👉 13. OTRA DESAPARICIÓN MÁS 👈

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―¡Basta ya! Son hermanas, no perros y gatos. ¡Dejen de pelear! ―nos regaña mi madre. Tras decir eso, comienza a hiperventilar, se toca el pecho y cae de rodillas al suelo.

― ¡Mamá! ―decimos al unísono.

Ambas corremos hacia ella, ayudándola a ponerse de pie.

―Dejen de pelear... por favor.

Mi madre está pálida, pero, ¿qué le sucede?

― ¿Melisa? ―mi padre entra deprisa y ayuda a sostener a mamá―. Tranquila, te llevaré a tu habitación.

Él se la lleva y nosotras vamos dispuestas a seguirlo, pero nos detiene.

―Las dos, quédense aquí. Hablaré con ustedes en un momento.

Papá se va, dejándonos con miedo y preocupación por nuestra madre.

―Ves lo que ocasionas, Lily.

― ¿Qué? ―niego, sin querer seguir discutiendo con ella.

Salgo de su habitación y me encierro en la mía donde minutos más tarde mi padre entra para hablar conmigo. En resumen, me dicta un discurso pidiéndome que no pelee más con Billy, lo cual me parece casi imposible.

💠🔷💠

Quizás Billy y yo seamos parecidas físicamente, pero en realidad, somos como el agua y el aceite. Sin importar que sea lo que hagamos para llevarnos bien, siempre volvemos a dividirnos.

―En serio, ¿esto te lo hizo ella? ―pregunta Sara, con miedo. Pues se refiere a la bofetada que Billy me dio anoche.

No importa cuánto maquillaje aplicará en mi mejilla; el moretón del golpe no se ocultaba fácilmente. Ahora, Sara estaba encargándose de disimularlo con su maquillaje especial.

―Aún sigues con las heridas que te causó Marcela, y ahora tu hermana te golpea de esta manera... Es inconcebible ―comenta Saraí, molesta y con los brazos cruzados.

―No se lo digan a nadie, por favor ―les pido y ellas me lo prometen.

Una vez que el moretón ha sido cubierto en su totalidad, salimos del baño y nos dirigimos a clase.

Cuando me encuentro con Christian en la asignatura que compartimos juntos, decido dejar de evadirlo y acercarme más a él. Después de todo, Christian es un buen chico y no se merece mi desprecio.

―Me alegro de que ya no me evadas ―dice con una sonrisa.

―Perdoname, Christian. Ya no se volverá a repetir.

Él sonríe, aceptando comenzar de nuevo.

💠🔷💠

La semana transcurre mejor que la anterior; esta vez no me siento mal por evitar a Christian, porque simplemente no lo hago. Las miradas de advertencia de Billy y sus comentarios en casa ya no me afectan, los ignoro y actúo como si ella no me odiara cada vez que me ve con él.

Christian y yo conversamos en clase, caminamos juntos por los pasillos y hasta salimos a tomar helado después de clases. Descubrimos que tenemos más gustos en común de lo que imaginaba; a ambos nos atraen los mismos géneros literarios, películas de suspenso y bandas de música, entre otras cosas.

Cuando llega el miércoles, día de promoción en el cine, Henry, las gemelas y yo salimos juntos.

―No puedo creer que hayan venido antes sin nosotras ―reprocha Saraí, ganándose un pellizco por parte de su hermana―. ¡Oye!

ECOS DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora