Yoriichi acompañó al capitán Yami, Asta y Finral a la torre dónde está el doctor Owen el mejor mago médico en todo el Reino, van a revisar que tiene Asta en sus brazos, el capitán Yami los dejó allí pues quería irse a apostar, Yoriichi en cambio sólo había ido allí ya que habían transferido a su hermano a la torre donde trabaja Owen así que quería ir a ver cómo estaba por lo que se despidió de los demás para así irse caminando a buscar la habitación dónde estaba su hermano.
Caminando por los pasillos se encontró a una persona —¿Finral senpai?— Preguntó pero el con su dedo le haría una seña para que bajara la voz, haciendo caso se acerco lentamente sin causar ruido, logrando escuchar lo que pasaba adentro.
Yoriichi había ido a buscar un buen herrero que le pudiera hacer otra Nichirin, si bien le gustaba el hacha, Rhitta, le era incomodo usarla, el hacha era pesada pero recordó que cuando se había hecho más grande el arma no le pesaba nada. Estaba pensando en ir devuelta a Hage a decirle a Erhard que le haga otra, aun el no llegaba a su nivel en herrería así que no confiaba mucho en su habilidad, pero esa preocupación se fue al instante cuando escucho lo que le decía Owen a Asta.
—Por esa razón no pude curarlo...— Apretando sus puños con enojo hasta volverlos blancos, solo se quedo serio mirando el piso mientras seguía oyendo las cosas que decía el mejor mago medico del reino del trébol.
(horas más tarde)
Asta saldría con sus brazos vendados, de la puerta, Yoriichi y Finral lo habían estado esperando en un profundo silencio, pero tuvieron que fingir una sonrisa cuando Asta llego.
—Ya terminé, Finral senpai, Yoriichi Niisan— Habló en un tonó menos fuerte de lo usual, en la mente de los otros dos parecían estar frustrados, pero en la realidad tenían una sonrisa plasmada en su cara. Yami llego a lejos con una enorme bolsa, Finral pregunto su contenido, pero el capitán no quiso responder y demando que haga un portal para irse ya mismo.
Cruzaron primero Yami seguido de Asta, Finral y Yoriichi se miraron una ultima vez en silencio, como habían estado durante horas esperando a Asta.
Viendo el atardecer, los puños de Yoriichi se volvieron a cerrar, chasqueando la lengua con frustración —Debemos decirles al resto— El Roulacase solo pudo asentir con su cabeza.
Al cruzar el portal el capitán Yami reuniría a todos los miembros de la orden de los Toros Negros fuera del cuartel, para informar sobre algo importante.
—¡Atención!— Con sus manos en su cintura, el capitán Yami habló. —Posiblemente lo hayan notado. Últimamente conseguimos suficientes estrellas para liberarnos de las negras, ahora tenemos 12 estrellas. Ya que se debe a que trabajaron duro...— Pero fue interrumpido por el grito emocionado de los Toros Negros.
—¡Hoy pueden comer carne!— Dijo Yami, para que de la bolsa del suelo se pueda ver todo tipo de cortes de carne y diferentes tipos de diferentes animales y monstruos.
Rápidamente todos prepararon las cosas necesarias para hacer una barbacoa al aire libre, pero el encargado de hacerlo fue Yoriichi, aunque el dijo que no estaba de humor, pero fue obligado a hacerlo, pero para que no haya problemas, Charmy lo acompaño.
Todos vieron expectante el como se cocinaba de ambos lados la carne, Magna anotaba en una libreta todo lo que veía del fuego, Vanessa le invitaba un trago a Yoriichi para pasar el rato mientras se cocinaba la carne.Después de una hora de cocinarse la carne, Yoriichi corto un pedazo para ver que la carne estaba bien cocida, poniéndole un poco de sal, para dárselo a la Enana que todo el rato tenia baba saliendo de su boca.
Los Toros Negros tragaron duro al ver el rostro serio de Charmy al probar la carne. —¡Ya pueden comer de la carne!— Fue el veredicto de Charmy al probar el pedazo de carne con sal, todos festejaron para hacer una fila con su respectivo plato y cubiertos, esperando que Yoriichi les sirva carne, el no sabia hacer barbacoa asi que se los dejo a ellos mientras el se encargaba de la parilla.
Todos pasaron un buen momento, sin embargo Asta, Finral y Yoriichi estaban un poco decaídos entre toda la celebración.—Me iré a dormir— Dice el peli ceniza poniéndose de pie con una sonrisa en su rostro, para luego alejarse caminando sin decir ninguna otra palabra, sorprendiendo a los demás pues así no era como se comportaba normalmente el más alborotador y enano de la orden, sucumbiendo el silencio ya que estaban desconcertados al no saber que ocurría, Finral se giró a ver a Yoriichi quien asintió con la cabeza viéndolo de reojo.
—La razón pro la que está así es por lo que dijo el Doctor Owen— Ante esas palabras todos giraron hacia Finral, quien estaba sentado a un lado de un cabizbajo Yoriichi, quien estaba recordando todos los esfuerzos que había hecho el enano para llegar aquí.
—¿Qué dijo el doctor Owen?— Vanessa hizo la pregunta que pasaba por la mente de todos. El silencio de Finral que abrió la boca para luego cerrarla, sin poder decir nada.
—¿Qué le pasa a Asta, Yoriichi?— Preguntó esta vez Noelle, que vio como el pelirrojo solo miraba la fogata en frente suyo, viendo las llamas danzar en los pedazos de madera.
—Que no será capaz de volver a usar sus brazos, ya que Vetto le puso una maldición en sus brazos durante el combate— Explicó, el recuerdo de todos de como el usuario de la magia de bestia había destrozado los brazos de Asta llego a su mente. El silencio volvió a reinar nuevamente, todos estaban impactados y tristes ante esa noticia.
Yoriichi se levantó para luego caminar hacia donde había ido Asta siendo seguido por los demás, caminando un buen rato, se ocultaron detrás de varios arboles y arbustos al verlo a lo lejos, que estaría observando hacia el cielo para luego gritar a todo pulmón con determinación.
—¡DESTINO TODAVIA NO ME RINDO! ¡Déjame sin brazos o piernas pero seguiré peleando para cumplir mi sueño y ser Rey Mago! ¡YA VERAS!— Todos se alegraron al oír esas palabras, motivándose a si mismo para hacer algo, una nueva misión había sido encomendada.
(Al día siguiente)
Temprano por la mañana Vanessa se estaba preparando para salir, subiéndose en su escoba con una mirada llena de determinación.
—¿A dónde vas?— La inesperada pregunta de Yoriichi que salio de las sombras, termino por espantar a Vanessa quien giro a verlo sorprendida pero luego su mirada con determinación regreso.
—Iré a buscar una cura para Asta— Respondió, quedándose mirando fijamente el uno al otro.
—Voy contigo— Sacando su escoba que estaba afuera al haberla dejado ahi cuando regresaron de la misión en el Templo Submarino.
—No lo creo, es peligroso
Acercándose a la bruja que se sorprendió por la cercanía —No era pregunta— Sonrió levemente Yoriichi, para tocarle la nariz con la punta de su dedo.—Se que iras al Bosque de las Brujas— Esas palabras tomaron por sorpresa a Vanessa.
—¿Cómo sabes eso?— A lo largo de su viaje de entrenamiento logro recopilar información, cuando llego a este mundo sabia que su información se terminaría y al ser alguien fuerte y no ser caballero mágico, también por su apariencia de plebeyo era fácil pasar desapercibido, aparte había otra fuente de información.
—La biblioteca del cuartel no esta de adorno, en el libro que leí decía que la magia de la reina bruja es lo suficientemente poderosa como para romper maldiciones— Su semblante sereno apareció en su rostro.
—No quiero que salgas perjudicada, a lo largo de mis viajes no solo he visitado lugares, mayormente me dedicaba a reunir información de todo tipo. Aparte si una bruja escapa del reino se le considera exiliada, impidiéndole el derecho a volver, y...— Poniendose serio de repente.
—Se dice que estaba obsesionada particularmente contigo y tu magia— Sorprendiendo nuevamente a la bruja que lo pensaría mejor esta vez.
—Oki doki, vayamos juntos, Yoriichi— Sonrió con alegría Vanessa, el pelirrojo solo esbozo una leve sonrisa para ir volando al este del reino.
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Un fan reencarnado en Black clover
Science FictionEn un giro inesperado del destino, un ferviente fan del anime se encuentra reencarnado en un mundo desconocido, donde la magia y la nobleza dominan la sociedad. Sin embargo, a diferencia de otras historias de reencarnación, este fanático se encuentr...