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Un pequeño azabache se encontraba en la espaciosa sala de su hogar, viendo una caricatura mientras abrazaba a su peluche

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Un pequeño azabache se encontraba en la espaciosa sala de su hogar, viendo una caricatura mientras abrazaba a su peluche. De pronto, escuchó el chirrido de la puerta principal, una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro y con rapidez se dirigió a la entrada de su casa, estaba emocionado por volver a ver a su hermano, estaba feliz de saber que su hermano mayor se encontraba bien.

Pero su sonrisa decayó al ver la enorme herida en la mejilla izquierda de su gemelo,  Alexis por su lado, frunció el ceño al ver a su hermano hermano, aceleró sus pasos y le arrebató el peluche a su gemelo.

–¡Es tu culpa! –lo empujó levemente.

–Alexis –llamó la mujer de cabello oscuro pero fue ignorada por su primogénito.

–¡Por tu culpa soy un monstruo! ¡Te odio! –dijo con lágrimas inundando sus ojos.

–No... No era mi intención –lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas– No quería que nada de esto sucediera, Alex... –lo interrumpió.

–¡Te odio, Quackity! –lo empujó por última vez– Ya no quiero que seas mi hermano, ¡ya no te quiero! –dijo antes de salir corriendo hacia su habitación.

–¡Alexis! –gritó el padre de los infantes.

–¿Ya no-no me quie-re? –preguntó con la voz quebrada y con las lágrimas cayendo por sus mejillas con más frecuencia.

La mujer solo se dedicó a abrazar a su pequeño y asustadizo hijo.

Habían pasado dos días, y aún seguía sin encontrarse a aquel castaño que se había adueñado por completo de sus pensamientos, ya no pensaba en otra cosa que en aquel chico de ojos rubíes, se sentía todo un obsesionado pero no podían culparlo

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Habían pasado dos días, y aún seguía sin encontrarse a aquel castaño que se había adueñado por completo de sus pensamientos, ya no pensaba en otra cosa que en aquel chico de ojos rubíes, se sentía todo un obsesionado pero no podían culparlo.

Él era el castaño más atractivo de todos.

Soltó un suspiro mientras una boba sonrisa volvía a dibujarse en su rostro, se encontraba acostado en su cama, recordando a un chico de bonita sonrisa y ojos tan hermosos con el rubí.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora