TREINTA Y DOS

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Dylan

la chica le ponía color o en vola yo era muy desapegado con esos temas, a decir verdad nunca había sido muy bueno con los temas emocionales, menos si se trataba de la Aylin.

o de mujeres en realidad y todo era porque no tenía ni puta idea de como pensaban. Me parecían un enigma y no estaba ni ahí con descifrarlo.

—Necesito tu ayuda.—fue lo que solté apenas la vi sola.

muy en el fondo sabía que solo era una excusa, pero es que había algo en ella que me tenía pensando.

—¿Qué queri?

sobre todo porque parecía tener doble personalidad, aunque sin duda me caía mejor su otra personalidad, la chistosa y despreocupada.

—Chuta, andamo simpática.—me rasqué la oreja incomodo.—Quiero saber algo.—me apoyé en el barandal frente a ella, de pura cuea la había pillado antes de que se fuera.

sus ojos medios verdosos estaban rojos y sabía perfectamente que no era por efectos de la cannabis, más bien era por llorona.

no era la primera vez que me había encontrado a mí mismo sapeando peleas de parejas, sin embargo, nada captaba tanto mi atención como su relación con el Gaspar.

era casi como una telenovela para mí, aunque no había estado en el primer capítulo, los siguientes no me los perdía sin falta.

además no me fue tan difícil deducir porqué peleaban, o más bien, porqué el Gaspar peleaba solo.

—¿Qué wea queri po?—murmuró impaciente, miró hacia todos lados ansiosa, pero se calmó al ver que éramos los únicos.—No tengo todo el día, cabeza de fósforo.

no pude evitar reírme ante el sobrenombre, recordaba a la perfección que así me había llamado aquella noche.

y por su media sonrisa, sabía que ella también.

—¿Sabís si tu amiga todavía quiere al cogollo?—me sentí como esa hormiga culia que lleva un palo al preguntar, aunque ni siquiera era para mí.

—¿Quién te dijo que lo quería?—preguntó burlona y fue como si me estuvieran rompiendo el corazón a mí.

yo estaba dispuesto a recibir el dolor del Alonso si pudiera ser posible, aunque la cagara mil veces es mi hermano y eso nunca iba a cambiar.

lo mismo con la Aylin, aunque era distinto porque es mujer y yo no las entiendo para nada.

» ¿Por qué poni esa cara?—intenté hacerme el weon.—No me digai que el Cogollo está enamorado de mi amiga.—se tapó la boca dejando caer su careta desinteresada, arrugué la nariz cuando soltó un chillido y cerré los ojos cuando me sacudió con emoción.—Que emoción conchetumare...—abrí los ojos medio asustado, pero solo noté que su emoción se había esfumado y ahora parecía preocupada.

qué wea con los cambios de humor

muchos creen que por ser el único hombre de mi familia era un master con las mujeres, pero era todo lo contrario, en realidad les tenía miedo.

mi mamá y mi hermana me habían demostrado lo peor de ellas.

—¿Entonces...?

—Yo te respondo todo lo que sé, si tú me respondes todo lo que sabes.—me apuntó con su dedo índice con desconfianza.

no entendí nada, pero cuando enrolló su brazo en el mío y abrió su paraguas, supe que no tenía más elección que obedecerle.

COGOLLO CULIAODonde viven las historias. Descúbrelo ahora