ECOS DEL PASADO

👉 11. COSAS DEL PASADO 👈

Uno de los grandes miedos que tenía al ingresar a este instituto, era el hecho de formar vínculos, relacionarme con nuevas personas y todo el proceso que conllevaría mi integración. Sin embargo, ese proceso fue mucho más fácil con la ayuda de mis nuevas amigas.

Las gemelas "chismosas" que conocí en los vestidores resultaron ser mejores de lo que pensé en un inicio. Sara y Saraí me presentaron a sus amigos, los profesores que aún no conocía, las instalaciones del instituto y todo lo necesario para adaptarme; ellas hicieron todo lo que creí que haría Billy por mí.

Ella continuaba distante. Solo se dirigía a mí para pedirme algo a cambio. Era consciente de que Billy no quería que me acercase a Christian, pero evitarlo se hacía cada vez más complicado, ya que compartíamos tres clases, por lo que ignorarlo para siempre no era una opción.

En la clase de psicología, cuando la profesora nos solicitó formar equipos, Christian me invitó a unirme al suyo. Sin embargo, lamentablemente no acepté y terminé en el equipo de Sara. Una situación parecida sucedió en la clase de Álgebra, donde Henry y Christian me propusieron unirme a ellos, y nuevamente, con tristeza, rechacé la invitación de Christian.

Ahora, en la clase de biología, me encontraba nuevamente en contradicción, ya que, por un lado, estaba para formar pareja con Christian y, por el otro, con alguien desconocido.

― ¿Me aceptarás esta vez? ―cuestiona él, con una sonrisa.

Ser pareja de equipo con Christian conllevaría ser más cercana a él, cosa que Billy no aprobaría en lo absoluto. Pero, ¿qué estoy pensando? Acaso, ¿me estoy escuchando? Durante estos tres días no he hecho nada más que evitar a Christian, un chico que ha sido increíble conmigo, que me ha ofrecido su amistad y compañía, y yo le respondo con frialdad, solo por seguir las indicaciones de Billy...

Pensar en eso me lleva al pasado, a recordar todo lo que hice por Billy, cómo la obedecí en aquel entonces; cumplí con todo lo que me pidió y las cosas terminaron mal. No deseo que la historia se repita. Después de todo, solo seré compañera de Christian en una de las tres materias. No tiene por qué ser un gran problema.

―Sí, seré tu pareja.

― ¡Increíble!

Christian luce feliz, al igual que aliviado.

―Si me hubieses rechazado de nuevo, juraría que me estás evadiendo ―dice en broma, aunque con cierta verdad en sus palabras.

― ¡Claro que no! ―sonrío y continúo prestándole atención a la clase.

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Al llegar la hora del receso, como siempre, me reencuentro con mis amigos para desayunar.

― ¿En serio? ―arqueo las cejas y lo sigo escuchando con atención, pues Henry nos cuenta cómo salvó a su madre de ser mordida por una víbora.

Las gemelas dejaron de cuestionarlo acerca de sus antiguos amigos, ya que aceptaron que él no quiere hablar al respecto. Por ello, ahora estamos más que satisfechas al ver que él se integra más a nosotras y nos comparte divertidas y heroicas anécdotas.

― ¡Vaya, tú sí que eres valiente! ―exclama Sara.

―Y muy fuerte ―le sigue la gemela.

Henry se sonroja un poco, pero eso es más evidente cuando Sara le afirma lo siguiente:

―La chica afortunada se sacará la lotería contigo, Henry. ¿Verdad, Lily?

― ¡Sí! ―afirmo de acuerdo con ella.

―Bueno... no es para... no es para tanto ―dice nervioso.

―Por supuesto que sí, eres una persona increíble ―le doy una sonrisa y él desvía su mirada, aún nervioso.