-Capitulo 31-🦋

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⚠️Recuerden que hoy, es doble actualización⚠️ Para que no se pierdan nada volver al capítulo 30.

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Año 2007, Ciudad de «Santa Carolina»

Mi ascenso a «Sous-chef» requería más tiempo, y si mis sueños eran ser la mejor, era sacrificar tiempos familiares, aunque de esos carecíamos siempre.

La última vez que vi a Matt, y estaba a punto de convertirse en papá, tomé la determinación de darle una oportunidad a Dylan.

A los meses de estar juntos, me propuso matrimonio y no de la manera más hermosa, o la que yo esperaba que fuese.

—¿Podríamos pedir la hora? ¿No lo crees? —preguntó el padre de mi hijo, cuando caminábamos frente de las oficinas del registro civil.

Lo observe con atención, y no mentiré, estaba enamorada de Dylan. Porque me comprometí a borrar a Matt, pero: «Un clavo saca otro» pensé, y con los años, comprendí que esa mierda es una absurda mentira, la cual te carcome a pedazos, y el tiempo en un punto de la vida, te cobra esa maldita frase. ¡No fuerces nada!

—Ya tenemos a Ed, ¿Qué más vamos a hacer? —Dylan respondía, encogiéndose de hombros, como si fuésemos hacer cualquier trámite, de baja importancia.

Lo abracé ilusionada, aunque esperaba una propuesta con flores y un anillo, acepté sin chistar. Pensaba, que no teníamos mucho dinero y él, hacia todo de su esfuerzo para Ed y para nosotros.

Nos casamos a los dos meses después, sin aprobación de Nadia, Carl y su familia, quien, en forma de una burla muy peculiar, llegaron al matrimonio civil, vestidas de negro. Según la madre, mi suegra dijo:

—«Es que... venimos a un velorio»—. Hasta el día de hoy, siento lástima por ella.

Sus hermanas rieron ante el sarcasmo de su madre, y mi novio, apenas podía sonreír para las fotos matrimoniales. Sus amigos de una manera absurda y con maldad, decidieron celebrarle la despedida de soltero la noche anterior, a modo que no llegara al matrimonio.

Ahora que lo recuerdo, las cosas siempre fueron así.

El día que deje el pueblo, Nadia, quedo hecha un mar de lágrimas, pero llevarme a Ed, alejarlo de Nadia y Carl, fue una de las cosas más tristes que hecho en mi vida.

Pero, necesitábamos vivir lejos de la familia. Mi suegra y los amigos de Dylan, lo mantenían lejos de mí, haciendo estragos en mi diario vivir, y poniéndolo en mi contra, como dé lugar. Dylan se evocaba en su grupo musical, y las llegadas tardes a casa eran diarias, y sentía que yo hacía todo el esfuerzo por mantener una vida familiar plena. La mejor decisión que tomamos fue irnos a la ciudad.

Por parte de mi familia, las cosas con Nadia, también se habían tornado complicadas en aquel tiempo. Pero que «mi padre» apareciera un día cualquiera y como acto de magia, lo encontré absurdo y me llené de ira, cuando Nadia, lo recibió, a pesar de su gran abandono para con sus hijas.

𝑫𝒆𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒎𝒆 𝑴𝒊 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora