¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Te tengo información... Pero no creo que te guste -soltó un suspiro.
El azabache arrugó levemente el entrecejo- ¿Qué sabes? -preguntó sumamente interesado.
-Sam Nevadas ha estado lavando dinero hace más de tres años, ¿Sabías que compró una fábrica de bebidas energéticas? Una fábrica muy poco popular, pero... A la policía no le parece algo sospechoso -soltó una pequeña risita- No es el único millonario que ha invertido en proyectos inútiles.
-¿Esa es tu gran revelación? -arqueó una de sus cejas- Lavar dinero es muy poco irrelevante.
-¿Me dejas terminar, hijo de puta? -cuestionó molesto.
El azabache se recostó en su asiento y soltó un suspiro- ¿Qué más tienes? -preguntó aburrido.
-¿Recuerdas a la secretaria de tu padre? Una muy hermosa y amable -preguntó divertido.
-Me dan igual los empleados de mis padres -puso los ojos en blanco- No son personas importantes para mí.
-A ti no te importa nadie más que tú, Big Q -soltó una carcajada y Alexis frunció el ceño pero prefirió quedarse callado- Tu padre tuvo una aventura con ella hace tres años y actualmente, eres hermano mayor de dos tiernos chicos que no se parecerán nunca a ti, eso espero...
Sus ojos se abrieron a toda su extensión y sus pupilas redujeron su tamaño al escuchar las palabras del argentino.
-¿Qué? -se acomodó en su asiento una vez más- Eso... Eso no es posible.
-¿Alguna vez te he dado alguna información falsa? Me ofendería pero tú reacción es completamente normal.
-¿Qué sabes de ellos? -preguntó serio.
Se llama Romina Jhonson. Tiene veintisiete años, cabello oscuro y rizado, piel morena y es muy hermosa.
Alexis recordaba las palabras del argentino mientras guardaba algunas cosas esenciales para su viaje, le importaba muy poco que esa noche fuera navidad, quería hablar con esa mujer.
Su hijo, se llama Titanicus, tiene dos años, tiene la piel morena y el cabello verde oscuro como el de tu padre.
Eran apenas las cinco de la madrugada, nadie notaría su ausencia o quizás si, pero le restarían importancia. Cerró en silencio la puerta de su habitación y salió con cuidado de su casa.
A unas calles de su hogar, se sintió seguro de pedir un taxi y se dirigió a la terminal de autobuses, creía que era más seguro comprar un boleto de autobús, que un boleto de avión.
Actualmente, trabaja en una empresa de videojuegos, es la secretaria del dueño de ese lugar.
Durante su viaje en autobús, se la pasó viendo la ventana, pensando en muchas cosas, lo que quería en su vida, lo que quería para Quackity, lo que quería para su futuro, en Luzu, especialmente en Luzu.
