Danae
hace rato que lo tenía asimilado, simplemente el amor no es para mí.
y estaba bien con eso, pero a veces era una mujer con necesidades como el querer a alguien tratándome de reina y aguantándome.
pero me tocaban puros hombres inmaduros.
—¿Qué opinai de esta canción?—la Katita me muestra otra canción buscando una opinión para subir a su historia. Entrecierro los ojos intentando leer la letra, pero rápidamente me quita el celular.—No po, el ritmo... No la letra.
frunzo ligeramente el sueño, hace rato que me estaba mostrando puras canciones que hacían alusión a algo romántico lo que me tenía curiosa.
¿En qué andaba ésta weona?
—Pero déjame escucharla entonces po.—me miró como ese emoji de los ojos brillosos y me mostró el celular de nuevo.
Tu aroma del yung beef empezó a sonar y la miré inmediatamente. Ésta weona está enamorada.
—No me miri así.—se quejó y dejó el celular en la mesa. Hace una semana que andaba rara, se reía sola y andaba muy perdida en su propia cabeza.
a mí no me engaña, se la pusieron.
—¿Sabi a quién le gusta yung beef?—le pregunté burlona, inmediatamente se puso roja lo que me hizo conectar todo de una.—Al Cogollo.
—No sabía.—lo negó todo la maldita, como si no se hubiera delatado hace rato.
—Ah... Que raro, me hay mostrado puras canciones del seko.—la webeé solo por verla nerviosa y que por fin me dijera qué le pasaba.
si hace dos semanas lo odiaba con toda su vida, no entendía el cambio tan rápido.
—Me gusta po ¿No me puede gustar acaso?—se picó a chora, lo que me hizo reír.
—Ya... Sóplame un ojo.—la tonta lo hizo, por lo que la saqué de un manotazo.—No po, que me hice las pestañas ayer.—saqué mi espejo para mirarme y estaba todo bien.—Ya suéltala, Katalina.
me miró coqueta y sonrió de una manera que hace rato no veía, se me calentó el pecho por eso. Tan linda mi chanchita.
—Nos comimos.—si pudiera, mi mandíbula se habría caído al piso. No me podía creer esta wea.
unos días sin vernos y había pasado algo así... La próxima vez que la viera me la iba a encontrar embarazada.
Dios no me hagas tía todavía por favor.
—¡¿Se comieron?!—repetí casi gritando, no me la podía creer.—¿Cómo estuvo?
sus ojitos se iluminaron y supe al toque porque parecía tan enamorada.
mish
—Estuvo bueno.—se hizo la difícil.
—Ya... Tu cara dice que estuvo más que bueno.—se rió y se encogió de hombros.—¿Y cuándo, loca?
—El día que me sacaron la chucha. Él fue el que me encontró po...
—¿Y te lo comiste como agradecimiento?—la interrumpí incrédula.
la weona generosa.
—¡No! fue después... El weon me fue a dejar a mi casa en auto, pero antes me llevo a la playa.
ay, que romántico.
—Cuenta con detalle po, quiero saber que tan romántico es el cogollo.
—Llegamos y se puso a enrolar.—se acercó a mí como si me fuera a contar un secreto.—Se ve tan rico cuando enrola... Pensé puras weas indecentes de solo verlo.—me cagué de la risa.—Fumamos y nos fuimos en la profunda... De fondo sonaba mi playlist porque me dijo que pusiera música.
