Capítulo 13: Enséñame Maestro.

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—Es sorprendente el repudio que nos tiene— murmuró Noelle sintiéndose incomoda por las miradas que le lanzaban.



—Si, pero no les de muchas vueltas— Habló Vanessa con una cálida sonrisa.



—No le des muchas vueltas, tómalos de ejemplo a ellos dos— Refiriéndose a Asta y Yoriichi que iban adelante con un rostro apacible sin importarles lo que le decían.



Después de ir a comprar a una tienda con Vanessa y que Yoriichi fuera a pagar lo que le debía a su modista, pudieron encontrarse a Grey en medio de su entrenamiento intentando no sentir vergüenza, a Gauche llevándole a su hermana ropa recién comprada con sangre saliéndole de su nariz, y Finral intentando evitar hablar con una chica hermosa que le llame su atención a la que quiera invitarla a salir.




—Vayamos a un lugar más tranquilo— Esta vez Yoriichi y Vanessa fueron adelante con Asta junto a Noelle detrás.



—¿Aquí?— Preguntó levantando una ceja con duda, habían girado para caminar hacia un callejón vació.




—Si, es aquí— Caminando tranquilamente, Yoriichi caminaría relajado hasta atravesar la pared al igual que Vanessa, sorprendiendo a los otros 2 novatos que los siguieron.



—Bienvenidos al mercado negro— con una sonrisa en su rostro, se pudo apreciar que aquella pared era una puerta a un mercado desconocido que pocos sabían su ruta.



—Es normal que no conozcas estos lugares, la nobleza intenta no acercarse aquí si es que saben de este lugar— Explicó encogiéndose de hombros cuando Noelle parecía no sentirse en su hábitat natural.




—WOOOOOOW— Asta era el más sorprendido de todo, diciendo que era genial y con gran velocidad miraba todo lo que podía en diferentes ángulos.




—Pueden ver los puestos, tal vez encuentren algo interesante— Dejándolos explorar a Asta y Noelle que iban observando todo con asombro.




—Ya después de unas veces se pierde esa emoción— Suspiro Yoriichi resignado.



—Eso no quita que hayas intentando regatear a una anciana para que te rebaje los precios de unas pulseras que podían acumular el mana cuando dormías y liberarlo cuando no tengas más— Golpeandole el brazo riéndose ambos.





—Me quería cobrar de más— Ese día había sido la segunda vez que había venido junto a Vanessa después de que ella le pidiera esa cita para pedirle consejos, no se acordaba donde quedaba ese callejón así que nunca pudo venir. Aparte se encontró con una anciana que recordaba haberla visto en otras partes.




—Lo recuerdo bien, te enojaste tanto como un niño al que no le dan su dulce y quemaste los focos con tu maná— Siguió recordándolo con una sonrisa burlona en su rostro.



—Paraaa— sonrojándose Yoriichi sin querer recordar eso.




—Y pensaste que mis pechos eran las bolas de cristal que tenia esa bruja que se llamada Code— Tapandole la boca.




—Listo, dijiste suficiente— Vanessa se sorprendió por el gesto pero su rostro cambio a uno pícaro mientras le hacia cosquillas para que le sacara la mano de su boca.




—Eso es jugar sucio jajajaja— Se rio el pelirrojo.




De pronto escucharon el grito de una anciana que reconocieron al instante.




—¡Un ladrón, deténganlo!— Gritó por ayuda, Vanessa y Yoriichi dejaron de jugar para ponerse serio.




—¡Vanessa!— Al oír se vieron brevemente para asentirse, ella creo hilos mágicos, mientras Yoriichi hacia un breve muro de fuego del otro lado del mercado negro, para que el ladrón fuera para su lado.




El chorro vio la pared de fuego, cambiando de dirección escapando de sus perseguidores—¡Hazte a un lado imbécil!— Yoriichi quien había fingido ser un transeúnte normal se exalto haciéndose a un lado para evitar que lo chocara.




—Gracias— Agradeció al idiota caballero mágico, debía ser novato al dejarlo escapar así.




—¿Eh?— Pensó cuando dejo de sentir el piso en sus pies.



—Lo tengo— Jalando aun más los hilos de sus dedos, apretó más las ataduras del ladrón que intentaba zafarse.




—Bien hecho



—Tú también— chocando los cinco en el aire, vieron como Fu Ja acompañado de Asta y Noelle llegaban.




Después de devolver el dinero a la anciana que fingió no saber quien era Yoriichi, el solo lo atribuyo a que ya estaba senil, provocando que Vanessa le pegara por ser grosero. Decidieron irse después de un rato del mercado Negro, Noelle había comprado una varita mágica para controlar mejor su magia, Vanessa llevo al ladrón a la cárcel mágica, Asta dijo que tenia que ir a entrenar, asi que se fue con Yoriichi que tenia que irse a otro lado, en cambio Noelle se quedo con Vanessa para acompañarla a entregar al descarado ladrón.



—Creo que aquí es— Caminando por la enorme mansión venia con un plan en mente, desde que casi pierde con Nick de no haber sido por haber obtenido el Sunshine de Escanor se sentía frustrado, fue superado por alguien que nunca vio en el anime, quería consejos de alguien que compartiera su mismo elemento.




—¿Qué haces aquí, miembro de los Toros Negros?— Volteándose a ver cuando escucho que lo nombraron.



—Tú debes ser Leopold Vermillion— Reconociendo al instante al otro rival de Asta. Leopold es un chico de estatura media con cabello largo y desordenado color bermellón. Mantiene un tercio de su cabello en una trenza y deja el resto en un peinado sutil y puntiagudo. Una de sus características destacadas son las marcas rojas alrededor de sus ojos turquesas.Leopold usa un conjunto de ropa que muestra claramente su nobleza. Él luce una túnica blanca debajo de una camisa azul oscuro con un cuello alto, que tiene un corte de oro. Él también usa una banda roja que sostiene la camiseta. En la parte inferior, Leopold usa pantalones blancos que se extienden un poco por debajo de las rodillas y un par de zapatos azul oscuro. Además de todo, Leopold viste una larga túnica roja.



Como miembro del escuadrón del León Carmesí, Leopold también usa la túnica distintiva del escuadrón. La túnica roja es corta y solo cubre su torso. También tiene diseños intrincados de color dorado, que decoran el lado frontal inferior de la bata. Además, se complementa con una bufanda y un par de cuerdas de color dorado que salen de entre la bufanda y la túnica. Las cuerdas están decoradas con piedras de color púrpura en los extremos. Por último, la insignia del escuadrón se encuentra en el centro de la espalda de la túnica.




—¿Qué haces aquí?— Junto a el venían otros 3 que lo miraban mal.



—Solo vengo a conversar con su capitán— dio una amable sonrisa sin querer meterse en un problema.




—¿Para que quieres hablar con él?— Vuelve a preguntar sin confiar en lo que decía, era bien sabido la mala reputación de su orden.




—No necesito hablar eso tan a detalle contigo, eres débil— Ya molestándose por lo dicho, camino a su lado sin darle importancia.




—Detenten ahí— Agarrandolo de su hombro con fuerza, Yoriichi haría un movimiento de Aikido, arrojándolo al suelo mientras le hacia una llave teniendo el control sobre el.




—No me toques, Leopold y ustedes no se muevan— Lanzandoles una gélida y seria mirada a los otros 3 que se preparaban para atacarlo.




—Te pediré amablemente que sueltes a mi hermano, Yoriichi de Hage— Habló una voz seria que reconoció, haciendo lo pedido, soltó a Leo que se sobaba la mano con dolor.




—¡Aniwe!— Viendo a su hermano llegar con su imponente presencia, se inclinaron al igual que Yoriichi que pidió disculpas.



—¿Puedo saber el motivo de tu visita?— Preguntó una vez que Yoriichi se quedo viéndolo cara a cara.




El pelirrojo respiro profundamente, cayendo de rodillas al suelo con su frente en el suelo.



—Enséñame Maestro— Eso confundiría a todos ahí presente.




—¿Qué?— Fue lo único que salió de su boca.




—¡Quiero aprender del mejor en magia de fuego, por eso le pido, no, le suplicó de rodillas que me entrene!— Explicó el motivo de su llegada a la base de los Leones Carmesí.




—Tienes que estar bromeando— una ceja se retorcia en el rostro de Leopold, desde que había sido sometido en el suelo con un simple movimiento, sintió respeto por el pelirrojo.



—¿Yami Sukehiro sabe que estas aquí?— Yoriichi negó con su cabeza a la pregunta, viéndolo con una fuerte determinación al Vermillion mayor ahi presente.



—Durante mi combate con Nick Roulacase fui superado en estrategia, de no haber sido que aprendí un nuevo hechizo hubiera perdido— apretando los puños con rabia.




—Me alegra que lo admitieras— Esa voz hizo que se volteara casi rompiendo su cuello, ahi estaba Nick.




—¿Te uniste a los Leones Carmesí?— Preguntó en shock cuando lo vio vistiendo el manto de dicha orden.




—No, me uní a las rosas azules, si, idiota, me uní a la orden del capi— Explicó sarcásticamente, sacándole una vena a Yoriichi.




—No pensaba verte arrodillado por segunda vez jaja— Burlándose del pelirrojo haciendo que le saliera otra vena en su frente.




—¿Estás seguro de lo que me pides?— Ignorando a su miembro recientemente añadido, Fuegoleon se mostro serio cruzándose de brazos.




—Si.



—No lo se— Lo dudó por unos segundos, dejándolo sin otra opción a Yoriichi que se pararía de un salto para hacer la pose de Alex el León de Madagascar y gruñír.




—¡¿Qué demonios crees que haces?!— Recibiendo un golpe que lo estampo en el suelo.




—¡No te burles del capitán y su orden!— Aun cuando decía eso, Nick se estaba riendo por dentro pero tenia que ponerse serio en este asunto.





—Esta bien, espero y puedas seguirnos el ritmo, te veo la siguiente semana, disfruta tú ultima semana de vacaciones— Fuegoleon lo estuvo pensando desde que le propuso esa idea, con su ayuda varios de sus miembros se harían más fuertes, Leopold era el más determinado a superar a Nick y siempre quiso conocer al que lo derroto en el examen, aparte podria aprender algunas cosas de el que vio en el examen.




—¡Si, Sensei!— Golpeando su pecho con fuerza con su puño mientras hacia la señal de los caballeros mágicos. Dandose vuelta después de agradecer una ultima vez para volver a su base.

Un fan reencarnado en Black cloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora