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El cuerpo pesado de Luzu fue aventado hacia el suelo, cerca de los contenedores de basura, el castaño soltó un quejido de dolor, debido a su impacto contra el pavimento y por cortarse el brazo con un pedazo de vidrio

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El cuerpo pesado de Luzu fue aventado hacia el suelo, cerca de los contenedores de basura, el castaño soltó un quejido de dolor, debido a su impacto contra el pavimento y por cortarse el brazo con un pedazo de vidrio. Alexis cambió su expresión a una de preocupación cuando escuchó el quejido de Luzu.

–Ya fue suficiente –dijo en voz baja.

–¿Qué? Pero si apenas estamos empezando –dijo un chico de cabello rubio y ojos verdosos.

–Clay tiene razón, Big Q, la diversión acaba de empezar –apretó su puño contra su palma para poder tronarse los huesos.

–He dicho que ha sido suficiente, cabrones –dijo con la voz rasposa– Este pobre idiota no se irá del colegio, podemos divertirnos después.

–¿Ahora qué te ocurre? –preguntó el rubio mientras se cruzaba de brazos.

–Perdí el interés de partirle el culo hasta verlo llorar, prefiero ir a clase –encaró a los chicos más altos que él– Muevan el culo, pendejos –dijo con el entrecejo arrugado.

El rubio y el castaño se miraron durante unos segundos y después, le dieron la espalda al azabache, quién miró a su chico, este otro, conectó sus rubíes con los marrones de su novio, y a Alexis le dolió tanto que aquellos ojos fueran tan expresivos, reflejaban dolor, tristeza, agotamiento.

Desvío la mirada hacia otro lado y con prisa se fue de ese lugar, el castaño se mordió su tembloroso labio inferior y sin poder evitarlo, unas cuantas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Entendió que se había perdido una clase pero poco le importó, quiso sacar su teléfono pero se percató de la sangre que se escurría de su pequeña herida, poco después, escuchó unos pasos apresurados y luego, apareció un joven azabache con un botiquín básico de enfermería.

–Creí que estabas en clase –dijo en voz baja.

–Que se joda –con las manos temblorosas agarró algodón y alcohol.

–De verdad esto... ¿Algún día terminará? –preguntó con los ojos cristalizados.

El de cicatriz se quedó callado mientras intentaba limpiar la herida con alcohol.

–Si..  –dijo inseguro– Solo dame tiempo.

–¿Cuánto más voy a tener que soportar este tipo de cosas? ¿Cuántas veces más tengo que escucharte pedirte perdón? –cuestionó mientras se esforzaba por reprimir unos quejidos de dolor.

Callate, por favor –frunció el ceño– Ya te dije que pronto.

El castaño miró unos segundos a su novio y luego desvío su vista hacia otro punto de aquel lugar.

Es la primera vez que dices "pronto" y se siente tan falso –soltó una risita– Podría decir, que es más creíble que tus bromitas, si no te conociera –una lágrima se escapó de su ojo izquierdo– Pero quiero creerte.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora