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Quackity se encontraba en el laboratorio de química, escuchaba música a través de sus audífonos mientras esperaba a Luzu, habían acordado verse ahí, su cuerpo temblaba de los nervios pero sabía que tenía que hacer lo correcto, era lo mejor para ambos, para los tres...
Lo mejor para él.
Entonces... Apareció, Luzu y su muy bonita sonrisa entraron al salón, el castaño se acercó al azabache y a diferencia de otras ocasiones, en lugar de besarle los labios, se acercó y le besó la frente, lo cuál, le dió una ligera paz a su corazón, pues de lo contrario, si llegaba a sentir los labios ajenos contra los suyos, se arrepentiría de su decisión, se echaría para atrás y viviría con ese dolor toda su vida.
El dolor de ser un reemplazo.
Se quitó sus audífonos y los puso sobre el escritorio- ¿Tienes mucha hambre? -preguntó con una suave sonrisa.
-No, en realidad no -soltó una pequeña risita- ¿Tú si? ¿Quieres que vaya a traerte algo? No tardaré.
-No... -carraspeó la garganta- No planeo quedarnos aquí mucho tiempo, de todas maneras.
El castaño arqueó una de sus cejas y tomó asiento en el banco disponible frente al azabache.
-¿Ocurre algo? -preguntó curioso.
El menor se quedó callado durante unos segundos y luego soltó un suspiro, no sabía cómo empezar pero tenía que hacerlo de una vez.
-Ayer... Después de tu entrenamiento -se humedeció los labios con la punta de su lengua- Te ví besandote con Alexis -declaró sin tartamudear.
El joven de mirada carmín se sorprendió, abrió la boca para poder decir algo pero pocos segundos después, apretó los labios y bajó la mirada.
-Ustedes dos se aman, no hace falta que lo sigan ocultandolo -sonrió ligeramente- Mucho menos a mí.
-Quacks.. -lo interrumpieron.
-Te amo y amo a mi hermano, aunque... Él crea o diga que no es verdad, realmente lo amo, es una de mis personas favoritas -los dedos de sus manos jugaban entre sí.
-¿Aún después de todo lo que te ha hecho? -preguntó sorprendido.
El menor asintió- Tú deberías entenderme... Él... Alexis también te ha hecho daño y aún así, sigues amándolo intensamente.
Luzu apretó los párpados y soltó un gruñido- Quackity... Por favor, déjame explicarte.
-¿Y qué me explicarás? -ladeó un poco la cabeza un tanto confundido-¿Qué no me amas tanto como a él? Yo creo que... No eliges de quién enamorarte.