Alonso
tenía huevo en los ojos, en la nariz, en el pelo y hasta en el cuello.
iba a tener pesadillas con el huevo culiao, me iba a perseguir hasta el final de mis días un huevo culiao con patas y que tuviera la cara de la Katalina.
ni siquiera sabía que había hecho para merecer esto, recuerdo sonreírle para hacerme el simpático y luego me llegó un pan con huevo junto con una cara de odio.
¿Qué wea le hice ahora?
—Le sacaron la chucha a la chica.—comentó el Dylan todavía extasiado por la pelea, estábamos los dos en inspectoría esperando que dejaran de wear a la Aylin.
apenas la puerta se abre ambos nos paramos, pero solo sale la Katalina.
su cara está increíblemente hinchada y con todo el poleron gris manchado con sangre que aún salía de su nariz. Me miró antes de entrar a la enfermería, pero no la pesqué.
que fuera a hacer show a otro lado.
—Weona loca.—me volví a sentar.
—¿Qué le hiciste para que te tirara un pan con huevo?
—Nada weon, no sé que le hice ahora. Está loca.—me pase una mano por el pelo confundido.
—Anda a preguntarle po, yo contengo a la chica cuando salga.—me empujó con el hombro.—Y luego me contai.
me reí por lo copuchento que era el weon, pero le hice caso.
estaba medio adolorido por los golpes de ayer, así que me costaba un poco caminar. Iba a ir, mas solo por la curiosidad que ahora me generaba.
apenas abrí la puerta escuché su llanto y como se quejaba en voz baja. Me intención era acercarme en silencio, pero sin querer patee una silla y logré que se sobresaltara, no esperaba verme lo podía ver en su cara.
—Ay weon, que me asustai.—se quejó todavía con la voz temblorosa, sus dedos temblorosos intentaban envolver una de sus manos con gazas pero no conseguía darle ni una vuelta.
—Te vai a demorar un año si segui temblando.—me acerqué a ella intentando ser simpático, pero me miró feo.—¿Podi decirme qué wea te pasó allá?—no la pesqué y me planté frente a ella.
—¿Te vai a hacer el weon?—me miró incrédula, no sabía a qué mierda se refería.
—¿Hacerme el weon de qué, Katalina?—aproveché de limpiarle las heridas antes de enrollarle la gaza en la mano. La tonta ni siquiera había desinfectado la zona.
—¿Por qué estai todo moreteado?
me descolocó un poco que cambiara de tema, pero así era ella. Más impredecible que la chucha.
—Porque me sacaron la chucha.—me encogí de hombros.—Bueno, nos sacaron la chucha a mí y al Cristián.
se quedó callada, por lo que la miré porque se había quedado tiesa.
—¿Cómo?—preguntó sorprendida.
—Justo cuando tu hermano se las estaba dando de sobre protector y dándome el sermón del año, nos pilló un grupo de weones que le tenía mala a tu hermano, mencionaron algo sobre una Noemí y cuando me metí a defenderlo me sacaron la chucha a mí también.—expliqué para luego empezar a limpiar sus heridas de la cara.—Luego tu hermano se picó porque lo ayudé y me dejó tirado. No sé porque esperaba un gracias, si es tu sangre.
se quiso reír, pero más bien le salió un quejido.—Ah... ¿Entonces no le pegaste a mi hermano?
—¿Qué?—dejé de limpiarle para prestarle atención a lo que decía.—¿Eso te dijo él?
