Capítulo 53: ¡Entrada a la guarida de Ojo de la Noche Blanca!

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—Bienvenida, rival— Leopold saludó a Asta y a Noelle que entraban en la habitación, dejando la puerta un poco abierta. —¿Por qué dejas la puerta abierta?— preguntó confundido inclinando la cabeza.



—Por qué falto yo, hola Leo— dijo Yoriichi haciendo acto de presencia, los ojos del Vermillion menor se abrieron con sorpresa.


—Me alegra que hayas despertado, y veo que los tres son Caballeros Reales— dijo con una sonrisa mientras miraba el manto de los 3.

—¡Si, pronto nos enfrentaremos a Ojo de la Noche Blanca!— Informó Asta. —Partiremos en tres días. Esperaremos en la capital para que no se filtre nada— termino de decir Noelle, recibiendo un asentimiento de Yoriichi.



—Ya veo— dijo Leopold entendiendo la situación.



—¿Cómo está Fuegoleon?— preguntó Noelle, el rostro de todos cambio a uno serio, viendo a la persona acostada en la cama con los ojos cerrados. —Sigue durmiendo. El día que Ojo de la Noche Blanca atacó la capital no se que le hicieron a mi hermano, pero seguro que usaron algún truco— Yoriichi entrecerró los ojos recordado lo sucedido, estuvo presente y no pudo hacer nada, pasando lo mismo pero de manera diferente que en el anime.



—Aun así, seguro que él diría: "Pero no pude evitarlo por mi falta de pericia".— Yoriichi esbozo una pequeña sonrisa, si se seguía arrojado la culpa asi mismo nunca mejoraría, solo que no le gustaba nada fallar en lo que hizo.



—Seguiré entrenando y pronto los alcanzaré y superaré— Declaró lleno de determinación el chico de los Leones Carmesíes.



—Leopold...— sonrió Noelle al ver que tipo no cambiaba.



—Me aseguraré de vengar al capitán Fuegoleon— Dijieron al unisonó Asta y Yoriichi.



—El no se rio de mi sueño de convertirme en Rey Mago, incluso me consideró un rival. Estoy aquí gracias al capitán Fuegoleon— termino de decir Asta.



—Debo vengar a mi maestro, aun me debe un par de clases— bromeo Yoriichi una sonrisa juguetona en su rostro.



 —Y yo también— Noelle cerro los ojos recordando las palabras de Fuegoleon.



—Sus palabras me ayudaron a hacerme fuerte— termino de decir. Leopold les encargo a los 3 que eliminaran a Ojo de la Noche Blanca y al tipo que había hecho esto a su hermano.




—Claro— Acepto Asta.




—Para proteger la paz del reino, ¡eliminaremos a Ojo de la Noche Blanca!— Hablaron los 3 con una fuerte determinación en sus rostros.



-X-




Yoriichi iba caminando junto a Noelle y Asta que iban hablando de los enemigos que terminarían enfrentando en unos pocos días. Él se quedo en silencio, aun le faltaba una confirmación de que la teoría que había hecho era real, tenia que advertirle al Rey Mago antes de partir, Yoriichi siguió caminando con la mirada perdida, pero termino pisando la cara de Asta que se pudo a rodar por todo el camino hasta que Yoriichi lo piso.



—¡¿Qué haces en el suelo, idiota?!— preguntó enojado con el peli ceniza.



—Un idiota con músculos— termino de decir Noelle, y a lo lejos se logro escuchar pasos.



—Imposible— reconociendo el comentario de Yuno, dejo de pisar a Asta.




—¡Yuno! ¡Mimosa! ¡Y el señor de los lentes!— nombro a las personas que se acercaron a ellos, Nero que estaba en la cabeza de Yoriichi entrecerró los ojos al ver a la chica que venia a su lado.




—¿Vinieron a visitar a Fuegoleon?— Preguntó Noelle que se quedo hablando con Klaus que comenzó a explicar su situación. —¿Están bien?— Preguntó Mimosa a los chicos.



—Sí, esto no es nada gracias a mi entrenamiento— respondió Asta interrumpiendo a Yoriichi. —Lo único que no entrenas es el cerebro— se burlaron ellos dos de Asta.





—Exacto. Es mi debilidad— continuó Asta avergonzado. —¡Eh, no se burlen!— bufo molesto el enano.




—¿Puedes usar un hechizo que haga más inteligente a Asta?— preguntó Yuno a Bell que se encogió de hombros.



—Qué bueno eres, Yuno— halagó la hada a su portador.



—Maldición, podrían estar algo más tensos antes de la batalla decisiva. ¿Y si nos descubre uno de sus espías?— pregunto Klaus acomodándose sus lentes.




—Tranquilo we, valieron verga si intentan algo— respondió Yoriichi con total calma, algunos no comprendieron lo que dijieron y se giraron a ver a los demás de Hage.







—Tampoco lo entendemos— contestaron a sus dudas Yuno y Asta.





—Bueno— dijo con una pequeña sonrisa, su grimorio se elevo para brillar y abrirse en una pagina.




—Si van a la capital— apunto con su mano a un lado de Noelle para crear un vehículo de acero.




 —Pueden venir en mi nave— Ofreció a lo que los Toros Negros agradecieron, pero Yuno prefirió ir en su águila debido al poco espacio. Yoriichi se estremeció momentáneamente.




—¡Yoriichi-niisan encógete!— pidió Asta sintiéndose apretado al estar en el borde.




—No es mi culpa tener la altura que tu no tienes— respondió enojado, Mimosa se rio de toda la situación.





—Que uno vaya con Yun..— pero el pelinegro ya había comenzado a volar. —Ese wey— pensó Yoriichi molesto, para suspirar y ver a la chica de Amanecer Dorado.




—Lo siento, supongo que tendre que bajarme, yo los alcanzó a pie— intento pararse para bajar de la nave hecha de acero, pero Mimosa lo sentó. —¡N-No!— contesto un poco avergonzado, confundiendo a todos por la inesperada acción.




—¿Qué? ¿Acaso quieres subirte en mis piernas?— preguntó burlescamente Yoriichi a la chica que sus mejillas se volvieron tan rojas como si fueran tomates, para poner un pie en medio y sentarse en las piernas de Yoriichi.




—¡AVANZA!— ordenó en un pequeño tartamudeo al de lentes que trago duro antes de comenzar a ir a la capital por el cielo nocturno que se podía dejar ver.




En todo el camino Yoriichi y Mimosa no se dirigieron ni una palabra, Nero solo fulminaba a la chica que cuando se movia y se acercaba más al pelirrojo ella se ponía en su hombro evitando que apoyara su cabeza.



Noelle solo se quedo mirando imaginando que ella podria hacer lo mismo con Asta, mientras que Asta recordaba las veces que cuando había demasiadas nomobatatas para guardar en el almacén y debían ponerlas en la habitación de los pequeños que era la más grande, Asta, Yuno y Yoriichi tenían que dormir como el pelirrojo apodada en la posición "Escandalosos" donde cada uno apoyaba la cabeza en el regazo del otro para luego que uno los tapara con sus brazos.



El único pensamiento que pasaba por Yoriichi era que su amigo no se levantara por nada en el mundo, pero Mimosa o era muy inquieta o quería jugar con el porque cada 5 minutos se movía.Ella abrió los ojos enormemente al sentir algo y ver el rostro de Yoriichi que miraba a otro lado no queriendo verla.




—¿Por qué sonríe así?— pensó Noelle con gotas de sudor enmarcando su rostro al igual que su sonrojo, cuando Mimosa se acercó más a Yoriichi y el se tensaba aún más.




-X-




—¡Que rico!— Exclamó Asta, antes de llevarse varios bocados y devorar su plato de comida. —Estas comiendo demasiado. ¿No ibas a metalizarte?— preguntó Klaus molesto con el enano.




—Exacto— apoyo el comentario Noelle. —Estoy mentalizado. Normalmente comería el doble— Informó despreocupado, antes de golpearse el pecho cuando se le atorro comida, yendo a buscar rápidamente una bebida.



—Es imposible— murmuró Yuno con su rostro impasible. —¿Dónde están Mimosa y Yoriichi-niisan?— Preguntó a Noelle que se sonrojo ante la mención de los dos faltantes, el pelinegro había llegado primero y iba adelante de ellos sin prestarles atención.




—Fueron al baño— respondió nerviosamente al chico con el espíritu del viento. En realidad lo que pasaba era...




—¡Nero dejalaaa!— Yoriichi intentaba atrapar a la anti-pájaro que se puso agresiva con Mimosa intentando picotearla en los ojos. —¡Yoriichi-kun!— chillaba Mimosa esquivando a la ave que estaba dispuesta a matarla si era necesario.





Después de esa escena Yoriichi tuvo que ir al baño y Nero se quedo custodiando las afueras de este.



—Cielos...— Murmuró un poco molesto aun.



—¿Por que te pones así?— preguntó a Nero que volvió a sentarse en su hombro, desviando la mirada.



—¿Acaso estas celosa?— Pregunto en broma con los ojos cerrados, riéndose sin darse cuenta que el anti-pájaro tenia sus mejillas rojas. Cuando iba a entrar al pasillo fue detenido por los guardias. —No puedes entrar con un animal— empujó a Yoriichi con una mano.


—¿Eh?— dijo confundido.



—Lo que oíste, no puedes entrar con una mascot...— pero fue silenciado cuando Nero comenzó a irradiar intensión asesina fijando su mirada en ambos. Sus cuerpos se estremecieron al ver quien venia detrás.




—¡Mereoleona-sama!— tartamudearon el nombre de la mujer detrás de Yoriichi, poniéndose firmes.



—¿Qué ocurre aquí? Déjenlo pasar a mi discípulo— reclamó enojada con los guardias de seguridad.



—P-P-Pero el anti-pájaro— intento refutar el guardia, pero se arrepintió cuando Mereoleona fijo su mirada en el.





—¿Eh? ¿Estas contradiciéndome?— Preguntó con un aura de fuego detrás de ella.





—¡NO!— contesto rápidamente. —¡Puedes pasar!— se hicieron a un lado para dejar pasar a ambas personas.




—Gracias, Mereoleona-sensei— agradeció con una sonrisa Yoriichi.




Un fan reencarnado en Black cloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora