47. No me dejes, por favor.

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«No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que tienes»

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«No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que tienes».

Bob Marley.

Agosto, 2020

📍Los Ángeles, CA, Estados Unidos.

Prácticamente eran las seis de la tarde, solo faltaban dos minutos para ello. Las horas no se sienten cuando haces algo que disfrutas, eso es seguro. Pasé toda la tarde con las chicas en la galería, viendo cómo Erickson, nuestro encargado de ventas, guiaba a los visitantes por todas las obras que se exhibían. Ya habíamos hecho dos exhibiciones, la de Blue y la Hedwig, y la primera semana de agosto se vendieron casi todas sus obras.

Ahora necesitamos más gente. Tenemos dos en contacto y otras tres en la mira. Dos chicos y tres chicas. Uno de cada uno ya había dicho que sí, estamos a la espera de los demás. Queríamos agrandar el equipo, y no descansaríamos hasta lograrlo. Solo estábamos enfocadas en encontrar a gente con valores, con ánimos de trabajar y ayudar a los demás.

—Estoy segura de que, si ponemos el anuncio en internet, tendremos un montón de prospectos haciendo fila —dijo Hedwig, sentada en el suelo con las piernas cruzadas al estilo indio y la espalda apoyada en la pared. Tenía una caja de cartón con fideos chinos en el regazo. Y su usual vestimenta de chica country, jeans desgastados, zapatillas Nike viejas y una camiseta de cuadros rosas y blancos, su cabello rubio estaba trenzado por encima de su hombro—. ¿Tú qué opinas, Blue?

Blue por otro lado, estaba sentada junto a mí en una silla, mientras que yo estaba en el suelo. Tenía su pelo azul recogido en un moño desordenado y vestía un overol corto negro y una camisa azul oscuro hasta los codos y unas Vans azules. Levantó la mirada de su propia caja de fideos y nos miró a Hedwig y a mí en ese respectivo orden.

—Estoy de acuerdo —bajo la mirada de nuevo, revolviendo los fideos con los palillos chinos antes de llevarse una porción a la boca—. Si queremos más interés, podemos hacer eso. Subir anuncios a redes sociales.

—Vale, se lo diré a Stella, ella nos ayudará —asentí.

Acabé mis fideos y cerré la caja con los palillos dentro antes de ponerla en suelo a mi lado. Revisé mi teléfono para comprar si tenía algún mensaje de Arturo, pero nada.

Arturo: Todo está bien. Estoy bien. Iré con Anthony a tomar un trago al muelle. ¿Quieres que pase por ti después?

Adelinne: Te estaré escribiendo. Si sigo aquí, te avisaré. O me iré a casa. Todo depende de que tanto nos demoremos.

Arturo: De acuerdo. Cuídate. Te amo. x

Adelinne: Te amo más. 😘

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