Enero 2021
El avión estaba descendiendo y en ocasiones, daba unas ligeras sacudidas. Era ahí, cuando el corazón parecía quedarme en la garganta, y mis pensamientos en el maletero superior. Me agarre con firmeza de la mano de Edward, y él sonrió.
—¡Mamá! Solo es turbulencia —avisó con diversión.
Era un vaivén incómodo, y solo quería aterrizar cuanto antes. El estómago me subía y bajaba, acompañados de deseos de huir. Recuerdo muy bien cuando sentí aquello por primera vez, aunque no fue de la mejor manera.
Junio 2002
Después del bote, que feliz acepté, observé a Matt, quién de lejos con las manos en los bolsillos y mirada paciente, observaba mis reacciones ante el regalo que recibía, ideado por él. No había notado con la compasión que me contemplaba y el tiempo que se daba en ello, imaginaba que era por el accidente. Aun traía la venda en su brazo y en parte, me sentía culpable por eso.
—¿Ya tienes claro que estudiaras después de la preparatoria? —preguntó el señor Evans, durante el almuerzo.
—Aun no, señor Evans, y eso, quiero averiguarlo antes que termine este año.
—Se te da bien la cocina, Hanna —añadió Ali, y le dio un leve codazo a Matt, para que apoyara su idea.
Los observe a ambos con cariño, pero los ojos de Matt me encandilaban. No poseía mas de dos segundos en ellos, y me obligaba a girar la vista, para que la sangre no se extendiera sobre mis mejillas.
Entre tanto, recordé el pie que realicé para Matt ese verano, claro, con la ayuda de Nadia.
—Creo que ya lo sabes —continuo el Sr. Evans—. Ali y Matt se van a Londres a fines de este año —recordó. En ese preciso instante, la comida que pasaba por la boca de mi estómago se sintió acida, y en mi boca, amarga. Lo sé, solo no quiero recordar pensé.
Le di una mirada a Matt, quien no dejaba de estar pendiente de mis gestos y cada palabra que salía de mi boca. Mierda que ganas de besarlo.
—Marie y por supuesto, Nadia... —El señor Evans aclaro su garganta, y miraba a Ali, quien tenia palabras atoradas en sus cuerdas vocales, y podría jurar que ella lo soltaría antes que su padre. Mientras su madre tocaba su mano y le daba ligeros golpecitos, en señal de «aguanta». Yo, esperaba paciente que el señor Evans terminara de hablar—. Nos preguntamos... ¿Quieres ir a estudiar con Ali?
—¿¡Qué!? —exclamé sorprendida y pensaba en lo sorda que estaba. —¿¡Qué!? —. Ali afirmaba frenética con su cabeza, y una gran sonrisa la acompañaba. No lo podía creer, ¿Estudiar con Ali... y Matt cerca? Imagine una pequeña parte de mi vida en segundos. Mi amiga esperaba ansiosa mi respuesta, pero Matt... aun no lograba descifrar esa mirada triste, podía jurar que algo tenía atascado y parecía ser importante—. Claro que sí. Si señor. ¡Si quiero! —respondí feliz, ante lo expuesto. Por mi suegro, vecino, padre de mis amigos.
Ali, soltó un grito acompañado de algunos aplausos. Matt, asintió con la cabeza y profundizo sus hermosos ojos color moca en los míos y modulo «Te lo mereces».
—«Elige con cuidado tu futuro Hanna, aunque eres joven hay errores que se llevan por siempre» —aconsejo el sr. Evans.
Luego del almuerzo los mellizos y yo, salimos a caminar por el patio, cerca del lago. Ali caminaba a mi lado y unos pasos atrás Matt, quien nos seguía como un guardaespaldas. A veces, miraba sobre mi hombro para darle una que otra mirada, y muchas veces posaba su mano en mi espalda, cuando nos entrabamos por caminos complejos. Su tacto se sentía cálido, delicado y podía jurar sentir una leve caricia dejando su calor estampado en mi espalda. Ardía.
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𝑫𝒆𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒎𝒆 𝑴𝒊 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐
Romance«El hermoso príncipe, se ha convertido en sapo o quizás, jamás fue príncipe» Hanna Scott, a terminado con su matrimonio. Dejando todo atrás, decide volver a su pueblo natal, donde su amiga Alison Evans, la espera ansiosa. Este retorno, no sólo...