👉 34. PASADO 👈

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Los días transcurrían rápidamente en la misma rutina, ya que todo parecía continuar igual: Billy ignorándome, Henry distanciándose, mis amigas brindándome apoyo, y Christian fugándose conmigo tras las clases para ir al parque o a la plaza, donde nos divertíamos riendo, charlando o besándonos.

Todo estaba tranquilo hasta que llegó el esperado día. Mis padres se despidieron de nosotras esta mañana. Hubo lágrimas por parte de mi madre, quien estaba emocionada por ir a aquella clínica, así como preocupada por dejarnos solas.

Aún recuerdo sus palabras de despedida: "Cuídense la una a la otra, son hermanas", dijo antes de subir al auto.

Yo le haría fiel a mi promesa de no pelear con Billy; por eso, tan pronto como mis padres se fueron, yo también me fui, diciéndole a mi hermana que saldría con mis amigas, aunque la verdad no era esa. Salí de casa y me oculté en los arbustos de enfrente hasta que Christian vino a acompañarme, y así, ambos esperamos a que Billy saliera a visitar a Sak.

Una vez que Billy se marchó, dejando la casa sola, Christian y yo aprovechamos el momento con el fin de adentrarnos a su habitación y buscar evidencia en su contra. No obstante, tal y como la última vez en la que intenté entrar, la puerta se encontraba cerrada bajo llave.

Afortunadamente, tengo un novio brillante que vino preparado y, con una simple y rápida técnica con un par de pasadores, logró abrir la puerta sin problemas.

Ambos entramos y esculcamos cada rincón de la habitación, ya que Billy había cambiado de escondite la caja negra que contenía la evidencia. Al paso de 10 minutos, finalmente logré encontrar la caja escondida en el interior de un cesto con ropa sucia.

Buen escondite, Billy.

Sin hallar más pruebas, Christian y yo salimos de la habitación, dejándola intacta, como si nadie hubiese estado explorando por doquier.

💠🔷💠

En ese momento, mi novio y yo estábamos en su habitación, sentados en su cama. Yo reposaba en su hombro mientras él descansaba su cabeza sobre la mía. Juntos, disfrutábamos tranquilamente de la saga de Harry Potter, mi favorita.

De pronto, justamente en nuestra escena preferida, mi celular comenzó a sonar en señal de llamada... otra vez.

―Debe de ser Billy, de nuevo ―susurro con voz cansada.

― ¿Vas a contestar esta vez?

Niego, ya que no entiendo por qué tanta insistencia si sabe que estoy con "mis amigas".

―Cree que estoy con las gemelas, así que dejará de llamarme ―le recuerdo.

― ¿Y si ya se comunicó con ellas?

―No lo creo, pero de ser así, dijeron que me encubrirían ―le explico a mi novio, quien me ve con una gran sonrisa.

―Eres una mentirosita ―dice en broma, poniéndose sobre mí.

―Sí, pero miento por ti ―digo, haciéndolo reír.

―Por eso y más, te amo ―susurra.

Christian se inclina lentamente hacia mí, y con un gesto lleno de ternura deposita un suave beso en mis labios. Con cuidado, me acomoda sobre su cama con la delicadeza que solo él posee, elevando así la intensidad de nuestros sentimientos. Mientras sus labios exploran los míos con pasión, una de sus manos recorre mi pierna con apretones que me estremecen, mientras la otra se desliza con maestría por los botones de mi blusa, acariciando mi piel con una ternura que me hace suspirar de placer. Cada roce, cada caricia, es un susurro de amor e intimidad, llenando la atmósfera de un deseo ardiente.

ECOS DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora