ACT ONE
(Nuestro deber)●•●
Al arribar sanos y salvos a las puertas de la escuela, Nanami dejó escapar un suspiro de alivio contenido.
—Hemos llegado.— Anunció Yuuko deteniendo el vehículo y bajando del mismo. —Lo han hecho bien. Iré a dar el informe al Maestro Yaga.— Agregó antes de alejarse.
A pesar del tono cordial de sus palabras, ella sabía que sus jóvenes compañeros debían guardar cierto resentimiento hacia su persona. No podía culparlos, pues hasta ella admitía que sus métodos como hechicera podían resultar insatisfactorios para ojos ajenos.
Se marchó con paso tranquilo, resignada a que el tiempo y su esfuerzo serían los únicos capaces de disipar por completo las dudas sobre su persona. Por ahora sólo le quedaba acatar su deber con la mayor responsabilidad posible.
Sin demora, Yuuko se dirigió hacia la oficina del maestro Yaga para presentar su reporte. Golpeó la pesada puerta de roble y una grave voz indicó su entrada.
—Buenas días, Maestro. Vengo a informar sobre la misión de hoy.— Anunció asomándose al umbral.
El hombre dedicó su entera atención a la joven estudiante, gesticulando que pasara. Su porte inspiraba una solemnidad respetable.
Con vocación metódica, Yuuko relató todos los pormenores de la operación: desde el éxito de sus compañeros en la liberación de los rehenes, hasta su regreso a la escuela.
Yaga asintió pausadamente. —Has hecho bien, gracias.
—No fue nada.— Replicó ella con modestia.
—No te sientas mal por no hacer algo que no te corresponde como hechicera.— Aclaró el maestro con sabiduría. —Concentra tus esfuerzos en cumplir tu deber de la mejor manera.
—Entiendo, maestro.— Asintió Yuuko con sencillez. —Con su permiso, me retiro.
—Adelante.— Concedió Yaga con calma, despidiéndola con una mirada.
La observó marcharse con gesto pensativo. Años atrás, había presenciado a aquella pequeña niña en medio de una devastadora misión, con un brillo singular en su mirada.
Jamás imaginó que acabaría siendo su aprendiz. Sin embargo, ahora ese resplandor parecía comenzar a apagarse paulatinamente.
Ignoraba todo lo que la vida le había hecho experimentar desde entonces. Cuánto dolor y sufrimiento podían forjar el carácter de una persona en tan corta edad.
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𝐒𝐭𝐚𝐲 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐌𝐞 || ᴶʲᵏ
Fiksi Penggemar𝐸𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘦𝘭𝘭𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘦𝘯𝘪𝘻𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘮á𝘴 𝘭𝘢 𝘢𝘮ó. - ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᴳᵒʲᵒ