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El castaño de venda azul en la cabeza y el azabache de ojos marrones, se encontraban en el jardín, esperando a que Luzu saliera, pues tenían planeado ir al parque a jugar baloncesto.
-¿Has ido a alguno de los partidos de Luzu? Es el mejor -dijo el castaño con emoción.
Quackity miró al mexicano y sonrió suavemente mientras negaba con ligeros movimientos de cabeza.
-No, me gustan los deportes pero no los práctico mucho -desvió la mirada hacia la dirección opuesta- Tampoco... He tenido amigos con quién jugar.
Roier miró a Quackity con una expresión confundida- ¿No tienes amigos? -preguntó interesado.
-Claro... Tengo a Rubén Doblas, es un excelente chico y... -se quedó callado al mismo tiempo que bajaba la mirada.
-Bueno... -palmeó sumamente su hombro- Tú y yo podemos ser amigos ahora, si quieres -le regaló una amistosa sonrisa al pelinegro.
Quackity miró un tanto sorprendido al castaño y poco después, una gran sonrisa apareció en su rostro.
-¡Me encantaría! -dijo emocionado.
-Ya lo verás, nos divertiremos mucho -sonrió y luego abrazó el balón que tenía en sus manos.
Quackity miraba a Roier con una sonrisa, pero luego su sonrisa decayó al recordar la escena que había observado sin permiso.
-El viernes... Te vi discutiendo con mi hermano -dijo en voz baja.
El castaño lo miró atento pero su sonrisa no desapareció- Perdoname, Quackity... Pero tu hermano es como el dolor que sientes cuando te pegas en el dedo chiquito del pie, es molesto, doloroso y frustrante -su expresión cambió a una seria- Le hizo mucho daño a mi hermano, y ha intentado rebajarme en cada oportunidad que ha tenido, y cuando logró golpearme, marcó el cierre de su relación con Luzu.
El azabache se quedó callado durante unos largos segundos- ¿Por qué dicen en la escuela que eres el novio de Luzu? -preguntó curioso.
-Porque nadie sabe que somos hermanastros -respondió el de mirada carmín mientras cerraba la puerta principal.
-¡Hermanos, Luzio! -corrigió el de venda azul- Y también lo dicen porque, no se me antoja que piensen lo contrario, mi lista de pretendientes va en aumento cada día desde que Luzu es el capitán del equipo de Baloncesto -miró al más alto- Gracias, HERMANO -le guiñó un ojo.
Luzu puso los ojos en blanco y tomó la mano del pelinegro para entrelazar sus dedos- Vámonos.
-Ademas, Luzu da miedo porque parece drogadicto, soy intocable -presumió con una sonrisa engreída- Menos para los profesores, ellos disfrutan de reprobarme.
