Capítulo 47: Yoriichi vs Yuno

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(Minutos antes)




Apunto con su dedo el pelirrojo —¡No te contengas, Yuno!— Sonrió ampliamente Yoriichi, su físico había ganado altura y peso, sosteniendo a Rhitta en su mano derecha apoyada en su hombro.





—No pienso hacerlo— Las comisuras del rostro de Yuno cambiaron para poner su rostro serio, viendo la figura de la figura de hermano mayor. De no haber sido por él y Asta, el se hubiera rendido hace tiempo.




Sin previo aviso, Yuno lanzó su ataque. —Magia de Viento: Luna creciente Kamaitachi— Exclamó, mientras extiende sus brazos hacia fuera y forma una hoja delgada de forma de media luna que se envía hacia su objetivo. Pero Yoriichi ni se inmutó.





Levantando a Rhitta, la infundió con su magia. —Magia de Sol: Espada Flameante— Gritó, envolviendo el hacha en un resplandor solar que de un simple corte, el hechizo de Yuno fue divido en dos partes, que fue dirigido al suelo, creando una fuerte destrucción en el suelo. La sonrisa de Yoriichi brilló, Yuno, sin perder tiempo, cambió su estrategia.


—¡Espíritu del Céfiro!— De su grimorio surgió una espada hecha de viento puro, mientras la figura etérea de Sylph, su espíritu del viento, aparecía a su lado, reforzando su poder. Con una velocidad sobrehumana, se lanzó hacia Yoriichi.




Yoriichi, con reflejos igual de rápidos, contrarrestó lanzando un corte. —¡Vamos, Yuno!— Exclamó, su hacha cortando el aire con un resplandor dorado. el choque de las dos armas creó una explosión de energía que sacudió el campo de batalla, levantando una nube de hojas y polvo.




Gauche abrió la boca sorprendido, la revista que estaba leyendo se fue volando.



—¡NOOOOOO!— Gritó, extendiendo su mano para intentar alcanzarla, pero a su lado que estaba Grey sentada tenia problemas por el choque de magias que se estaba dando en varios escenarios.




Un escombro de roca salió volando en su dirección. Los Leones Carmesíes que especteaban las peleas se quedaron estáticos, ya tenían dificultad para aguantar la ventisca, algunos tenían que sostener de las manos a los más ligeros al casi salir volando.





Con el grimorio abierto y sus manos revestidas con guanteletes de rayos, Luck enfoca su Magia de Rayo en la punta de sus dedos y exclamar: —Magia de Rayo: Esfera de Colapso de Trueno— Para crear una esfera concentrada de trueno, que lanzo hacia la rocas que iban hacia los Leones Carmesíes.




Atrayendo a Grey a su cuerpo, con sus piernas las clavo en el asiento para evitar salir volando, su grimorio brillo de color morado con intensidad.

—Magia de Espejos: Reflexión de Relejo— Exclamó Gauche, múltiples espejos aparecieron por todas partes para reflejar desde el que tenia en frente un rayo morado, que choco contra otro rebotando entre sí, pulverizando la gran roca.



—¿Estas bien?— Preguntó Gauche una vez el desastre dejo de enviarlos lejos.




—S-s-si— Grey se sonrojo profundamente para tomar un poco de distancia de Gauche que le salio una gota de sudor.




(Con Yoriichi y Yuno)




La presión del choque de sus poderes había creado una onda expansiva que resonó a través del campo, haciendo vibrar el suelo bajo sus pies. Yuno, con su espada de viento, se lanzo hacia adelante con una serie de ataques rápidos y precisos, cada uno de ellos destinado a desestabilizar a Yoriichi.



—¡Magia de Viento: Corte Torbellino!— Gritó, girando su espada para crear un vórtice de viento que intentó arrastrar a Yoriichi hasta la otra parte del campo numero 7, interrumpiendo la pelea entre Mimosa y Noelle.




Ambas chicas parpadearon confundidas, Yoriichi se quejo, un corte en su pecho que brotaba sangre comenzó a sanarse con partículas de Sol —¿Yoriichi-kun?— Preguntó Mimosa cuando Yoriichi se paro, dándose cuenta de que ella estaba ahí.



Levantado a Rhitta para girarse y ver a Noelle y Mimosa —Ah, hola chicas— Saludó despreocupado con un pequeño rubor en sus mejillas, Noelle devolvería el saludo con su mano confundida, se supone que eran enemigos.



Yuno se acerco con una leve sonrisa satisfecho de poder haber golpeado a Yoricihi. —Acércate viejo acércate— Yoriichi apuró a Yuno usando sus manos, para luego incrementar su musculatura, pisando el suelo agrietándolo por la fuerza ejercida, saliendo en una ráfaga de sonido.




Yuno lanzaria el mismo ataque, pero Yoriichi respondió con una seriedad impresionante.



—Magia de Sol: Escudo Solar!— Exclamó, levantando a Rhitta para bloquear el ataque. La luz solar envolvió el hacha, creando una barrera radiante que desintegró el vórtice de viento al contacto. El resplandor era tan intenso que momentáneamente cegó a Yuno, obligándolo a retroceder.




Aprovechando este momento al haber utilizado "Destello Solar" para desorientar a Yuno, Yoriichi se lanzó al contraataque. Con Rhitta levantada, avanzó con una serie de golpes rápidos, cada uno acompañado de una explosión de luz solar. El campo se llenó de destellos cegadores mientras Yoriichi atacaba con una precisión devastadora.




Yuno, recuperando rápidamente la vista, se defendió con destreza, su espada de viento contrarrestando cada golpe.


—¡Magia de Viento: Tormenta del Espíritu!— Gritó, invocando una ráfaga de viento que giro a su alrededor, aumentando la velocidad y agilidad. Se movía como un borron, cada uno de sus ataques y defensas realizado con una gracia letal.




El intercambio de golpes continuó, cada uno más rápido y feroz que el anterior. El sonido de las armas chocando resonaba como truenos en el campo abierto. Ambos combatientes estaban atacando con todo lo que tenían, sus magias chocando en una danza de luz y viento.




Yuno, viendo una oportunidad, se apartó y levantó su mano libre. —Magia de Viento: Arco Blanco del Vendaval!— Gritó, un arco hecho de viento gigante con múltiples flechas fue lanzada hacia Yoriichi. La ráfaga de proyectiles se movían a una velocidad increíble, cada una dejando un rastro de viento cortante a su paso.





Yoriichi sin dejarse intimidar, bajo su hacha para dar un respiro y concentrarse. —Magia de Sol: Santuario solar— Creándose una capa protectora alrededor del usuario, expulsando más maná, el brillo aumento para esparcirse en un radio de 8 metros, las flechas de viento se incineraron al instante.




Yuno chasqueo la lengua con molestia, el peli negro sabia que tenia una oportunidad al Yoriichi no tener su nichirin, pero no lo estaba haciendo nada mal.



—Qué mal, de haber sido el mediodía podria haber quemado el ataque sin expulsar tanto maná— Pensó fastidiado Yoriichi, la noche ya llego y era una molestia para el, no era un secreto que cuando era el mediodía su poder incrementaba.





Ambos combatientes retrocedieron ligeramente, tomándose un breve momento para evaluar al otro. La respiración de Yuno era pesada, pero sus ojos brillaban con determinación, él sabia que este era solo el comienzo, y que el verdadero enfrentamiento estaba aún por venir.




Cuando ellos eran niños y vieron a Yoriichi entrenando a pesar de tener apenas 3 años, Asta asombrado intento copiarlo, pero no podía hacer eso que Yoriichi llamo "deslices de combate" pero a pesar de tropezar, Asta no se rendía y el pelirrojo de ese momento lo ayudo a entrenar, Yuno con su pequeña inteligencia intento hacer el mismo movimiento envolviendo la parte baja de sus pies, pero no funciono, llorando angustiado al no poder, fue ayudado por el que llamaría Nii-san desde ese preciso momento.




Yoriichi ayudo a Asta con ejercicios de cuerpo, fortaleciéndolo y entrenándolo a pelear ya que aunque tenga mucho musculo, si no sabe aprovecharlo no se volverá fuerte. Y a Yuno lo ayudo con su magia, a pesar de que Yoriichi no tenia un buen control de su magia y tampoco tenia mucho maná, entrenaba desde la mañana hasta la noche aumentando sus reservas, era el claro ejemplo de entrenar ambas partes, cuerpo y mente, cuando no entrenaba ayudaba en la iglesia o leía.







—Él sin duda es alguien a quien admirar— Pensaba Yuno con una leve sonrisa en su rostro, teniendo recuerdos del pasado.


—Gracias por enseñarme tanto— Volvió a concentrarse, su rostro no se inmuto cuando Yoriichi lo provoco para que atacara.




Yuno usaba su dominio del viento para atacar desde múltiples ángulos, cada golpe respaldado por la velocidad y precisión que lo caracterizaban. Pero Yoriichi respondía con igual fervor, su magia de sol ardiendo más brillante con cada momento que pasaba, a pesar de no tener su nichirin calentaba su cuerpo con la "Respiración del Sol". Su destreza en batalla era innegable; a pesar de no tener su espada Nichirin, cada uno de sus movimientos reflejaba una maestría adquirida a través de años de intenso entrenamiento.




Yoriichi se movía con una elegancia y facilidad sorprendente. Cada paso, cada giro, cada movimiento del hacha "Rhitta" parecía coreografiado con una precisión letal que cada vez iba más en aumento. Repelía los ataques de Yuno como si fueran meros juegos de niños. Su mirada era calmada, sus movimientos eficientes, sin desperdiciar un solo gesto. Era evidente que su IQ en batalla había aumentado considerablemente. Desde el momento en que aprendió a hacer una medía flexión había comenzado a entrenar incansablemente, y los frutos de sus esfuerzo ahora brillaban con cada movimiento.




—É-él es muy bueno— Murmuró tembloroso un miembro de los Leones Carmesíes, los 3 combates que se daban simultáneamente lo eran, pero este era el que más deslumbraba, con dos jóvenes iguales de fuertes, pero donde el que mas brillaba era sin duda aquel con esa gran hacha.




Yuno ya se estaba cansando con el transcurso de la pelea. El sudor corría por la frente de Yuno, su respiración se volvía pesada, pero Yoriichi seguía manteniendo su postura, casi sin esfuerzo.Yuno lanzó otro ataque desesperado.




—¡Magia de Viento: Colmillo Tornado!— Exclamó, creando un gran tornado horizontal que perforaba todo a su paso, los escombros que volaban por la pelea de Nick y Randall fueron cortados hasta solo quedar meras partículas, las bolas de agua de Noelle se volvieron en gotas de agua.





Pero Yoriichi, con un solo movimiento de Rhitta desintegró aquel gran tornado de un poder inmenso con su resplandor solar. —¡Magia de Sol: Manto Solar: Nova de Estallido Solar!— Gritó Yoriichi, liberando una oleada de energía solar que quemó el suelo y se dirigió hacia a Yuno. La intensidad del ataque obligó a Yuno a retroceder, apenas logrando esquivarlo.





—Yuno— Dijo Yoriichi con voz firme pero calmada, —eres un oponente formidable, pero tu poder no es suficiente para derrotarme— sus palabras no eran arrogantes, sino una declaración de hechos. Yuno, exhausto pero aún determinado, sabía que estaba siendo superado en cada aspecto del combate.



Asta, observando junto a su capitán Yami Sukehiro el combate, sentía una mezcla de admiración y preocupación. —Yoriichi-niisan es increíble— murmuró.



—Pero esto no puede ser el final. Yuno siempre encuentra una manera



Pero la verdad era clara: Yroiichi estaba dominando la batalla con una facilidad y elegancia que solo podía provenir de un entrenamiento arduo y una inteligencia en batalla inigualable. Mientras Yuno luchaba con todas sus fuerzas, Yoriichi apenas parecía esforzarse, cada uno de sus movimientos reflejando la conexión con la magia del sol.




Mirando a su oponente fijamente ninguno se movía, Yuno respiraba agitado y Yoriichi cargo a Rhitta en su hombro derecho, para comenzar a reír, confundiendo a Yuno y a todos los espectadores.




Mereleona miraba de brazos cruzados arqueo una ceja, la carcajada de Yoriichi la confundió, Yuno espero a que termine de reír para preguntar el porque la risa y si acaso se estaba burlando de él.





—No, no es así— Secándose una de las lagrimas que salió de sus ojos, vio a su al rededor. —Que mientras que estoy esperando a que te recuperes, veo las demás peleas— Comentó con una cálida sonrisa.





Un abucheo por parte de Asta que sintió el enojo de Yuno que se le marco una vena en su cabeza, sus palabras no fueron por burla como siempre.



—¿Yo le estoy aburriendo?— ese simple pensamiento, enojo más a Yuno que rechinó los dientes, su cansancio se fue en un instante dominado por la rabia que sentía en ese momento.Pero antes de que pudiera decir algo, Bell se dejo ver.




—¡Oye, tú!— Llamando la atención de Yoriichi, su expresión se volvió aburrida al ver de quien se trababa.



—Ah, eres tú




—¿Cómo te atreves? Soy el espíritu del viento, Be...—




—Si si lo que digas, ve al grano, enana— Remarcando la última palabra para enojo del hada que su cara hirvió enojada. Yoriichi en ese momento, desapareció en un parpadeo, para aparecer nuevamente al lado de Yuno.




Una mano en su hombro, hizo que se girara en shock, él se movió más rapido que antes —Ya vuelvo— con esas simples palabras, volvió a desaparecer, Yuno quedo estático incrédulo por lo que había visto.




—¿Esa no era toda su velocidad?— Pensaba, su confianza parecía desmoronarse al darle más vueltas.






—JAJAJAJA la cara de ese chico galán de William da mucha risa— Se burló Yami golpeándose la pierna repetidas veces, haciéndole sacar una gota de sudor a Asta que sonrió nervioso a su capitán, para luego ver a Yuno.




Una gran capa de polvo invadió todo el campo de batalla, Yuno que estuvo todo ese tiempo aguantando el enojo, lo hizo desaparecer con un simple corte envuelto en viento.



—Ya volví— moviendo su mano para que Yuno lo observara, captando su atención, el grimorio del peli negro cambio de pagina.



Yuno lanzaba sus ataques con una precisión y ferocidad inigualables. Un águila formada de viento se precipitaba hacia Yoriichi, sus garras y alas hechas de cuchillas afiladas como navajas. Sin embargo, Yoriichi, sin moverse de su lugar, alzo su "Escudo Solar". La barrera de luz dorada resplandecía intensamente, bloqueando cada uno de los ataques de Yuno con Facilidad. El águila de viento se desintegro contra el escudo, sus cuchillas convertidas en meros destellos de energía disipándose en el aire.




Yuno, jadeante y agotado, sabía que necesitaba usar su técnica más poderosa.




—¡Aliento de Sylph!— Gritó, canalizando todo su poder en un ataque definitivo, Bell, su espíritu del viento, se coloco a su lado, respirando profundamente antes de liberar una ráfaga devastadora de viento puro hacia Yoriichi.




Yoriichi viendo la magnitud del ataque, puso una mano en frente, concentró más maná en su escudo, haciéndolo crecer y brillar más. La barrera luminosa se expandió, bloqueando el ataque con dificultad, pero sin permitir que Yoricihi se moviera ni un centímetro. Bell volando junto a Yuno, respiraba agitada.






—Es demasiado fuerte...— Murmuró Bell, jadeante. Yuno, negándose a aceptar la derrota, apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas perforaron su piel, haciendo brotar sangre. —Una vez más— Dijo Yuno, sorprendiendo a Bell que lo miró con incredulidad. Yuno levanto su mano una vez más, dispuesto a lanzar el mismo hechizo.






Bell suspiró resignada y se colocó delante de Yuno, inhalando grandes bocanadas de aire antes de liberar otra ráfaga de viento con toda su fuerza. Yoriichi dejó caer su hacha, estirando ambas manos para concentrar más maná en el escudo. El tamaño del escudo disminuyó, pero su brilló aumento exponencialmente, bloqueando nuevamente el ataque de Yuno.





Yuno y Bell respiraban agitados, sus reservas de maná casi agotadas.



—¿Cómo puede ser tan fuerte? No mostró nada durante la invasión a la capital o en la mazmorra— Pensó Bell, asombrada por el poder que Yoriichi había ganado en tan solo unos meses.



Yuno, con rabia y frustración, apretó los puños tan fuerte que la sangre corrió por sus dedos. Asta, observando con preocupación, vio a Yuno estirar nuevamente su mano hacia Yoriichi.





—Este es todo mi poder, Yoriichi-niisan— Dijo Yuno con determinación. Bell lo miró, sin creer que lanzaría un último hechizo, sabiendo que sus reservas de maná estaban casi al límite.





—Por favor, Bell— Pidió Yuno en un último gesto. Bell suspiro resignada y, una vez más, infló su pecho antes de lanzar el siguiente ataque.





Mientras el ataque se dirigía hacia él, Yoriichi deshizo su escudo. Yami se levantó de su asiente, dispuesto a detener la pelea, mientras Mereoleona ya había saltado para correr, pero Yoriichi alzó su mano, deteniéndolos y negando con la cabeza.





El ataque de Yuno impactó y el campo se sumergió en un inmenso silencio. El polvo se levantó, cubriendo todo el campo de entrenamiento. Cuando la nube de polvo se disipó, Yoriichi apareció en medio de la devastación, herido, con cortes y moretones, pero firme en su lugar.



 Detrás de él, el campo estaba en ruinas por el ataque de Yuno, quien tambaleó antes de caer arrodillado.





—Magia de Sol: Regeneración Solar— Pronunció Yoriichi en voz baja, mientras su cuerpo se iluminaba y sus heridas se curaban al instante. Guardo a Rhitta en su grimorio y caminó hacia el debilitado Yuno, que había superado su límite al lanzar tres veces el mismo ataque con mayor potencia en cada una.




Yoriichi extendió su mano hacia Yuno. —Gracias por el combate— Dijo con respto.




Yuno, agotado pero sonriente en el piso, respiro una vez más, para ver como Asta llegaba. —Fue entretenido— Respondió.



Asta llegó corriendo para ayudar a Yuno. —Te daría la mano, pero no me puedo mover— Dijo Yuno, provocando una risa compartida con Yoriichi y Asta.





La multitud que había observado el combate durante las últimas tres horas estalló en vítores. Fue un gran día, y todos se dirigieron a celebrar con un banquete para descansar y recuperarse de la intensa batalla que acababan de presenciar.

Un fan reencarnado en Black cloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora