—¿Q-Qué es esto que siento?— Yoriichi amago en dar un paso para intentar alcanzar a Nico que estaba agonizando enfrente suyo.
—Este maná...— pensó con sudor frio cayendo de sus mejillas, el cabello de su rival se volvía blanco cuando los gritos dejaron de cesar.
—Tiene que ser una broma— comentó sin una pizca de burla o gracia en su voz Zora.
—Su poder mágico ya era monstruoso y ahora tiene aún más— chasqueo la lengua molesto ante ese pensamiento.
—Y ese tipo... no me gusta para nada la mirada que tiene— dijo en voz baja lo último, Asta y Yoriichi apretaron con fuerza sus armas, Mereoleona entrecerró los ojos.
—Quizás es porque soy un mentiroso pero siempre supe detectar las mentiras de otros— relató brevemente Rhya. —Enano de la antimagia— llamó a Asta por el apodo que se le puso, tragando duro ante la aura dorada brillante de maná que desbordaba, no la veía pero si podía sentirlo.
—Lo que dijiste antes...— recordó las palabras dichas sobre el reino al cual aspiraba tener al ser Rey Mago.
—Es la verdad. Es triste, pero me conmoviste un poco— admitió con una pequeña sonrisa.
—¡Te matare para acabar con todas mis dudas!— con esa declaración de muerte, el grimorio brilló con aún más intensidad que antes, cambiando rápidamente de paginas, los Caballeros Reales se prepararon para el inminente ataque.
—Te daré el suficiente tiempo para que vuelvas a tomar el control, Nikola— murmuró a su compañero que sonrió teniendo los ojos cerrados y ser cubierto por una cúpula de tierra.
—Esa magia...— Yoriichi abrió los ojos con sorpresa, pero se saco las ideas de su mente al oír el hechizo que lanzó Rhya.
—¡Fuck!— se quejo para crear un escudo solar enfrente de sus aliados.
—¿Usa dos elementos a la vez?— pensaron todos al mismo tiempo cuando vieron que las cuchillas de luz se clavaron en el Escudo creado por Yoriichi, que dejaba ver como una cuchilla de oscuridad se acercaba a ellos.
—Lo entiendes ahora, idiota. Aunque tú quieras entender con ellos, ellos no— dijo fríamente a Asta que frunció el ceño con molestia.
—Pretenden matarnos digamos lo que digamos— termino de decir Mereoleona.
—¡Entonces ganaré y abriré el camino para que nos entendamos!— gritó Asta, poniendo una defensa con ambas espadas de antimagia.
—Ese camino ya esta cerrado— negó Rhya con pereza.
—¡Lo abriré de nuevo!— replicó más determinado que antes.—¡Entiendo mocoso! ¡Pero no te distraigas o lo venceré yo!— desafió Mereoleona al enano gritón que acepto el reto.
—¡Yo también ayudare, Mereoleona-sensei!— Yoriichi respiró profundamente y comenzó a cargar energía solar, no podía distraerse y intentar devolver a Nico a la realidad, aunque quisiera ayudarlo, un descuido podria provocar un desastre.
—¡Adelante!— gritó Mereoleona, cargando nuevamente el hechizo de puños de fuego.
—¡Voy!— guardo su nichirin y su grimorio brilló.
—Puedes correr, pero no puedes escaparte de mí— se colocó al lado de Mereoleona que lanzaba puñetazos a los lugares donde aparecia y desaparecia Rhya por los portales y la velocidad de la Magia de Luz.
—Magia de Sol: Rayo del Amanecer— creando un haz de luz solar al apuntar con sus dedos y de que estos salieran rayos de energía solar.
—¿se esta riendo?— preguntó Zora esquivando los ataques de Luz de Rhya mientras veía a Yoriichi reir maniáticamente.
—Ese hechizo es terrorífico— Asta tuvo un vago recuerdo donde Yoriichi se ponía como el decía "Modo Freezer" y comenzaba a atacarlo con ese hechizo diciendo cosas de que eran hermosos los fuegos artificiales cuando destruía arboles y rocas por su camino.
Un temblor se sintió por toda la isla flotante. —¿Qué es esto?— se preguntó Yoriichi cuando dejo de atacar y vio a Nico encerrado en la cúpula sin hacer ningún movimiento.
—No, no es el, derecha, izquierda, abajo...— comenzó a ver rápidamente sus direcciones hasta que le quedo una. —Arriba— el techo se cayo y serpientes dibujadas salieron de allí.
—No puede ser...— Si le decían a Yoriichi que el mundo estaba en su contra le creería ahora mismo, acababa de bajar Rill con la misma aura que Rhya, orejas puntiagudas y marcas de diferentes simbolos en su mejillas, pero con el mismo color. Que lo saludo felizmente como amigos que no se veían hace mucho tiempo.
—¿Qué estas haciendo, Rill?— Cuestiono molesto Asta por el comportamiento amigable del capitán de los Ciervos Celestes que era muy cariñoso con Rhya.
—¡Ese terco esta decidido a matarnos!— replicó Asta apuntando con su espada.
—¿Qué quieres? Qué molesto— frunció el ceño enojado el ahora conocido como Lira.
—¡Est...!
—¡Asta!— llamó al enano en un grito Yoriichi, que se giró a verlo.
—El ya no es Rill— informó para que su grimorio cambiara de pagina nuevamente.
—¿Qué dices? él es...— Pero fue callado por un golpe en su cabeza con algo metálico.
—No seas idiota— bufo con molestia Yoriichi.
—Aunque tu no puedas verlo, puedes sentir la misma sensación, es igual que la del vicecapitán de Amanecer Dorado, que el copias aquel y también... Nico— dijo lo último en un tonó más bajo.
—Parece que tenemos a alguien muy inteligente, que genial— se animó Lira al ver a Yoriichi decir todo eso.
—¿Qué le pasa a Nikola-san, Rhya-san?— preguntó curioso por la cúpula donde sentía el maná de su otro compañero.
—Le esta costando controlar el cuerpo, el chico es fuerte— Lira tatareo un ooh entendiendo a que se refería.
—¡Es hora de probar mi nueva Magia!— comenzó a colorear mientras decía el nombre de su magia, las 4 cabezas de serpiente parecieron moverse al compas del golpeteo con el pincel.
—Magia de Ilustración: Lindwurm de Cuatro Cabezas— De las 4 cabezas salieron diferentes hechizos de distintos elementos, Mereoleona bloqueo a dos con sus puños, Asta corto con su espada el de veneno y Zora desvió el ataque de fuego.
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Un fan reencarnado en Black clover
Science FictionEn un giro inesperado del destino, un ferviente fan del anime se encuentra reencarnado en un mundo desconocido, donde la magia y la nobleza dominan la sociedad. Sin embargo, a diferencia de otras historias de reencarnación, este fanático se encuentr...