Mi mano se va hasta mi boca automáticamente. De otra forma, ya hubiera maldecido algo que me hubiera delatado.
Siento sus pasos escudriñando la habitación en busca del ruido. Pasa por la fila de casilleros de al lado y hasta por la de atrás, pero no parece captar que hay una escoba en el piso sobre esta fila. Suelto un suspiro de alivio cuando se vuelve hacia Harry, rendido a encontrar al causante del ruido, rendido a encontrarme.
-Esto no es todo...-le dice y desaparece de la habitación.
Mi respiración se normaliza, tanto por que no me hayan descubierto, tanto porque ese maldito dejo de gritarle a Harry. Aún no descifro de quien se trata, pero planeo preguntarle a Lena más tarde.
Espero el tiempo suficiente a que Harry haya abandonado el vestíbulo y luego salgo a carrera de ese húmedo y sudoroso lugar. Si, sudoroso. No encuentro otro término para describir un lugar lleno del olor a transpiración de los tantos chicos que pasan por aquí.
Llevo mi mano al hombro de Zeeke y este se voltea en mi dirección enseguida:-Ya podemos irnos.
Mi auto se asimila a esos carros de payasos de circo: Hay por lo menos cinco personas amontonadas en los asientos de atrás y tres-incluyéndome- en la parte delantera. Dado que no hay señales de un cuerpo sin alcohol en la sangre, me toca conducir. El camino hasta la casa de Peter está lleno subidas y bajadas sin contar los frondosos caminos de tierra que en más de una ocasión lograron que me golpee la cabeza contra la ventanilla. No paro de pensar en lo estúpida que fui: Desde entrar al vestíbulo de los chicos hasta escabullirme para escuchar una conversación privada y, a final de cuentas, ni siquiera puede hablar con Harry que era lo único que quería.
Observo a Lena con la esperanza de poder preguntarle acerca de aquel hombre, pero su estado me indica que no podré hacerlo ni ahora ni en un buen rato. Quizá mañana, si es que no cae en un coma alcohólico. La chica que va con ella en el asiento del pasajero está sobre su regazo. Le toca la pierna constantemente y me pregunto si Lena lo permitiría si estuviera consciente.
El GPS que programo Zeeke antes de salir indica que estamos a menos de un minuto de llegar. Observo a mis alrededores y no lo comprendo, pues lo único que localizo en esta desértica y oscura calle, son mis presentimientos de que la embriaguez actuó sobre Zeeke a la hora de escribir el destino en el GPS.
-¿Es por aquí?-pregunto en voz alta, sus risas son descontroladas y de otro modo no escucharían. Busco la botella de agua que siempre tengo por si acaso y con una mano maniobro para destaparla. Nadie me contesta, así que creo que vendría bien un poco de agua.
-¡Zorra!-grita Zeeke desde atrás-. ¡Llegaré a la fiesta empapado!
-Pues si me dijeras donde es la maldita casa los últimos treinta segundos no hubieran ocurrido- respondo pero no tapo la botella, por si acaso.
-Justo a la esquina- participa Peter con voz desequilibrada. ¿Acaso hay alguien que no esté borracho en este automóvil?
Echo una mirada completa a los asientos de atrás: Zeeke habla con Joshua Smith(borrachos), Peter dibuja personas en la ventanilla recubierta de vaho,(borracho) Y del otro lado, justo detrás de mi asiento está el chico extra que no conozco(sorprendentemente quieto y hasta con aroma a colonia Tommy Hilfiger). Este me regala una sonrisa cuando nuestras miradas se encuentran, pero es solo un segundo, antes de que vuelva la vista a la carretera.
Milagrosamente encontramos la casa de Peter, que resultó ser una mansión plagada de estudiantes que llegaron antes que el mismo dueño de la casa. ¡Qué descontrol, que desorden! Más allá de que me gusten las fiestas, jamás tendría tan poco respeto hacia mi casa para arruinarla de esta manera. Nos cuesta un par de minutos encontrar un lugar donde dejar el auto porque la calle está ocupada por lo menos hasta dos kilómetros a la redonda. Todos nos bajamos (la mitad tambaleando peligrosamente) y antes de comenzar a caminar hasta la casa, Joshua nos pide que esperemos a sus amigos, que supuestamente se encuentran a tres minutos del lugar.
La idea de estar en el medio de este bosque asfaltado con cinco borrachos me incomoda y ruego que aquellos amigos de verdad estén por llegar.
Diez minutos después, un grupo de chicos bastante similar al de Zeeke, se acerca y nos encaminamos hacia la mansión. Pero Zeeke no está.
-¿Zeeke?-digo y me vuelvo. No hay tiempo para estas estupideces-. Vamos idiota, es hora de la fiesta- Nada. Todos me acompañan-más allá de tener poca conciencia- y ayudan a buscarlo.
-¡Aquí esta!-dice la chica que estaba sentada sobre Lena, señalando a un arbusto.
-Miren chicos, estoy incubando-dice Zeeke, en una posición extraña. Todos reímos, hasta yo lo hago. Peter lo ayuda a caminar antes de que pierda el equilibrio y por fin nos dirigimos hacia la entrada de la casa.
-Me parece que somos los únicos sobrios aquí-aquel chico que no conozco aparece a mi lado. Solo a esta distancia puedo notar que tiene los ojos celestes y no grises. Le regalo una sonrisa y vuelvo la vista al camino, ya estamos llegando-. Louis Tomlinson.
-Sky Jones- digo como quien no quiere pasar un momento de silencio incómodo. El mantiene la vista en el pavimento y patea una lata de cerveza que se cruza en su camino.
-¿Jones?-su cabeza se gira bruscamente en mi dirección-. ¿De el mismo criminal, Dean Jones, que despareció hace cuanto, dos meses?
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Ya somos 10kkkkkkkkkkk. Yes. De nuevo gracias y mas gracias♥
Les deseo el mejor año nuevo y que su 2015 sea el mejor de los mejores♥
Antes de terminar con esta nota de autora tengo que admitir que cada vez que subo un capitulo me pongo sumamente nerviosa (? No se, es algo que me ocurre siempre, es que no se si la gente querrá leer mis cosas y temo que un día suba capitulo y nadie lo vuelva a leer. Esa es otra de las razones por las cuales a veces no actualizo todos los días. En fin, siempre me sorprenden (:
Pregunta: ¿De que pais son y cuantos años tienen? Yo soy de Argentina y tengo 14 años!♥
Maggie
