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El castaño entró a su casa, dejando completamente sólo al mexicano que tenía una cicatriz en el lado izquierdo de su rostro. Pero no duró por mucho, poco después de que Luzu corrió a su habitación para recoger sus cosas, un joven mexicano se asomó por la puerta y se cruzó de brazos.
-Eres un pinche cínico ¿Lo sabías? -preguntó serio.
El azabache se encogió de hombros- Eso no te importa, esto es entre Luzu y yo -frunció el ceño- Y tus sentimientos por mi chico, tampoco me importan.
-No te importó besarlo frente a todos los invitados, incluyendo a tu hermano -dijo molesto.
-Sebastian -soltó un suspiro- No tengo porqué darte explicaciones de mis actos.
El castaño hizo una mueca de disgusto, buscó en el bolsillo de su pantalón y sacó un papel doblado- Esto es para ti.
Alexis lo miró un tanto confundido pero agarró el papel- ¿Qué es esto? -preguntó.
-Lusu lo escribió pero yo lo escondí porque pensé que era lo mejor -dijo un tanto serio.
El joven de cicatriz arqueó una de sus cejas y guardó el papel en el bolsillo de su pantalón- Y si ers lo mejor... ¿Por qué me lo das? -cuestionó.
-Lusu no solo me gusta, me importa y me preocupo por él -caminó hacia el azabache- Y tú eres una maldita cucaracha que lo hace sufrir.
-Te equivocas, la cucaracha es alguien más -palmeó suavemente la mejilla del mexicano- ¿No es así, Roy? -sonrió burlón.
-No me toques, cabron -manoteó la mano del otro- Te lo voy a decir una sola vez -se humedeció los labios con la punta de su lengua- Si le haces daño otra vez, haré todo lo necesario para que te saque de su corazón, haré todo lo que sea necesario para cuidar su corazón -sonrió ligeramente- Haré todo lo necesario para hacerlo mío.
Los celos comenzaron a hervirle la sangre a Alexis, quién apretó los puños y miró al castaño, con una expresión indiferente, pero por dentro, estaba gritando y ardiendo de los celos. Aquellas palabras lo habían molestado.
-No permitiré eso, el corazón de Luzu me pertenece -dijo serio.
-Por ahora... Pero eso podría cambiar muy pronto si me lo propongo -dijo un tanto egocéntrico.
El de cicatriz se acercó al castaño- Tú llegas a tocar a Borja, y me va a valer verga que seas su protegido -dijo enfadado.
-Y siempre seré su protegido, no importa cuánto me odies, siempre seré el favorito de Lusu.
El azabache sonrió un tanto burlón- Eres su hermanito.
La sonrisa de Roier se borró lentamente mientras apretaba sus puños con fuerza, Alexis también borró la sonrisa de su rostro y ambos adolescentes se miraron fijamente durante unos segundos, esperando cualquier movimiento impulsivo del otro para poder aprovecharse de la situación, pero el de mirada carmín llegó y se percató de la situación de ambos chicos pero siendo ignorante del contexto.
