𝑃𝑟𝑜𝑙𝑜𝑔𝑜

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El vínculo más fuerte que podrías llegar a tener en tu vida, es con tu familia, ya sea tu madre, tu padre o tu hermano

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El vínculo más fuerte que podrías llegar a tener en tu vida, es con tu familia, ya sea tu madre, tu padre o tu hermano.

El amor entre hermanos es tan complicado de entender, se aman tanto pero aparentan odiarse a muerte.

Un día veintiocho de Diciembre, nacieron dos adorables bebés.

Alexis Nevadas Maldonado.

Quackity Nevadas Maldonado.

Los gemelos tenían el cabello negro, unos brillantes ojos marrones, piel suave y blanca, pequeñas narices respingadas.

Eran unos bebés tan preciosos y con el pasar de los años, su belleza iba en aumento, hasta que un día, los gemelos se encontraban jugando en el pasillo del primer piso de su hogar, jugaban con pistolas de agua, las cuales eran responsables de unir gigantescos charcos en el pasillo.

Alexis comenzó a correr para poder alejarse de Quackity, pero este último resbaló, tropezó y de paso, empujó a su hermano mayor, quién perdió el equilibrio y rodó por las escaleras. El pequeño al escuchar el fuerte golpe de su hermano, se levantó con cuidado del suelo y bajó las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitían, se horrorizó al ver a su gemelo en el suelo, con una gran cortada en su mejilla izquierda, de esta escurría una gran cantidad de sangre.

Una de las empleadas de la casa, soltó lo que tenía en las manos y corrió hacia el pequeño hijo mayor de los empresarios más importantes del país. Sacó su teléfono de uno de los bolsillos del mandil y con las manos temblorosas le llamó a una ambulancia.

–¿Quackity que hiciste? –preguntó su progenitora un tanto asustada.

–Yo... Yo n-no fu-fui –dijo asustado y con lágrimas en los ojos.

–¡Alexis despierta! –dijo la mujer llorando de la angustia– Martha, llévate a Quackity de aquí.

–¿Qué? No... Yo quiero quedarme con Alex –lo interrumpieron.

–¡Obedece Quackity! –exigió la pelinegra.

La empleada cargó al pequeño de ojos marrones y se lo llevó a su habitación, lo encerró, así dejándolo completamente sólo, asustado de toda la sangre que salía del pequeño cuerpo de su gemelo.

–Perdoname, Alexis.

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𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora