-Capitulo 22 🦋-

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Noviembre

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Noviembre... Mierda, no lo puedo creer, queda solo una semana... Matt y Ali se van a Londres. Durante un año no los veré. Nunca pensé que el día llegaría tan pronto.

—Vamos. Vendrás conmigo, ¿Verdad? —Will se sentaba a mi lado mientras las clases de matemáticas daban termino. Ya no había mucho que hacer, las mayorías de las calificaciones estaban listas y la parte femenina de los estudiantes solo iba a mirar a Paul, nuestro querido profesor. Recordaba a Ali, que ese año se le había metido entre ceja y ceja.

—¿Donde? —pregunte sin conectar con nada. Mis pensamientos estaban en un cuaderno el cual rayaba, hacia flores y hojas. Escribía mi nombre completo en varias secciones y diversas letras marcaban la mayoría de las hojas.

—A la fiesta de despedida de los últimos años —Me recordó Will. —Dylan tocara ahí, no tendrás con quien bailar —añadió el trigueño.

—Falta una semana Williams... Dame un tiempo —respondí sin ganas, marcando mi apellido con un plumón rosa. «Scott». Con una gran «S» —aún no sé, si iré.

—¿No iras a despedir a tus amigos? —Cuestiono asombrado, todos sabían que los Evans y yo, éramos inseparables. Bueno... solo Ali.

—Si, iré... pero déjame hablar con Dylan. —como dijo Will, Dylan tocaría con su banda esa noche. Lo que Will no sabía, era que, las cosas entre él y yo estaban distantes, desde aquel día.

Fui yo, la que decidió distanciarse. Los días siguientes desde aquella noche, pensé que me sentiría mejor, pero el arrepentimiento llego, justo como lo pensé. La semana entera mi cuerpo recordó lo que había hecho. Dylan tampoco llamo, los días pasaron y nació inseguridad en todos mis sentidos. No le gusto a Dylan, no soy suficiente para él ni para nadie. Mi cuerpo, mi cabello, mi rostro...

—Muy bien, buenas tardes clase. —entro la profesora Jesica, me recordó algo que me preocupaba—. Clases de educación sexual.

Toda la sala soltó un «¡Ahhhh!» como si el tema les incomodara a todos.

—¡Vamos juntos! ¡Habla con Dylan! —musito Will y se fue a su lugar.

Durante la clase, la maestra hablo sobre los métodos de protección y anticonceptivos... Recordé mi encuentro con Dylan...

—Un embarazo no deseado... Se puede evitar... —enfatizo la maestra, mostrando con ahínco un condón en su mano derecha.

Sentí el sabor del pollo en mis papilas gustativas, recordando mi almuerzo que apenas digerí. No por favor. Amenazaron con salir y quisieron ver la luz de manera inmediata. Mierda.

El baño estaba lejos y el gusto del pollo, a cada segundo se hacía más repugnante. No lo devuelvas Hanna... No lo devuelvas.

—Hanna Scott. Asiento —la maestra gritaba cuando deje caer la mitad de mi cuerpo fuera de la ventana, mientras deje colgando mis piernas en la sala, y el pollo salía de mi boca, cayendo al patio de la escuela.

𝑫𝒆𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒎𝒆 𝑴𝒊 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora