Capitulo #43

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Las gotas de lluvia nublan la ventana que da al enorme patio externo del instituto Sparks, impidiendo así, que mi atención se desvié de la clase de Economía. El profesor Ghers está dando indicaciones sobre cómo utilizar los gráficos en la materia,-algo que supuestamente será útil para todo el año- pero mi cabeza solo esta tan ocupada cargando con otros problemas que no puedo escuchar a ese viejo maestro dar su clase.

Han pasado ya cuatro días desde que da fin a nuestra relación, pero el dolor esta ahí, como en el primer día. Cada noche siento un profundo vacío en el pecho y al momento de pasar frente al gimnasio donde el entrena-meramente necesario ya que esta al paso de la cafetería-, el impulso de desviarme de camino y observarlo moverse sobre el ring está a punto de vencer a la razón, que me recuerda que está mal. Tampoco pude dejar de pensar en su abuela, en su casa, en el aroma de las sabanas de su cama, en todo.

Ese es el problema de pasar muchos momentos con una persona: que después, cuando todo acaba, no son más que lastimosos recuerdos que te raspan el alma.

Lena escucho pacientemente cada cosa que tuve para decirle, pero para mi sorpresa, no hizo más que sonreír, mientras su mano descansaba sobre mi hombro en un gesto tranquilizante.

-Sé que ahora duele y todas esas cosas, pero más adelante, lo superaras-y con ello, guardo los libros en su taquilla y se ajustó la mochila sobre la espalda-. Lo mejor es buscar una distracción.

-¿No vas a decirme nada más? algo como... ¿no te rindas con la persona que amas? -pregunte, haciendo caso omiso de su ultimo comentario. La seguí por el corredor principal como quien persigue a su cantante preferido en la calle.

-Sky -suspiro, deteniéndose en seco para volverse hacia mí-. No voy a mentirte, pero creo que esta fue la mejor decisión que tomaste en tu vida. Digo, ¿habías considerado quien es Harry Styles antes de enamorarte del?

-¿A qué te refieres?-mis cejas se hundieron hacia abajo. Ajuste mi bolso, que estaba a punto de resbalar de mi hombro- ¿Porque me dices esto ahora como si de repente lo odiaras?

-No lo odio-rodeo los ojos en un suspiro. Dio un puntapié en el piso encerado cuando se volvía para quedar cara a cara conmigo - Pero tú, querida amiga, eres demasiado linda y buena para alguien como él...creo que te mereces al mejor hombre del mundo.

-Entonces puedo desear a Leo DiCaprio o a Brad Pitt -bromee y ambas rompimos en carcajadas, mientras nos dirigíamos a nuestra próxima clase.

No había reparado en la voz del profesor Ghers dirigiéndose hacia mí hasta que agito mi hombro con su apergaminada mano.

-¡Señorita Jones! -reclama. El aún tiene su mano sobre mi cuerpo y, cuando observo su contacto en mi hombro, se aleja inmediatamente-. Me preocupa su poco rendimiento dentro de la clase.

Lena ríe por lo bajo en su asiento contiguo al mío, como lo hacen la mayoría de estudiantes del salón. Me pregunto cuanto tiempo estuve ensimismada en mis pensamientos hasta que volví a la realidad.

-Yo...lo siento-digo, deseando que sea posible volverse diminuto; últimamente he atravesado tantas situaciones vergonzosas que ser minúscula no me vendría nada mal-. No volverá a suceder.

-Siempre dicen lo mismo, ¡siempre! -se queja Ghers, regresando a su escritorio entre un laberinto de bancos y mochilas desparramadas -. Si tanto lo siente, entonces podrá hacer un informe sobre la importancia de gráficos en la economía para demostrar su arrepentimiento, ¡para el viernes sin falta!

Me veo rodeando los ojos ante sus palabras.

El resto de la clase me dedico a observarlo sin despegar ojo y anoto cada cosa que dice, no para recompensar lo ocurrido anteriormente, sino para tener en cuenta lo anotado cuando deba realizar el informe y claramente no tenga la más pálida idea de cuál es la importancia de un estúpido gráfico matemático. Para cuando suena la campana del receso, los dedos me duelen de tanto escribir y la cabeza ya comenzó a palpitar como siempre lo hace. Tomo mis cosas y me largo sin siquiera esperar a Lena. En el pasillo, tengo que esquivar a las personas como rocas en el camino, solo que estas son personas, unas muy odiosas personas.

KeeperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora