Capitulo 14

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ACT ONE
(Noche)

ACT ONE (Noche)

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Pronto divisaron de nuevo los altos edificios que albergaban la Escuela ante ellos. El bochorno parecía haberlos alcanzado de nuevo, aunque al menos ahora estaban más preparados.

—Anda, ábrelo.— Insistió Shoko más relajada.

Satoru buscó entre sus bolsillos las llaves que secretamente habían sustraído a Yaga. Un mal presentimiento cruzó la mente de Yuuko al ver su expresión de confusión.

—¿Perdiste las llaves?— Preguntó directamente, temiendo la respuesta.

Él los miró apenado, rascándose la nuca con nerviosismo. —No.. no lo recuerdo.— Admitió avergonzado.

Todos lo observaron con incredulidad, incrédulos de su despiste. De todas las personas, justo él era el encargado de cerrar y ahora los dejaba encerrados afuera, a merced del agobiante calor.

—No puedo creer tu irresponsabilidad.— Lo regañó Shoko con las manos en la cadera. Incluso ella perdía la paciencia a veces.

—Creo que también fuimos nosotros por dejarle las llaves a él.— Opinó Suguru mientras se amarraba el cabello.

—Tranquilos, podemos encontrar la forma de entrar.— Intentó mediar Yuuko para calmar los ánimos. Ser el más fuerte no parecía ayudarlo con lo cotidiano.

Se sentó pesadamente en el suelo frente a la entrada, tratando de pensar en alguna solución a su pequeño problema.

Shoko también pareció calmarse, masajeando las sienes con tranquilidad. La brisa fresca de la noche ayudaba a enfriar los ánimos caldeados.

Suguru en cambio se dejó caer teatralmente junto a Yuuko, como si estuviera al borde de la muerte. Pasar tanto tiempo con Satoru le había pegado lo dramático.

—Moriremos de calor si pasamos la noche aquí afuera.— Gimoteó de manera exagerada.

Yuuko le dedicó una mirada de regaño por su pobre actuación. Sin embargo, sus palabras la hicieron percatarse de algo importante.

Volteó a ver a Satoru con una sonrisa comprensiva. Su culpa era evidente pese a la oscuridad. Se acercó a él.

—Tranquilo, no es el fin del mundo.— Lo calmó poniendo una mano en su hombro. —Encontraremos una solución.

Él la miró con una tímida sonrisa, más relajado gracias a su gesto.

Ella se giró hacia los demás, decidida. —Quizá no sea necesario esperar a mañana.— Comentó pensativa. Todos la miraron expectantes. —¿Recuerdan cómo ingresamos la primera vez a la escuela aun sellada?

𝐒𝐭𝐚𝐲 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐌𝐞 || ᴶʲᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora