ECOS DEL PASADO

👉 1. DE VUELTA AL PASADO 👈

Bajo la ventana del auto y subo mis pies encima del tablero, casi tocando el parabrisas. No conforme con eso, vuelvo a subir la ventana del auto.

Estaba incómoda e insoportable. Y eso, mi padre lo sabía muy bien.

― ¿Quieres calmarte? Por favor.

Resople.

Él sabía que eso era algo imposible, considerando la situación actual. Pues el contexto se resumía en pocas palabras: mi padre y yo dirigiéndonos de vuelta a nuestro antiguo hogar, junto a ellas... mi madre y Billy.

―Lily, deja de jugar con la ventana o la romperás ―dice entre dientes, sin despegar ni un segundo la vista de la carretera.

―No quiero ir ―repito por milésima vez en el camino. No es un secreto entre nosotros mi disgusto por ir a verlas.

Hace más de cinco años que no veo a ninguna de las dos y, siendo sincera, hubiese preferido que siguiese así. No quiero ni imaginar cómo será nuestro reencuentro, o cómo conviviremos todos juntos durante una semana... siete días, 168 horas.

― ¡No quiero! ―exclamo en un susurro.

―No seas exagerada, Lily. ¿No te emociona ver de nuevo a tu madre y hermana? Hace más de cinco años que no las ves.

Y repito, hubiese preferido que así hubiese seguido.

―Lily, ¿aún sigues molesta por la pequeña discusión de hace años?

―Yo no llamaría 'pequeña discusión' a algo que terminó con un divorcio y problemas legales ―concluí, recordando perfectamente el pasado.

Mi padre, Lázaro, se queda en silencio, sin palabras para contraatacar.

Durante el resto del viaje, nadie dice nada. Yo continúo jugando con la ventana del auto. Me distraigo viendo la carretera y escuchando música a todo volumen por medio de mis auriculares, así hasta quedarme completamente dormida.

💠🔷💠

«― ¿Lily? Lily despierta, cariño ―siento movimiento a mi alrededor. Abro los ojos, confundida, y me encuentro con mi padre frente a mí. Él está asustado, hiperventilando, casi llorando.

― ¿Papá?

―Levántate, cariño ―él me saca de la cama, deprisa. Me carga y comienza a correr directamente a la salida. Yo estoy tan confundida como adormecida, no soy consciente de nada hasta que logramos salir de casa, justo segundos antes de que esta explote.»

― ¿Lily?

Abro los ojos al escuchar la voz de mi padre. Él se encuentra viéndome desde el asiento del conductor, frunciendo las cejas.

― ¿Tuviste una pesadilla? Casi gritas ―sonríe con burla.

Bajo la mirada, porque más que haber sido una simple pesadilla, fue un recuerdo.

―Hemos llegado a nuestro hogar.

Hogar... hogar que dejó de serlo aquella noche en que todo explotó.

No quería volver, no quería volver a verla a ella...

― ¡Papá! ¡Lily! ―grita entusiasmada. Ella corre bajando las escaleras de la entrada para llegar hasta el auto.

Papá es el primero en salir y abrazarla con emoción. Veo como ambos se funden en un inseparable y cariñoso abrazo, mientras que yo me tomo mi tiempo para salir. Mi padre, al ver que no he bajado del coche, me regaña con la mirada.

― ¿Lily? ―pregunta ella, al verme salir. Ella se acerca con pasos lentos hasta quedar frente a frente. Su sonrisa aparenta felicidad, aunque la realidad es que no lo está. No la siente.