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El argentino revisó el reloj que traía en su muñeca izquierda y procedió a tocar el timbre, la tercera vez que presionó el botón, ya comenzaba a hartarse, Iván no se consideraba una persona paciente, aún si le pagarán por serlo

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El argentino revisó el reloj que traía en su muñeca izquierda y procedió a tocar el timbre, la tercera vez que presionó el botón, ya comenzaba a hartarse, Iván no se consideraba una persona paciente, aún si le pagarán por serlo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó con una sonrisa en cuanto abrió la puerta.

El pelinegro arqueó una de sus cejas y se bajó solo un poco las gafas de sol- ¿Olvidaste que íbamos a salir? -preguntó.

Roier se sorprendió pero se limitó a soltar una pequeña risita- Lo olvidé, perdón -se hizo a un lado y abrió un poco más la casa- ¿Quieres pasar? Estoy haciendo unas cosas y... No me falta mucho, podríamos seguir con nuestros planes.

-Vale -se acomodó las gafas y metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones.

-Mañana es el cumpleaños de Luzu y también es su prueba de baloncesto, estoy seguro que lo escogerán como capitán del equipo, tenemos que celebrar a lo grande -dijo emocionado.

-Ya veo -dijo desinteresado.

El castaño notó fácilmente el desinterés de su pretendiente, hizo una mueca y luego se forzó a sonreír.

-Iré por mi chaqueta, no tardo -dijo antes de darse la vuelta.

Al momento de caminar junto a la puerta principal, esta se abrió y golpeó el hombro del castaño, quién soltó un quejido doloroso, el cual, no pasó por desapercibido para el chico de mirada carmín.

-Roier, perdoname pero... ¿Quién te manda a caminar cerca de la puerta? -dijo mientras se acercaba al castaño para revisar su hombro.

-No pues, perdón cabron -soltó una pequeña risita- ¿Tan rápido regresaste de tu entrenamiento? -preguntó curioso.

Luzu dibujó una triste sonrisa en su rostro y miró los ojos oscuros de su hermano por tan solo unos segundos.

-Aún no me siento bien -desvió la mirada hacia su invitado- Oh... Hola, Iván -agitó suavemente su mano.

-¿Qué hay, hermano? -saludó elevando solamente el dedo índice y el de en medio.

-Supongo que van a salir, diviertanse -agitó el cabello de su hermano y caminó hacia las escaleras.

Roier sentía su corazón palpitar en los oídos pero una furia se expandía en su estómago, apretó sus puños y se acercó a las escaleras.

-¿Seguro que estás bien? Yo... Yo puedo quedarme, podríamos hablar, podrías... Contarme lo que sucede o te acompaño en silencio, no haré mucho ruido, o si prefieres... -lo interrumpieron.

-Ya hiciste planes con tu novio -sonrió amable- Vayan a divertirse.

-¿Mi novio? -susurró- Pero... -lo interrumpió una vez más.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora