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Geto y Yuuko jadeaban tras un largo combate. Intercambiaron miradas desafiantes, listos para reanudar.
De pronto, una voz los interrumpió.
—Vaya sorpresa verte por aquí, Zenin.— Saludó Gojo sin apartar la vista. —Creí que te habías ido con el rabo entre las patas.
Sus palabras hirientes hicieron sonreír a Geto. Yuuko sintió nacer su instinto competitivo.
Aprovechó para derribar a Geto. —No te distraigas.— Murmuró secando el sudor. Luego se giró a Gojo. —Sabes que no me iré.
Él rió dispuesto a seguir burlándose, pero Geto se adelantó.
—Se necesita más que eso para derribarme.— Bromeó poniéndose en pie. —Aunque no esperaba menos de ti, Zenin.
Yuuko enfocó su atención nuevamente en Geto, preparándose para atacar. —No esperaba terminar con eso.— Respondió con calma.
Reanudaron el combate, intercambiando Yuuko miradas curiosas con Gojo. Algo en su repentino interés la intrigaba, aunque siempre lucía despreocupado.
Geto presionaba con golpes incisivos, mas los años de entrenamiento de Yuuko la dotaban de reflejos felinos. Esquivaba los ataques dando volteretas y giros con grácil agilidad. Aprovechó un roce en su cabello para contraatacar blandiendo el palo, apuntando al rostro de Geto con cuidado de no lastimarlo severamente.
Con un golpe seco hizo contacto en su mejilla. Aprovechando su descuido, derribó sus piernas con un rápido movimiento. Geto cayó sin resistencia y Yuuko se puso de pie sosteniendo el arma con una sonrisa torcida. La victoria era suya en ese asalto.
—Te tengo.— Bromeó Yuuko ayudando a Geto a levantarse. —Bien peleado.
Se encontraba jadeante tras el intenso combate. Shoko aplaudía alegre desde un lado, satisfecha por la demostración.
Fue entonces que Yuuko notó la presencia de Gojo acercándose. Su sonrisa burlona bailaba en los labios, aunque algo más había en su mirada.
—¿Qué viste, Satoru?— Picó Geto.
Ella alzó una ceja, alerta pese a su fingido desinterés.
—Nada..— Murmuró él escondiendo su mirada en aquellos lentes oscuros. —Quien diría que debajo de esa fachada aburrida hay alguien con.. más talento.— Dijo Gojo con lujuria mal disimulada.
—Y tu talento se reduce a observar. ¿Quieres probar suerte?— Replicó Yuuko con una ceja en alto.
Geto soltó una carcajada ante el intercambio. Gojo sólo amplió más su sonrisa, desafiante.
