber fumado muchísimo hoy, puesto que su ropa apesta a nicotina— ¿Fue con lengua o solo labios, Sky?
Nuestros rostros se encuentran a solo un par de centímetros que podrían acabarse con una impulsividad que espero no cometer.
Me alejo, justamente para no verme tentada y mantengo mi expresión neutra, con el fin de parecer lo más tranquila posible.
—Él me beso, Harry—me defiendo. Pero tampoco deseo que su rabia aciaga toda sobre Louis, por lo que agrego: — Estaba borracho y yo un poco despistada. Solo ha sido un error. Nada más.
—Bebé, lo que ocurre una vez puede ocurrir treinta y esta si no me equivoco, es la segunda vez que se besan—su mirada sigue siendo fría y distante, a pesar de mantener esa sonrisa que desearía borrar con una goma.
—Ya te dije que estaba borracho.
No tengo más argumentos para defenderme; he dicho todo lo que podía decir en mi situación y si él no quiere aceptarlo, pues entonces quedará así.
—No lo entiendo—repone segundos después, tirando de su cabello—. Sabes que Penny murió hace muy poco y que estoy como la mierda, pero sin embargo tenías que aparecer en esa fiesta y ''besarlo por equivocación'', pero, ¿cómo quieres que yo lo entienda? ¡Tú deberías entenderme a mí!
Y eso es justamente lo que más me frustra de toda esta situación: como él es la víctima en gran parte por la pérdida de su abuela, entonces soy yo la que no puede ni siquiera levantar la voz en la discusión, porque sé que algo así sería desconsiderado, dada su posición.
