-Capitulo 23 🦋 -

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Noche antes de la fiesta

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Noche antes de la fiesta

No podía hacer nada... ya estaba hecho. Pensar quizás, en darlo en adopción cuando él nazca o... ella. ¡Dios, que hice!

Los abrazos de Ali no me calmaron aquella tarde y aquí estaba nuevamente, a oscuras mirando el techo de mi habitación y de vez en cuando, una que otra mirada al reloj que, con el silencio de la noche, golpeaba cada segundo.

Todos los miedos brotaron. Adiós estudios, adiós vida de adolescente, adiós viajes. Adiós, si alguna vez pensé siquiera en volver con Matt... ¿Qué mierda estoy haciendo?

Solo me queda mañana. Se va... Se ira, y ya no lo volveré a ver dentro de un año, si no... quizás cuantos.

Tampoco tiene caso decirle lo que ha pasado, nunca fue para mí, y eso lo sabía, ¿En qué universo me imagine tal vez, que algún día podríamos si quiera, estar juntos?

Como le diré a Nadia... a Carl. Tengo tanto miedo. Al menos, antes pensaba lo que pasaría con mi vida, pero ahora... Ahora no sé qué hacer.

26 de noviembre 2002/ 20:00hrs

Las fotografías en la casa de los Evans sobraban. Marie no dejaba ningún rincón de casa sin fotografiar a sus hijos y con amor ella me incluía.

—Ahora quiero una de Matt y Hanna. —pidió Marie después de haber fotografiado a los mellizos en el muelle. —¡Se ven hermosos! —exclamaba, mirándonos en nuestros trajes de gala.

Mi incomodidad fue notoria, pero Matt sin decir nada, me tomo por sorpresa cuando agarro mi mano y me jalo hasta el muelle para que Marie, hiciera su sesión.

—Mamá está un poco melancólica hoy —murmuró Matt, inclinándose a mi oído —. Creo que es el viaje. Mañana nos llevará al aeropuerto —indicó, para luego soltar un resoplido algo nervioso y acto seguido, posar para la foto con gran sonrisa forzada.

No fue necesario que dijera eso. Ya, mi corazón se había comprimido cuando llegué a su casa y vi las maletas listas bajo la escalera. Era como si me hubiesen recordado que el tiempo se había agotado y que no había nada que hacer al respecto.

Habíamos acordado con Ali, vestirnos en su casa para la fiesta. Sin embargo, ante la prueba de embarazo positivo, Ali dijo que nos quedáramos y que no había nada que festejar.

Pero era su fiesta de último año y también su despedida, no podía hacer eso.

—Olvídalo. ¡Iremos! Quiero bailar contigo y tener un último recuerdo de lo que fue, nuestro último día en la escuela —pedía a la castaña con lágrimas en los ojos.

Ali, acepto no muy convencida, hasta que di luz verde a sus travesuras con el Maestro Paul. Mi versión embarazada dijo: «Haz todo ahora, que mañana puede ser tarde». Ali, alentada con mi consejo acepto mi propuesta y acordamos que iríamos y lo pasaríamos genial.

𝑫𝒆𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒎𝒆 𝑴𝒊 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora