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El castaño se miró en el espejo por última vez, sonrió al sentirse a gusto con su apariencia y poco después, salió corriendo de su habitación, besó la mejilla de su madre antes de irse, sacudió el cabello de su hermanastro y salió de su casa, un j...

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El castaño se miró en el espejo por última vez, sonrió al sentirse a gusto con su apariencia y poco después, salió corriendo de su habitación, besó la mejilla de su madre antes de irse, sacudió el cabello de su hermanastro y salió de su casa, un joven mexicano con una cicatriz en en su mejilla izquierda, se encontraba chupando una paleta para calmar sus ansias de prender un cigarrillo.

A Luzu no le agradaba el olor a tabaco.

-Hola -saludó alegre el castaño, mientras se acercaba al azabache y besar sus dulces labios- Estás pegajoso.

-Como siempre -le guiñó un ojo al español y poco después, se adentró al auto.

En una hora, el par de adolescentes llegaron hasta la cima de una colina, se recostaron en la sombra de un árbol comieron algunos bocadillos que compraron en el camino, charlaban sobre diferentes cosas y miraban el brillante cielo de aquel día, Alexis miró unos segundos al castaño que se encontraba acostado a su lado izquierdo, este tenía una linda sonrisa en el rostro, sus rubíes poseían un brillo encantador.

Luzu le fascinaba, le encantaba, lo ama.

Pero la boba sonrisa que tenía en su rostro se borró, cuando el castaño levantó su brazo derecho para señalar una nube, el azabache visualizó la pequeña marca que le había provocado a Luzu en un accidente, aún seguía cicatrizando, y aunque no sería una marca muy visible, el daño ya estaba hecho y el dolor no se olvida.

-¿Alex? -llamó la atención del mexicano.

El mexicano salió de sus pensamientos y le regaló una bonita sonrisa a su novio, se acercó a él para poder besar de manera dulce sus labios.

-Te quiero, Lusu -susurró para después recostar su cabeza en el pecho del español.

El corazón del ojirubí latió rápidamente mientras un suave sonrojo se mantenía en sus mejillas- Yo te quiero más, Alex -acarició suavemente el cabello oscuro de su novio.

El corazón del ojirubí latió rápidamente mientras un suave sonrojo se mantenía en sus mejillas- Yo te quiero más, Alex -acarició suavemente el cabello oscuro de su novio

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-¿Tú crees que te mandas sólo? Eres un pinche chamaco hormonal -se quitó el gorro y sacudió su cabello por la desesperación.

-De todas maneras te valgo verga ¿No? -arqueó una de su cejas, estaba cansado de los dramas de su hermano.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora