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Un joven castaño de mirada carmín se encontraba en el escritorio de su habitación, haciendo su tarea de historia, musica de una de sus bandas favoritas, algunas veces se distraía por cantar pequeños fragmentos de la letra o se limitaba a tararear ...

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Un joven castaño de mirada carmín se encontraba en el escritorio de su habitación, haciendo su tarea de historia, musica de una de sus bandas favoritas, algunas veces se distraía por cantar pequeños fragmentos de la letra o se limitaba a tararear la melodía mientras escribía..

Pero derrepente, un joven mexicano de cabello castaño corrió a su habitación, abriendo la puerta sin permiso.

-Lusuuu -dió unos pequeños brincos- ¡Mira! ¡Subí de nivel! -dijo emocionado.

-Me alegro, Roier -sonrió un poco- Pero me encantaría que tocarás la puerta, hay algo que se llama privacidad.

-Lo sien... ¿Cómo me llamaste? -preguntó sorprendido.

El de mirada carmín levantó la mirada hacia su hermano y se encogió de hombros- Roier... ¿Te molesta?, puedo llamarte por tu nombre.

-No, no, no, no -se acercó a su hermano- Me... Me gusta mucho, solo que... Es nuevo para mí -sus mejillas se encontraban ardiendo de emoción- Todos me dicen "Sebas" por Sebastián, pero "Roier"... Es mucho más lindo y tiene mucho estilo, es... Único.

Luzu soltó una pequeña risita y recargó su peso sobre el respaldo de su asiento- Te llamaré así, a partir de ahora.

Una enorme sonrisa apareció en el rostro del mexicano y no tardó en salir corriendo de la habitación de Luzu.

-¡La puerta, chaval! -soltó un suspiro y se levantó a cerrar la puerta.

Mientras tanto, Roier se encerró en su habitación, se recargó en la puerta y se tocó el pecho con ambas manos, sentía su corazón latir fuertemente y cosquillas que iniciaban en su estómago y terminaban en su pecho.

-¿Qué verga me pasa? -dijo con la mirada perdida- Eres un pendejo -susurró.

El azabache relajó los músculos de su rostro y guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón

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El azabache relajó los músculos de su rostro y guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-¿Sabes... Cuántas veces, Quackity ha hablado de ti y de Rubén con mi madre? -puso los ojos en blanco- Dice que eres un chico muy divertido, gracioso y ocurrente, que envidia tanto tus pestañas y tu personalidad tan extrovertida que cualquiera desearía ser tu amigo y él es tan afortunado de convivir contigo -soltó una pequeña risita burlona- Quackity te tiene mucho aprecio, Sebas.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora