-Capitulo 11-🦋

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Eran casi las 3PM acariciaba a Edward descansaba en mis faldas. Mientras yo, me encontraba sentada en el pórtico de casa. Miraba de vez en cuando hacia el camino, tratando de divisar la camioneta de Matt, esperaba su llegada.

Si bien estábamos castigados él, vendría a escondidas a visitarme. Y cabe mencionar que, mis remos habían desaparecido. Nadia sin duda alguna, los había escondido.

Sentí el ruido del motor de la camioneta a lo lejos, mi sonrisa apareció y mi corazón se acelero. Acariciaba con mas énfasis a Edward y él, solo movía su emplumada cabeza a todas las direcciones. Se, que sentía mi ansiedad.

—¿Cuándo dejaras de malcriarlo? —Matt, entre sonrisas me hablo bajando de la camioneta. Vestía unos short de mezclilla y una camisa blanca. Traía unos lentes de sol oscuros y su cabello con ondas, se tornaba rubio con los rayos directos del sol.

—¡Estas celoso! —Le di un grito desde mi lugar y sonreí.

—Acércate —Me pidió mostrando sus dientes, cuando camino a la parte trasera de la camioneta. Me levante del pórtico dejando a Edward en el suelo, y camine hacia Matt quien me esperaba con mirada ansiosa y sus manos posaban en el vehículo.

—Hola pecosa —Saludo divertido levantando sus gafas de sol, dejando ver su hermosa mirada castaña.

—No son mías, el sol tiene la culpa —«Mis pecas» pensé, tocando mi rostro. Respondí con rapidez esperando mi beso de hola. Pero él, solo me miraba tratando de buscar un «no se que». Siempre me dejaba esas miradas y expresiones, donde sentía que imaginaba una historia de la cual se llenaba.

—Te traje algo —Menciono, posando sus manos en una manta que cubría algo en la camioneta.

—¿Qué es? —Ansiosa pregunte, pasando la mirada de sus manos a la manta y luego a Matt.

—Espera... —Sonrió, frente a mi ansiedad —No es algo nuevo, solo... se que a ti te servirá mucho mas que a mi. —Advirtió, su mirada fue de cómo ¿Ok? Y yo solo, asentí con la cabeza esperando ver pronto lo que había allí.

Levanto la manta y debajo de esta... su bicicleta.

—Ahora es tuya —Menciono y yo, solo pensaba del «porque de su regalo». Se estaba deshaciendo de su bicicleta. —La aceite y le cambie los frenos... ¡Ah! Y también la lave —Hablaba orgulloso.

Me gire a darle una mirada y luego de algunos segundos, su voz se esfumo y solo podía pensar cuan enamorada me tenia, y que también lo sentía de vuelta. Me lance a sus brazos. Me beso con tanto amor... terminando con besos cortos en mi frente y así abrazados me hablo.

—Es tuya Hanna... Se que el próximo verano no estaré, pero pensare cada día en ti, e imaginare que la usas para ir al pueblo o para visitar a mamá. —Ahí estaba mi espina, me recordaba que todo lo bueno tiene un final. Si Hanna ¡Despierta! Él se ira y yo... me quedare a remendar los recuerdos, que me esta dejando este verano y los anteriores.

𝑫𝒆𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒎𝒆 𝑴𝒊 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora