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El día recién comenzaba, el cielo se encontraba despejado y el aire era fresco, pero Alexis no tenía ánimos de levantarse, ni comer, ni hablar, ni de mover ni un solo músculo, se encontraba emocionalmente agotado, solamente quería descansar, querí...

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El día recién comenzaba, el cielo se encontraba despejado y el aire era fresco, pero Alexis no tenía ánimos de levantarse, ni comer, ni hablar, ni de mover ni un solo músculo, se encontraba emocionalmente agotado, solamente quería descansar, quería seguir debajo de sus sábanas, atrapado entre sus sueños pero para su desgracia, siempre lograba despertar.

La habitación estaba completamente en silencio hasta que unos ligeros golpecitos en la puerta llamaron su atención pero no se movió, no le importaba.

-Alex... -llamó su madre al abrir un poco la puerta.

El azabache se movió perezosamente entre las sábanas pero no miró a su progenitora, no le interesaba.

-Ordené que no quería ser molestado por nada ni por nadie, eso... Incluye a mis padres -dijo con la voz ronca.

La mujer miró con pena el gran bulto en la cama y sin miedo alguno, decidió acercarse a su hijo.

-No has ido a la escuela en una semana... No te has levantado de esta cama, vamos... -soltó un suspiro- Creo que ni siquiera te has duchado.

-¿In what fucking language should I tell you to leave so you understand? -gruñó y se destapó para mirar a su madre.

-No has comido... Eso es lo que más me preocupa -intentó acariciar el cabello del mexicano pero este le apartó bruscamente.

-Te preocupas por mí pero.. ¿Y Quackity? ¿Acaso te preocupas por él? -frunció el ceño- ¡Es él quien corre peligro! -volvió a ocultarse bajo las sábanas.

-Tu padre no es un monstruo, Alex... -la interrumpió.

-¡Es el diablo! -gritó enfadado- Es la persona más cruel que he conocido en mi vida y arruinará la vida de Quackity.

La mujer hizo una mueca de disgusto y negó haciendo ligeros movimientos de cabeza- Estás exagerando.

-No... Tú eres la que está cegada, te has creído todo lo que sale de su boca -miró a su madre con rencor- Dices que nos amas pero no has movido ni un puto dedo por nosotros, y para lo único que nos sirves... Es para ser un pañuelo de lágrimas.

-Suficiente -dijo molesta- Tu comportamiento comienza a irritarme, Alexis.

-Pues créeme que es completamente mutuo, Margaret -se acomodó en la cama para poder sentarse- El día que yo me vaya, Quackity quedará arruinado, porque todo este puto tiempo, soy yo quien ha llevado el peso de ser perfecto pero estoy harto, harto de todas estas malditas mentiras.

-Dije que es suficiente... -habló en un tono serio.

-Estoy harto de seguir órdenes como si fuera un piche perro, estoy harto de que me controlen como a un puto títere -se quitó las sábanas y se levantó de la cama- Estoy harto de las jodidas estrategias de Sam y estoy harto de tu pinche actuación de mustia.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑇𝑢 ☢𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora