Era de noche, recién acaba de salir del baño nuestro protagonista y se dirige al pasadizo para irse a la base de los Toros Negros.
—Nick...— Bajando las escaleras poco a poco con un rostro serio. —¿Sera posible que yo no sea el único de otro mundo? Ya me confirmo Fana de que Ojo de la Noche Blanca intenta revivir a los elfos asesinados por los humanos con magia prohibida, utilizaran la piedra con las gemas mágicas esas— Yoriichi se rasco la cabeza confundido, Nick había dicho "¡Plus Ultra!" y también estaba el otro asunto de Ojo de la Noche Blanca.
Nero tuvo que salir de la cabeza de Yoriichi cuando el pelirrojo se estaba arrancando los pelos por pensar tanto.
—Puta madre esto es confuso, no se si el también es un reencarnado o capaz escuche mal o que se yo— Nero tenia una gota de sudor, viendo como movía los brazos como si se estuviera explicando a si mismo.
—¿Y por qué mierda estoy sudando?— Secándose el sudor de su frente con la manga de su remera, Nero voló para estar en su hombro derecho y apuntar con su pluma hacia abajo.
—Esta firma de energía, es Yuno...— Bajando con cuidado las escaleras, vio como había una luz que desprendía calor. —¿Llamas?— Cuando llego a la esquina, solo pudo mirar con cara de póker la escena.
Todos y cada uno de los miembros de los Leones Carmesí estaban arrodillados frente a la nueva capitana de aquella orden, Mereleona Vermillion, quien esta expulsando su magia de fuego, Yoriichi pudo ver que estaba muy molesta, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
—A la mierda— Aunque su mirada fue clavada en el escote, pero tuvo que alejar su mirada de su pecho para ver a Asta y Yuno a su derecha observando todo.
—Los Leones Carmesí siempre han estado en primer o segundo lugar, ¿Cómo es posible que este año empatemos en tercer lugar con las Águilas Plateadas?— Yuno, Asta y Yoriichi dieron pasos atrás para no quedar involucrados en la escena.
—¿Solo por qué mi estúpido hermano se encuentra en cama?— Las llamas a su al rededor incrementaron con cada palabra. —¡¿Acaso son bebes?!— Grito con enojo, su magia de fuego la hacia ver impotente, los caballeros de su orden parecía que querían decir algo pero su presencia hacia que se arrepintieran.
—¿A quien se refiere?— Pregunto Asta confundido por todo lo sucedido.
—A su hermano obviamente— Responde Yuno
—¿Su hermano? ¿Y quien es?— Volvió a preguntar el enano, su respuesta no tardo en llegar de parte de Yoriichi que estaba atrás de ellos.
—Asta, su hermano es el capitán Fuegoleon— Ante esas palabras sus ojos cambiaron de forma para mostrarse a ser estrellitas impresionado.
—¡¿QUÉÉÉÉ?! ¡¿Esa mujer tan aterradora es la hermana mayor de tu Sensei y de Leo?— Yoriichi asintió, le alegraba que solo le sorprendiera eso y no que el había llegado hace apenas unos segundos.
—Esto no nos incumbe— Murmura Yoriichi rascándose la parte posterior de la cabeza.
—Iré a buscar otra salida— Dijo susurrándole en el oído a Yuno, que asintió con su cabeza ante la idea, agarrando de su manto a Asta para comenzar a subir los escalones, pero algo lo detuvo en seco, agrandando su oído junto a sus dos hermanos al escuchar lo que dijo Mereleona Vermillion.
—¡Ese idiota de Fuegoleon entreno a una panda de cobardes!— Yoriichi apretó los dientes, recordando las veces que había ido a visitar a su maestro.
—¡Tiene el descaro de dormir y dejar solos a este montón de inútiles solo!— Yoriichi ya no pudo contener el enojo para girarse y enfrentar a Mereleona.
—¡No es verdad!— El grito del hermano menor de ambos capitanes detuvo su paso.
—¡Nuestro hermano es el mejor capitán de todos!— El no fue el único que pensaba así, rápidamente varios de la orden negaron tal difamación por parte de la hermana mayor de su ex capitán.
—¡El capitán Fuegoleon nos enseñó cómo ser buenos caballeros!
—Es estricto, pero piensa en nosotros y el reino más que nadie. ¡Es un gran caballero!— Una leve sonrisa apareció en rostro de Yoriichi al ver como defendían a su capitán de las acusaciones de la nueva líder de su orden.
—¡No te permitiré que insultes a Fuegoleon-Sensei— Haciendo acto de presencia, todos se voltearon a ver sorprendidos aquel miembro de los Toros Negros.
—¡Bien dicho, Yoriichi-Niisan!— Asta tenia una gran sonrisa en su rostro, Yuno solo pudo asentir en confirmación.
—Espera— Los dos se giraron para ver atrás y no ver a su hermano.
—Ese idiota, dijo que no nos incumbe esto— Pensó Yuno chasqueando la lengua con molestia, al ver que el pelirrojo no se doblegaba ante la presencia de la leona.
Yoriichi camino hasta estar frente a Leo y arrodillarse al lado suyo, chocando puños con una sonrisa, Leopold tardo en responder unos instantes, pero luego sonrió y chocarían los puños finalmente, girándose para ver a su nueva capitana de orden.
—¡Podrás ser mi hermana pero no permitiré que insultes a nuestro herman- Fue interrumpido al recibir un puñetazo en todo el rostro.
—¡Entonces dejen de hablar y muéstrenme su verdadera fuerza!— Esas palabras sorprendieron a los caballeros mágicos que guardaron silencio, apretando los puños en un intento de controlar su ira hacia la Vermillion.
—Esta vieja esta loca— Una sonrisa nerviosa se formó en el rostro de Yoriichi.
—¡Demuestren que son la orden guiada por el mejor capitán!— Volvió a ser cubierta en su magia de Fuego.
—¡Ese idiota no morirá abandonándolos a ustedes y a este reino! Hasta que regrese encárguense ustedes de demostrar el orgullo de los Leones Carmesí— Lagrimas brotaron de algunos, la leona tenia razón en sus palabras.
El brillo que la envolvió se volvió débil. —No hay de otra, los entrenare personalmente hasta que el idiota de mi hermano regrese— Su voz ahora calmada, entrelazando sus dedos, al parecer el tema de su hermano era delicado para ella.
Sus palabras dejaron impactados a los Leones Carmesí que no sabían que decir.
—¡Respondan tontos!— Con esa primera orden que les recordó a cuando Fuegoleon los instruía personalmente a ellos, logro sacarles lagrimas que fueron secadas rápidamente por ellos mismos, levantándose para hacer el saludo.
Todos dijieron al unisonó incluido Yoriichi —¡Esta bien!— Asta parecía llorar a mares con los puños levantados mientras Yuno lo observaba con neutralidad.
—¡Es tan ardiente!— Dijo Asta emocionado por las palabras de Mereleona, había impactado también en el a pesar de no ser de la misma orden.
—Es sofocante— Dijo Yuno neutral.
—¿Qué entrenamiento les esperará?— Pregunto en general sin recibir respuesta.
Ya Mereoleona más calmada dejo de expulsar su magia de fuego y se cruzo de brazos —Bien, iremos a unos baños termales— Hubo un profundo silencio ante esas palabras.
—¿Por que tengo un mal presentimiento?— Pensó Nick al igual que Yoriichi, viendo su espalda al estar sentado atrás de todo.
Comenzaron los susurros, el pelirrojo se dio cuenta de que Leopold no tenia idea de lo que se trataría.
Yoriichi tuvo una gota de sudor con un mal presentimiento. —¿Baños Termales?— Asta ladearía la cabeza confundido, imaginándose que eran un par de animales dándose un baño en unas aguas termales en el bosque.
—No creo que sean unos simples baños termales...— Susurro Yuno al oído de Yoriichi que solo asintió de acuerdo con su comentario.
—¡Eso suena divertido!— Asta se giro emocionado por la idea, el no pensaba igual que el pelirrojo y el azabache a su lado.
—Parece fácil— Yoriichi le taparía la boca a Yuno.
—Nunca la mufes o terminaras como Mike la maquina del mal— Confundiendo a las personas, Yoriichi siempre que alguien hablaba sobre que seria fácil o que algo no podria salir más mal, terminaba pasando eso.
—Los oí— Escucharon la voz de Mereleona atrás de el.
—¿Esta detrás de mi verdad?— Ellos asintieron nerviosos al ser descubiertos, el pelirrojo solo sentía como la mirada de la capitana de los Leones Carmesí estaba puesta en su nuca.
Una garra de León hecha de fuego agarro la cabeza de Asta, sorprendiéndolo haciendo que la mire fijamente, que estaría expulsando fuego con sus brazos cruzados, Yuno entrecerraría los ojos siendo usado como escudo humano por Yoriichi.
—Tiene una increíble cantidad de maná— Tragando duro cuando la mujer fijo su vista en el nuevamente.
Yuno y Yoriichi intentaban huir a paso lento, dejando que Asta la distraiga a la mujer para dejarlos escapar.
—¡Oh, Asta! ¿Te gustaría venir con nosotros a entrenar como mi rival?— Saliendo Leopold detrás de Mereleona que vio al enano con una sonrisa.
—¡No quiero!— Negó rotundamente el plebeyo, Yoriichi y Yuno estaban intentando subir los escalones.
—Tu sacrificio no será en vano— Pensó Yoriichi teniendo en alta estima a Asta, viéndolo con otros ojos, esta vez aun más de admiración.
—¡Oigan Yuno, Yoriichi no me dejen!— Aun con ese grito ellos pensaron que solo le estaría hablando su alma, ignorándolo mientras regresaban por donde habían venido.
Pero se crearon un par de garras de León de fuego más y estas fueron a parar en las cabezas de Yuno y Yoriichi, que se sorprendieron al ser atrapado y el pelirrojo solo soltaba unas pequeñas lagrimas al ser atrapados.
—Yo no quería ir— Pensó una vez que tenían en frente a la nueva capitana, que les sonreía con burla.
—Ustedes también vienen
—¿Ah?— Yuno aun no entendía lo que trataba de decir, de su capucha saldría volando Bell para regañar a Mereleona.
—¡Oye, Yuno no hace esas cosas, aparta tu llameante mano de el! ¡Ahora!— exigió el espíritu del viento moviendo sus manos en señal de reclamo.
—¡No se librará!— Y lanzo una pequeña bola de fuego a Bell provocando que se aleje de ellos.Yuno le pediría a su compañera que parara, la garra de fuego lo sofocaba demasiado haciendo que su cara estuviera cubierta de sudor.
—¡Ay, esta bien!— Acepto el hada, estirando su vestido para que entrara aire.
—¿Cómo es que puedes estar tan bien con estas temperaturas?— Preguntó algo molesta al ver que Yoriichi no tenia incomodidad por el calor.
—Soy como Blandito de Pokémon XYZ— Confundiendo a todos los presentes por ese comentario, pero causaría intriga en Mereleona que lo miraba con más curiosidad.Leopold parecía un poco serio cuando estaba hablando con Asta, pero en el fondo se notaba que se estaba divirtiendo por toda la escena ocasionada.
—Una vez mi hermana te atrapa no hay forma de que te suelte, a ella nunca le intereso pelear ni tampoco la política. Por eso permanecía oculta pese a ser fuerte. Probablemente sea más fuerte que mi hermano. ¡Es Mereleona Vermillion, la leona imbatida sin corona!— Yoriichi cruzaría miradas con la mujer después de haber escuchado esa explicación de parte de Leo.
—Veamos que tan fuerte son los 4 mejores novatos de este año— Dijo con una sonrisa que prometía mucho dolor.
—Pero solo somos 3— Comentó Asta, faltaba Nick.
—Oh, el esta aquí, solo que se escondió— Ella los soltaria para luego dar un puñetazo al piso con fuego en su puño, resquebrajándolo y atrapando mechones de pelo negro.
—jeje— Rascándose la mejilla avergonzado una vez estaba frente a frente a su capitana.
—Hola— Saludó amablemente acomodándose los lentes.
—¡Nos atrapó una mujer peligrosa!— Pensó Asta sintiéndose como la presa de aquella Leona a los cuales sus instintos decían que tuviera cuidado.
(En un bar cercano para los capitanes del Reino del Trébol)
Con un cartel que dice "reservado" allí en aquella pequeña taberna, se podria observar a los capitanes de las ordenes y a Yami que se estaría riendo a mas no poder, molestando a algunos. Su risa no había parado ni bien pisaron aquel lugar, tanto que su estomago le empezaba a doler y soltaba lagrimas.
—Que bebida más rica la de esta noche, ¿verdad capitanes inferiores a los Toros Negros?— Volvió a reír aun más fuerte que antes, su burla haría remarcar las venas de algunos que se giraron para fulminarlo con la mirada.
Detrás de el estarían Sol y Charlotte sentadas en una mesa apartada de aquellos hombres, los demás capitanes que miraban de mala manera a Yami estaban sentados en la barra.
—¿Se encuentra bien, jefa?— Pregunto la morocha de pelo negro corto, preocupada por su capitana.
—Dije que me digas capitana— Ignorando la pregunta con sus ojos cerrados.
—Si, jefa— Acepto aun preocupada por su líder de orden.
—Deja de presumir, no te emociones por no quedar ultimo una única vez, Yami— Amenazo Jack The Ripper, terminando de tomar su vaso de un trago.
—¿Cómo se siente que te supere el equipo que siempre quedaba ultimo año tras año?— Se volvió a burlas con una leve risa que no intento ocultar, para fastidió y enojo de Nozel y el nuevo capitán de las Orcas Moradas.
—Si no te callas te cerrare esa sucia boca— Esa amenaza hizo que la sonrisa del capitán de los Toros Negros creciera aun más.
—Perdiste contra la orden del de esa sucia boca. Y aun así mantienes ese flequillo mal hecho. ¿No te da vergüenza?— Puso una mano encima de su boca fingiendo una risita como burla, provocando la rabia de Nozel.
—Te mataré— Yami se levanto de la silla donde estaba sentado dispuesto a luchar si era necesario.
El peli plateado ya había abierto su grimorio el cual empezó a brillar.
—¡Magia de Mercurio: Lanzas de Plata!— Justo en ese momento el bartender sirvió una bebida en una copa el cual llamo la atención de Nozel haciendo que se detenga.
—Por favor, señor. No use magia ofensiva dentro de ese local, la casa invita— el miembro de la realeza cerraría su grimorio para volverse a sentar y darle la espalda a un confundido Yami.
—Le ofrezco una disculpa, señor— Agarrando aquella copa para degustar de la bebida que tenia un liquido verde, el bartender siguió limpiando el resto de copas una vez el tomo de su licor.
—Esta rico— Sorprendido por el sabor, solo pudo halagar aquel alcohol que acababa de probar.
—Así es Nozel, aquí se viene a disfrutar de la bebida— Dijo Kaiser para luego girarse y ver a Yami calmado.
—Dicho eso, Yami no debiste insultarle— El extranjero en cambio solto una risa ahogada por su mano que cubría su boca.
—Tu peinado también es bastante gracioso, el mocos pelirrojo dijo que de seguro no pudiste esquivar por completo una bala de cañón y tu pelo quedo asi— Ante esas palabras, apareció una vena remarcada en la frente de Kaiser que fruncía el ceño con enojo, haciendo flotar su grimorio preparando un hechizo con una risa malévola. Hasta que el bartender le sirvió la misma bebida que a Nozel haciendo que calme su enojo.
—Por favor señor, no use magia ofensiva dentro de este local, la casa invita— Volvió a decir mientras guardaba la botella en su lugar.
—Oh, por favor, discúlpeme no debí dejarme llevar— Después de pedir una disculpa apropiada, agarro la copa, agradeciendo antes de llevar a su boca el alcohol que contenía.
—Vaya, vaya— Sorprendido por el sabor, siguió tomando poco a poco, disfrutando de la calidez que recorría su garganta sin ser tan exagerado, el dulzor de aquella bebida era muy relajante.
—Son bastante patéticos— Se burló Jack algo enojado al ver que la pelea al final no se dio, girándose para ir en contra de Yami.
—Yo me encargo— Pero el bartender le sirvió la misma bebida que a los otros dos, Jack agarro la copa de aquella bebida y la probo para luego ver nuevamente a Yami.
—Je, supongo que por hoy te perdonare— Ignorando a Yami para continuar bebiendo.
—Que obediente están hoy, ¿Acaso esas bebidas están hechas con algo raro que los hace obedecer?— Yami dejo de reír, ninguno de sus compañeros le respondió lo que provocaba en el más curiosidad.
—¡Yami-san, eres increíble!— Rill se acerco a el emocionado por el peli negro —¡Yo enloquecí al quedar último una sola vez!— Sentando al capitán de los Toros Negros por la cercanía.
—Pero tú ni te inmutabas al ser el último cada año. No es normal. ¡Tienes una mente insólita!— Al principio sus comentarios eran bien recibidos por Yami, pero cada "cumplido" se termino volviendo un insulto.
Yami quedo descolocado ante esas palabras, ya que Rill parecía no darse cuenta de que en realidad lo estaba insultado, Dorothy se acerco durmiendo para decirle algo, que no se entendía nada.
—¡A ti nunca te entiendo!— En ese momento, las puertas del bar fueron abiertas por Nozel que se retiraba caminando al igual que Kaiser y Jack que estaban yendo hacia la entrada.
—Ya veras el próximo año, Yami— Al capitán de los Toros Negros le volverían a salir lagrimas por la risa contenida.
—¡¿Qué?! ¡¿Ya se van?! ¡No me importa beber algo contigo esta noche, larguirucho!
—¡Cállate!— Al ver que no volvía Jack, Yami volvió a acomodarse en su asiento con una gran sonrisa en su rostro.
—¡Entonces creo que voy a beber solo para celebrar nuestro triunfo! Jajajajaja— Pero su risa se detuvo al oír una voz femenina.
—Estas muy contento para ser la primera vez que sucede— En la puerta de entrada se vio a Mereleona cruzada de brazos irradiando fuego, poniendo algo nervioso a Yami por su presencia.—Mayoraleon
—No me llamo Mayoraleon— Replicó la Vermillion.
—Eres la hermana mayor de Fuegoleon, ¿no?— El pensó que su nombre seria ese, pero al parecer se equivoco.
—Nuestros nombres no son tan simples— Volvió a negar la mujer parada en la entrada.
—Pensaba que los nombraban según su posición en la familia— Ella empezó a caminar adentrándose al bar, teniendo un rostro serio con el cual no apartaba la mirada de Yami.
—No digas estupideces— Aunque se detuvo un segundo, ya que por la puerta no podían pasar los tres novatos, que se retorcieron del dolor.
—¿Eh?— Yami miro curioso a su costado, notando una cabellera roja que reconoció.
—La concha de su...— Yoriichi patearía la puerta, permitiendo que pudieran pasar, los 3 suspiraron con sus ojos cerrados por el alivio al no estar comprimiéndose, pero cuando abrieron los ojos estaban elevados en el cielo siendo visto por Yami.
Asta intento saludar a su capitán que se burlaría de el y Yoriichi que solo miraba sus al rededores.
—¡Los atrapo mocosos! ¿Qué fue lo que paso?
—Eso es lo que me pregunto— hablaron a la misma vez Asta y Yoriichi, aunque el pelirrojo más bien susurro para luego suspirar, pero se sorprendió al ver una garra de fuego en la cabeza de Yami que empezó a sudar.
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Un fan reencarnado en Black clover
Science FictionEn un giro inesperado del destino, un ferviente fan del anime se encuentra reencarnado en un mundo desconocido, donde la magia y la nobleza dominan la sociedad. Sin embargo, a diferencia de otras historias de reencarnación, este fanático se encuentr...