«El hermoso príncipe, se ha convertido en sapo o quizás, jamás fue príncipe»
Hanna Scott, a terminado con su matrimonio. Dejando todo atrás, decide volver a su pueblo natal, donde su amiga Alison Evans, la espera ansiosa.
Este retorno, no sólo...
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Enero 2021
—Señorita... ¿agua? —Ofrecía la auxiliar , mientras el vuelo estaba a 1 hora de dar termino.
Quite los auriculares de mis oídos, dejando de escuchar mi Playlist «Recuerdos» Temas variados en los que encontraba memorias de la escuela, mis paseos en bote, los exámenes finales, Dylan, Ali y por supuesto... Matthew Evans.
—No, gracias —Respondí con una sonrisa y gire mi cabeza para preguntar a Ed, pero él dormía plácidamente, no quise insistir y la chica me dio un guiño.
Continué escuchando mi playlist, pero cada que sonaba otra canción eran recuerdos que invadían mis memorias. Y ya no sabía, si estaba bien volver al pueblo. Sentía como pasaba saliva y me agitaba como aquellos años.
Verano 2002
Habían transcurrido unos días, pero yo no razonaba. Me había invadido algo que no conocía, sensaciones pesadas, que no se querían ir. Sabía que necesitaba tiempo para pensar en todo lo que había pasado, pero mientras más transcurrían los días peor me sentía. Mis uñas sufrieron por mis dientes y ellos, pasaron a mis manos. Esto no era sano.
Cada despertar era un zumbido en mi cabeza, y no solo por los pensamientos que taladraban constate culpándome de mis actos y de mi lengua escurridiza, si no también, por el maldito martillo de Matt.
Ese verano, recuerdo que construían una cabaña, arriba de su cochera. Aquellos días, Matt enfatizo su trabajo desde muy temprano ayudando a su padre con la construcción. Yo, como una psicópata sacaba los binoculares de Carl y espiaba a Matt. A mi favor solo puedo decir, que era porque lo extrañaba y necesitaba saber que hacia.
Lo extrañaba cada día y cuando caía en cuenta que solo llevábamos 2 días alejados, se sentían del carajo, como si hubiesen sido semanas.
Ali llegaría muy pronto, y quería ver a Matt, antes que ella regresara. Con lo curiosa que era Ali, no dejaría de preguntar del por que de nuestro actuar con Matt, y seguramente se enteraría de lo ocurrido, y eso tenia que evitarlo a como de lugar.
Las clases pronto comenzarían dándole fin a ese verano. Vería a Matt cada día, necesitaba hablar con el antes de todo eso. Me preguntaba ¿como podría mirarlo por los pasillos de la escuela, fingiendo que nada paso? Era una sensación horrible, me sentía horrible, pero él tuvo la ultima palabra.
Pensaba muchas veces en escapar, cambiar de escuela. Sería como los avestruces, escondería mi cabeza en un hoyo y de ahí, no saldría.
—Al menos, ya que estas todo el día aquí, podrías asear tu habitación —Nadia me reprendía ante mi falta de preocupación por mis deberes diarios. Apenas comía y estaba en un estado que no conocía.
Era muy consiente, que la adolescencia no era fácil. Pero nunca pensé que enamorarme, seria así. Esto era muy incomodo, sentía que algo faltaba y recordaba a Matt, que puso tanto énfasis a esa cabaña, y que siempre decía: « Una mente ocupada no, extraña a nadie». Yo también haría lo mismo, tenía que ocupar mi cabeza en otras cosas.
